Maldonado y la RAM

Por Néstor Vittori

Todos los elementos indican que el joven Santiago Maldonado se ahogó intentando cruzar el río Chubut, huyendo de la tentativa de detención por parte de la Gendarmería, como consecuencia de las acciones producidas por el grupo de personas que había estado cortando la ruta 40, quienes, ante la acción de las autoridades para su despeje, respondieron arrojándoles piedras mediante hondas. Como resultado de este hecho, dos de los gendarmes que intervenían en el operativo resultaron heridos, en una agresión flagrante de los manifestantes, quienes luego huyeron hacia el río, que cruzarían, buscando refugio en el denominado Pu Lof Resistencia Cushamen.

Todos los episodios que se produjeron desde esa fecha, 1º de agosto, hasta la aparición del cadáver de Maldonado flotando en el río, deben enmarcarse en una serie de tácticas de los mapuches residentes en el lugar, que pertenecen a la agrupación RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) en orden a visibilizar ante el conjunto de la sociedad sus reclamos. Para ello siguen las instrucciones operativas del “Kutralwe” Manual Mapuche de técnicas de sabotaje y confusión, que indica que para llamar la atención de la prensa se debe seguir el siguiente procedimiento: “Sabemos que la prensa burguesa funciona con pautas establecidas desde arriba. Por ende para romper el cerco hay que ser astuto e ingenioso.

Otra forma de romper el cerco, menos diplomática que la anterior, pero sí muy efectiva si se hace bien es la de crear un llamativo y alarmante hecho noticioso, puede ser falso o verdadero. Pero con eso sacar a los periodistas y reporteros de sus oficinas, para que salgan a cubrir esta gran noticia sorpresa, que no estaba en sus pautas. Ser creativo y arriesgado, por ejemplo, simular un suicidio, una violación, una muerte o una tortura por carabineros (gendarmes chilenos)”.

El manual indica en otro segmento, y puede ser la causal de la huida suicida de Santiago: “En acción de sabotaje, evitar a toda costa que sean sorprendidos y detenidos en el sitio del suceso. Es preferible salir herido, pero libre, sin que sepan tu identidad, a que te tomen detenido en el momento de la acción, eso traerá enormes consecuencias, no sólo para ti y tu comunidad, a todo el proceso, alianzas territoriales y redes de apoyo vinculado...”.

Estas instrucciones gobiernan el accionar de las acciones terroristas de los grupos mapuches en la Araucanía chilena, nucleados en la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) son aplicadas simétricamente por el grupo RAM, que no solamente está integrado por indígenas, sino también por grupos de izquierda, anarquistas, ecologistas y también políticos.

Las instrucciones están contenidas en un extenso registro (que todavía no ha sido borrado) en internet cuyo título es Kutralwe al cual se puede acceder mediante los buscadores.

Creo que todo lo actuado en el triste caso Maldonado, se inscribe en esa estrategia de los mapuches para visibilizarse; ha sido utilizado por los mismos y por la izquierda para crear un impacto negativo contra el gobierno de Macri en pleno proceso electoral, pero por otra parte -y quizá sea el objetivo más ambicioso- para arrinconar a la Justicia y las fuerzas de seguridad, como opositores y violadores de los derechos humanos. De este modo se trata de invalidar o neutralizar la persecución de los atentados y desmanes de estos grupos subversivos, que operan tras un proyecto de gran magnitud, que involucra la creación de un Estado Mapuche independiente en territorios que consideran ancestrales y que comprenden la Araucanía chilena desde el río Bio Bio hasta el sur de Chiloé y toda la región comprendida por las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, centro sur de La Pampa, y centro sur de Buenos Aires hasta el océano Atlántico.

Esta aparente locura tiene su origen en la histórica oposición de los araucanos primero a los Incas, luego a los españoles y después al gobierno emancipado de Chile. Como consecuencia de estas luchas se derramaron en conquista sobre territorio argentino, dominando, aniquilando o asimilando a las tribus vernáculas, como los Tehuelches, los Pehuenches y los Ranqueles, a los que araucanizaron.

Pero esas luchas terminaron en el siglo XIX con el accionar de los ejércitos argentino y chileno, que con su intervención lograron pacificar dichas regiones, e inscribirlas, en el tren del progreso mediante su colonización y desarrollo.

El resurgimiento de la violencia mapuche, comienza con la vuelta a la democracia en Chile, porque obviamente la mirada de los gobiernos es mucho más benévola y contemplativa respecto de los reclamos de los pueblos originarios y a caballo de sus reclamos, que en muchos casos son justos, se ha montado este escenario subversivo, que en los tres últimos años ha comenzado a registrarse también en Argentina.

A ello se suman algunas nostalgias de dirigencias setentistas que ven en la posible acción subversiva la posibilidad de tomar revancha de la derrota del monte tucumano, donde ERP y Montoneros, aspiraron a crear una zona liberada bajo su control, y sobre la cual luego reclamarían el reconocimiento de soberanía en la escena internacional.

El gobierno no puede descuidar este germen subversivo, que ya ha alcanzado gran magnitud en el país vecino, donde las dubitaciones del gobierno de Bachelet lo ha dejado crecer hasta transformarse en un gran problema.