Danilo Chiapello
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Ocurrió en la rotisería PizzArte (La Rioja y 9 de Julio). Un amigo de los dueños, que pasó ocasionalmente por la puerta, evitó el desastre.
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“¿Che... vos estás en la pizzería? porque la puerta está abierta y hay un olor a gas tremendo”.
El mensaje dejó en estado de shock a uno de los dueños de PizzArte, quien estaba llevando su hijo al jardín de infantes cuando un amigo lo llamó a su teléfono celular. Eran las 7 de la mañana.
Como pudo salió a toda velocidad. Y ni bien llegó al local ubicado La Rioja y 9 de Julio comprendió la gravedad de lo ocurrido. Un fuerte olor a gas inundaba todo el inmueble.
* “Hace cuatro años que estamos acá y nunca nos había pasado nada. Pero ahora, de repente nos roban y encima dos días seguidos”, comentó hoy Agustín en diálogo con El Litoral.
El primero de los hechos ocurrió en la madrugada del jueves. “Esa noche yo llegué de viaje cerca de las 3 y tenía que pasar por acá. Apenas me acerco observo que las dos puertas del local estaban violentadas”.
Esa vez los cacos se llevaron un televisor; un teléfono celular y dinero en efectivo que había destinado al pago de proveedores.
Pero anoche la pesadilla regresó. Y con una cuota extra.
Al borde del desastre
* “Por la forma de violentar la puerta creemos que debe ser la misma persona. En este último caso nos dieron vuelta el negocio buscando plata, que obviamente no había. Igualmente se llevaron una cortadora de fiambres, un parlante y mercaderías. Aunque esta vez pasó algo terrible: nos dejaron la llave del gas abierta con el horno prendido”, comentó Agustín.
“Por suerte un amigo pasó esta mañana a las 7 por acá y me llamó por teléfono. Me dice ‘¿vos estas en la pizzería? porque está con la puerta abierta’. Me vengo urgente y me encuentro con todo revuelto y con un olor a gas tremendo. Creemos que no esto no explotó porque el horno tiene válvula de seguridad y cortó el paso”.
Hacer daño
Más adelante el comerciante sostuvo que “esto ha sido para hacer daño, porque excepto la cortadora de fiambres, no se llevaron nada de valor. Igual esto refleja la situación en la que estamos, porque no es fácil andar por la calle con una cortadora de fiambres, es una máquina muy pesada”.
Buscando alguna explicación por lo sucedido, Agustín comentó que “no tenemos problemas personales con nadie y los empleados que tenemos son los mismos desde hace años. Aquí estamos hace ya cuatro años y es la primera vez que nos roban, y encima dos días seguidos”.
Los incidentes sufridos obligaron a levantar la guardia a estos comerciantes. Al respecto dijeron que “ahora nos van a instalar la alarma y estamos esperando un herrero que viene a reforzarnos las puertas, con cadena y candado”, culminó.