Enrique Cruz (h)
El primer tiempo ante Banfield fue lo más destacable que hizo en el campeonato, pero no lo sostuvo en el segundo.
Enrique Cruz (h)
Gustó el primer tiempo de Colón, pero disgustó el segundo. Fritzler fue muy claro luego del partido y dijo que “no podemos repetir lo que hicimos en el segundo”. Fue claro y directo. Quizás lo dijo en caliente. Había terminado el partido hacía segundos. Pero fue la sensación que causó en el resto, ya en la intimidad del vestuario y con los decibeles un poco más bajos. De todos modos, el punto vale, se cotiza y era, a priori, un buen resultado. Después quedó la sensación de que se perdieron dos. Eso fue lo que dijo Eduardo Domínguez. Pero la realidad que el técnico tiene que evaluar, es que el equipo no tuvo regularidad y todo lo bueno que hizo en el primer tiempo, no tuvo continuidad en el segundo.
La cuestión es analizar los porqué. Se cayó el equipo en lo futbolístico y hasta pareció que hubo una merma física. Fue muy intenso lo del primer tiempo, pero esa dinámica se perdió en el segundo. Lo notó Domínguez y así lo dijo. ¿Por qué?
Colón tiene un mediocampo que en algunos aspectos difiere del que tenía en el torneo pasado. Reemplazó a Poblete con Fritzler. Este último es un buen jugador, un “5” clásico, con personalidad y buena recuperación, pero diferente al que ahora milita en el Metz de Francia y ha perdido 10 de los 11 partidos que ha jugado en el torneo francés.
Esta es una primera diferencia. Otra puede ser la demora en el retorno a su nivel de Ledesma. De todos modos, su actuación del viernes fue buena, quizás fue uno de los que bajó el rendimiento en el segundo tiempo, pero anduvo bien y está queriendo volver a ser el de los mejores momentos del torneo pasado, que coincidieron con los mejores pasajes del equipo. Colón había llegado a ocupar el tercer lugar en el torneo hasta el momento en que se lesionó contra Tigre y recién pudo volver en la fecha final del certamen.
Después, el funcionamiento en el equipo anterior tenía a Bernardi, Torres y Pereyra alternándose los otros dos lugares en el mediocampo. Jugadores verticales, con buen cambio de ritmo. La idea de Domínguez se mantiene y de esto no hay dudas. Pero una cosa es cuando Guanca tiene gravitación, como ocurrió en el primer tiempo al ganarle siempre las espaldas a Dátolo y a Bertolo, y otra es cuando empieza a disminuir su rendimiento. Y con Estigarribia pasa lo mismo: pasó de un buen primer tiempo, con participación y protagonismo, a un segundo tiempo en el que fue perdiendo peso específico.
Material tiene y suficiente para que Domínguez siga intentando mejorar el nivel de juego de su equipo. El es el primero en saberlo y a eso apuntaba luego de ganarle a Temperley. Los resultados son buenos, está invicto y es un equipo que tiene solidez en muchos aspectos. Pero le está faltando esa vuelta de tuerca como para terminar de engranar idea y piezas para convertirse en un equipo pretensioso.
Cuando recupere a Facundo Silva, tendrá otra alternativa para el mediocampo que resulta interesante. Lo mismo puede decirse de Bernardi, que no es el mismo del torneo anterior porque se lo nota inseguro y sin esa convicción para romper líneas y encarar en el mano a mano, uno de sus sellos distintitivos. Esto último, lo de recuperar a Bernardi, es otra de las pruebas que tiene frente a sí el técnico. Y también cuenta con “Cachete” Morales y con Heredia, con otras características más parecidas a las de un enganche, como para tener alguna opción diferente.
Domínguez es un técnico inteligente para plantear los partidos. Sabe lo que tiene y lo que necesita de acuerdo con el rival que enfrenta. Le viene saliendo bien y la confiabilidad del equipo se respalda en algunos aspectos como el defensivo. Ahí está bien Colón. Y arriba puede ser que resurja Vera (hizo un buen partido en Banfield) para que el equipo tenga el gol necesario que también se lo pueden aportar la frescura de Chancalay, Leguizamón y hasta el mismo Sandoval, que es un chico al que no se lo debe postergar porque necesita y merece también sus oportunidades.
A propósito de la frescura, se me ocurre que es lo que por allí le está faltando al mediocampo. Sostener un ritmo violento durante los 90 minutos es muy complicado, casi imposible, pero tampoco se pueden permitir diferencias tan pronunciadas como lo que se observó el viernes, más allá de la remontada lógica del rival, que podía darse por mérito propio también, aunque hay una porción de responsabilidad en Colón, que se lo permitió.
Los números avalan lo que se dice. Colón es el equipo menos vencido del torneo, detrás de Boca (al que le marcaron uno) y junto a San Lorenzo (ambos con 3 goles recibidos en los 7 partidos), pero también es uno de los que menos goles hizo de los que están prendidos en la parte de arriba del torneo. Los sabaleros marcaron 8 tantos contra los 19 de Boca, 10 de San Lorenzo, 12 de Talleres, 11 de Huracán y 10 de Unión, sólo por mencionar a los que están arriba suyo. Inclusive, Argentinos, River, Lanús y Banfield, situados detrás de Colón, tienen más goles que los sabaleros.
“Nuestro objetivo nunca cambia: salimos a la cancha a ganar, buscando el arco de enfrente”, se encargan de decir todos en Colón. Y es cierto. Pero la sensación es que hay una buena solidez defensiva pero no tanto juego ni goles como para sustentar esa apreciación. Lo bueno, es que potencialmente todos, absolutamente todos, saben que Colón puede jugar mejor. Y el primer tiempo de Banfield fue la prueba.
El parte médico
El parte médico firmado por el doctor Pablo Serpentiello, médico del plantel profesional sabalero y el licenciado Norberto Gaitán, jefe del Area Salud, indica lo siguiente:
Facundo Silva: comienza la sexta semana de rehabilitación del esguince de su rodilla izquierda, incrementando sus actividades en cada entrenamiento. En los próximos días, se espera el alta médica para que el jugador retorne a los trabajos con sus compañeros.
Braian Galván: estudios realizados en el sanatorio Santa Fe mostraron un edema óseo en su pie derecho, por lo cual se halla realizando kinesiología y entrena diferenciado.
Guillermo Ortiz: presenta un traumatismo en el gemelo izquierdo. En tanto, el resto de los jugadores entrenaron con normalidad.
“El primer tiempo fue muy bueno. Arrancamos bien, presionando y jugando, tal como queremos, y era lógico que ellos harían lo suyo. En el segundo nos apretaron y no podíamos salir, aunque tuvimos nuestras situaciones. Ellos fueron más directo”. Diego Vera, delantero de Colón.