Mario Cáffaro
Diputados intentará aprobar rápidamente la futura ley de leyes. La discusión más fuerte será por los retoques impositivos aún no definidos.
Mario Cáffaro
El viernes, a las 10.50, el mensaje del Poder Ejecutivo con el proyecto de Ley de Presupuesto General de Gastos y Cálculo de Recursos correspondiente al ejercicio económico 2018 ingresó a la Cámara de Diputados; cuerpo que después de varios años vuelve a ser la Cámara de origen en el tratamiento de lo que se considera la ley fundamental para el funcionamiento del Estado.
La propia Cámara había votado en septiembre una minuta pidiendo la prioridad en el tratamiento. Esta vez la Casa Gris aceptó el convite, no sin muchas dudas. En los últimos años, el Senado fue el cuerpo que en sintonía con el Ejecutivo definió los alcances del Presupuesto dejando a Diputados como convidado de piedra a la hora de las definiciones.
El Presupuesto está en Legislatura con la certeza de cómo se distribuirá el gasto e incluso con la ratificación del ambicioso plan de infraestructura pero con una gran duda: de dónde surgirán los recursos. Es que está pendiente la reforma tributaria, anunciada en grandes títulos por el gobierno central, pero todavía no plasmada en la presentación ante el Congreso. También están pendientes los recursos propios, donde ya se sabe que no podrá contar con Ingresos Brutos de extraña jurisdicción después de la declaración de inconstitucionalidad dictada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante la presentación de Bayer contra la provincia. Son 2.200 millones de pesos menos.
El Poder Ejecutivo optó por enviar el Presupuesto y sobre fines de mes elevará otro mensaje con los temas impositivos. En el equipo económico se recordó el pedido de las entidades que participan en la mesa de análisis tributario de discutir en mensajes diferentes presupuesto e impuestos. “No es lo ideal que el presupuesto no incorpore previsiones sobre reformas tributarias, pero la dinámica del año ha sido muy particular” se dijo al lado del ministro Gonzalo Saglione.
El gobernador Miguel Lifschitz había activado para este lunes la convocatoria a los legisladores del Frente Progresista para hablar de presupuesto y leyes pendientes antes de fin de año. El viaje a Nueva York para acompañar a las víctimas rosarinas del ataque del martes obligó a postergarlo para mediados de semana.
En Diputados, empezaron algunas conversaciones informales para llevar el Presupuesto al recinto antes de fin de mes. En el esquema actual no están contemplados recursos que Santa Fe reclama a la Nación por la deuda de coparticipación ni por el déficit de la Caja de Jubilaciones.
A la espera de la reforma nacional, sobre fin de mes irá a Legislatura la propuesta de actualización del Impuesto Inmobiliario, cuya definición no pasará por la comisión que conforman legisladores, funcionarios y entidades productivas. En el Poder Ejecutivo se considera que la suba del Inmobiliario es una cuestión de política tributaria general y no particular.
Pero además, en la Casa Gris ya se trabaja en la redacción del mensaje para pedir autorización para emitir otros 500 millones de dólares en títulos de deuda, para seguir avanzando con el plan de obras públicas. E incluso se activaron contactos con el Banco Mundial para líneas de crédito para pavimentar o repavimentar rutas. También para un mensaje -con características propias santafesinas- de adhesión a los cambios en el sistema de ART. Sería un camino parecido al ensayado sobre la ley Pyme, cuyos primeros resultados se verán en la próxima sesión de Diputados, donde el tema tiene prioridad en la agenda. La crónica falta de diálogo y de celos entre las dos Cámaras legislativas abre interrogantes sobre el destino de todos estos temas.
“No es lo ideal que el presupuesto no incorpore previsiones sobre reformas tributarias, pero la dinámica del año ha sido muy particular” se dijo al lado del ministro Gonzalo Saglione.