Danilo Chiapello
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Así lo indica un informe preliminar de Bomberos. Resta determinar si el siniestro fue provocado por la propia víctima (autoagresión) o por un tercero.
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El incendio ocurrido en la pensión ubicada frente a la terminal de ómnibus, donde murió un hombre de mediana edad, habría sido intencional.
Así lo indica un informe preliminar realizado por los peritos de los Bomberos Zapadores; texto que ya obra en poder del doctor Jorge Nessier, fiscal a cargo de este delicado asunto.
Si bien el informe confirma la intencionalidad del siniestro, resta también establecer si quien inició el fuego fue la propia víctima (en un acto de autoagresión) o si, por el contrario, hubo participación de un tercero.
Una versión inquietante
Quienes tienen a su cargo la dilucidación de este hecho analizan una versión por demás de inquietante.
Dicho rumor indica que el ahora fallecido, hace algunos días habría estado involucrado en un violento hecho, el que culminó con un familiar (sería una mujer) con lesiones de arma blanca.
Este episodio mereció la atención de los pesquisas que ahora también analizan una serie de mensajes que el infortunado habría hecho llegar a la persona con quien tuvo aquel altercado.
A su vez otras fuentes dejaron trascender que aquella fatídica mañana del incendio, habría sido visto un sujeto que ingresó al pensionado llevando consigo un bidón con nafta. Esta última especie abonaría la teoría de la participación de un tercero.
Fuego, explosión y derrumbe
* La mañana del martes 14 del corriente, minutos antes del mediodía, un fuerte estallido sobresaltó a los vecinos que residen en la zona de Hipólito Irigoyen y Belgrano, frente a la terminal de ómnibus.
Segundos después una moza del tradicional café y bar Super Grill, que se ubica en dicha esquina, salió hasta la vereda para pedir auxilio a los gritos. En su desesperación la mujer daba cuenta de un incendio.
En efecto, el siniestro se había producido en la parte posterior del bar, donde se ubica un irregular complejo de habitaciones que están en alquiler.
Fue justamente en uno de esos cuartos, el que ocupaba un hombre de unos 40 años aproximadamente, donde se originó el incidente.
Según las primeras versiones todo comenzó cuando la cama en la que descansaba este hombre se prendió fuego. Las llamas tomaron el colchón y rápidamente se propagaron hasta una garrafa que terminó estallando.
Como consecuencia de la deflagración se produjo el derrumbe de gran parte de la mampostería. En cuestión de segundos todo el lugar se había convertido en una trampa mortal.
En ese contexto momentos de gran dramatismo vivieron los demás inquilinos que, por un rato, se vieron acorralados por el derrumbe.
Finalmente todos ellos (un grupo de hombres, mujeres y niños) lograron escaparse a través de los techos que comunican con el restaurante.
No está identificado
Los primeros bomberos que ingresaron al inmueble se encontraron con un panorama aterrador.
Dentro de la habitación donde se había originado el siniestro, tendido sobre la cama y boca abajo, fue hallado el cuerpo sin vida del ocupante del cuarto; un hombre de unos 40 años aproximadamente.
El fiscal interviniente ordenó una serie de medidas tendientes a identificar a la víctima, las que no pudieron arribar a buen puerto debido al alto deterioro que presentaba el cadáver (carbonizado) por la acción del fuego.
Así las cosas se dispuso entonces tomar muestras de ADN, las que serán cotejadas con algunas personas que se estima son familiares del occiso.