Danilo Chiapello
Un hombre que acudió al cajero automático, advirtió que las puertas de la entidad estaban abiertas. Por fortuna no se concretó ningún robo.
Danilo Chiapello
No es un capítulo de la pantera Rosa. Aunque se le parece bastante.
Todo comenzó a media tarde del sábado cuando un vecino de Guadalupe concurrió hasta los cajeros automáticos que pertenecen al Banco de Santa Fe, sucursal de Aristóbulo del Valle y Av. Galicia.
Hasta aquí una historia normal.
Pero mientras esperaba que se desocupe uno de los cajeros, el hombre se apoyó contra la puerta principal de la entidad bancaria y ¡Oh sorpresa! La puerta se abrió.
Entre el asombro y el estupor este buen hombre se asomó y comprobó, una vez más, que el lugar estaba complementamente librado a la buena de Dios.
Fue entonces cuando comunicó la situación al 911. Eran las 18.40 cuando se recibió la llamada.
Sospechando lo peor, de inmediato salieron hacia el lugar las principales autoridades de la Unidad Regional I, quienes dispusieron el cierre de toda la manzana, mientras comenzaban con las primeras averiguaciones.
La tranquilidad llegó un rato después cuando la empresa que hace el servicio de video-vigilancia (en tiempo real), confirmó que desde la tarde del viernes hasta ahora, ninguna persona había ingresado al inmueble.
Los responsables de esta empresa -que tiene sede en Rosario- agregaron que la última imagen que se observa corresponde al encargado (quien ahora deberá dar las explicaciones del caso) cuando se retira el viernes por la tarde.
El propio jefe de la URI, comisario Luis Siboldi, dispuso una estricta vigilancia de todo el lugar, hasta tanto se hagan presentes los agentes de la PDI para iniciar las investigaciones.