Danilo Chiapello
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Ingresaron a una distribuidora y golpearon al empleado. Fracasaron en su intento por abrir una caja fuerte. Fueron capturados cuando escapaban.
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La Pantera Rosa no descansa.
Hace una semana, dimos cuenta de lo ocurrido en una entidad bancaria local que, por un descuido de un empleado, quedó todo el fin de semana con sus puertas abiertas.
Y ahora otro hecho insólito ocurrió en Monte Vera, donde varios delincuentes se valieron de un vehículo, armas de fuego y hasta una máscara de payaso para atacar un comercio, del que solo robaron un teléfono celular.
* Respecto de este último hecho, quien cargó con la peor parte fue un joven, de 19 años, empleado de una distribuidora ubicada en Belgrano y San Luis, de Monte Vera.
El muchacho se disponía a abrir el negocio cuando fue sorprendido por varios sujetos, que aparecieron armados y encapuchados. Lo llamativo es que uno de los malvivientes cubría su rostro con una máscara de payaso.
El trabajador fue maniatado y encerrado en un baño por los rufianes que también le aplicaron algunos golpes de puño. Por si fuese poco, se quedaron con el teléfono celular de la víctima.
Una vez logrado el control del lugar, los intrusos se abocaron a abrir una caja fuerte. Tras varios minutos de “lucha”, los ladrones fracasaron en su intento, motivo por el cual decidieron darse a la fuga a bordo de un Chevrolet Corsa.
Es de hacer notar que mientras los delincuentes “peleaban” con la caja fuerte, un allegado a la firma llegó al lugar y advirtió lo que estaba sucediendo, por lo que el aviso a la policía no se hizo esperar.
Las primeras informaciones indican que enterada del caso, la policía desplegó un operativo policial que terminó en el norte de la ciudad de Santa Fe, más precisamente en la zona de Blas Parera al 9200, donde el vehículo en cuestión fue interceptado.
A bordo del automóvil venían tres hombres (de 33, 35 y 38 años) y una mujer, de 21. En poder de éstos se halló una pistola calibre 22, marca Colt, con cargador con 15 cartuchos intactos; un handy de mano; una máscara de payaso y un teléfono celular cuyas características coinciden con el sustraído a la víctima.
Allegados a la pesquisa comentaron que los autores del frustrado golpe demostraron ser bastante torpes, como así estar mal “dateados”, por cuanto en el negocio en cuestión no se maneja dinero en efectivo.