Producción y Notas: Tomás Rico | [email protected]
Con historia y actualidad en el tenis criollo, crece en diferentes disciplinas, pero lejos de la competitividad. Referentes como Cristian Resek y Fabián Carlotta dieron su opinión sobre su “segunda casa”.
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Edición Multimedia: Federico Cioni | @fcioni
Al noroeste de la ciudad se sitúa desde 1922 el Club Unión y Progreso, una institución que privilegia lo social y lo recreativo por sobre el deporte de competencia. El tenis criollo es su emblema y es la única disciplina que participa en certámenes oficiales. También se practica patín artístico, voley, taekuondo, básquet y arquería, todo a modo de recreación.
Los más de 350 socios forman una gran familia que llenan cada espacio de las instalaciones, sobre todo en la época escolar, de marzo a diciembre. “Acá se prioriza la parte humana y la educación por sobre lo competitivo. Cuando llegan por primera vez al club les explico que el tenis criollo es amateur y que no tiene alcance internacional, por eso si buscan otros objetivos les aconsejo que vayan a otras instituciones. De acá tenemos ejemplos de jugadores que se formaron en los deportes que ofrece el club y cuando quisieron dedicarse más a la competición se fueron a otros clubes para competir”, explicó Cristian Resek, uno de los mejores jugadores de tenis criollo que ha dado Unión y Progreso a lo largo de su historia, en diálogo con El Litoral.
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