Redacción de El Litoral
Si no hay novedades en cuanto a lesionados, se caen de maduro las dos modificaciones para recibir el viernes a Belgrano. ¿Qué pasará con Brítez?
Redacción de El Litoral
Con los retornos de Damián Martínez y Yeimar Gómez Andrade, seguramente Madelón pondrá el equipo estable y titular que jugó buena parte de los encuentros de este gran arranque de campeonato que tuvo Unión, a pesar de que deberá esperar la recuperación de Nelson Acevedo, que se retiró con una contractura en el isquiotibial de la pierna izquierda.
De tal manera, en una semana que no será tan importante para trabajar, respecto de la cantidad de días, el panorama se abre para que el técnico realice dos modificaciones en el fondo, con las salidas de Brítez (que será suspendido por su expulsión) y Blasi.
Por lo tanto, las posibilidades para que jueguen Nereo Fernández; Martínez, Gómez Andrade, Bottinelli y Bruno Pittón; Zabala, Acevedo, Mauro Pittón y Fragapane; Gamba y Soldano, son crecientes. Es la formación que estaría rondando por la cabeza de Madelón, siempre que no surja una sorpresa con algún jugador que pueda estar lesionado o con problemas físicos. Por eso, la alerta parece centrarse en Nelson Acevedo.
¿Y Brítez?
Los dirigentes de Unión esperaban saber el informe del árbitro Baliño de la expulsión de Emanuel Brítez, cuando el partido estaba 2 a 2, en Paraná:
* 1) “Ayudan” las declaraciones de Martín Rivero, su ex compañero, con quien se produjo el forcejeo que terminó en la falta a favor de Unión y la expulsión de Brítez, quien cuando caía le aplicó, presuntamente, un codazo en el rostro. Rivero dijo que fue una circunstancia propia del partido, que es cierto que sintió el golpe pero que no sabe si fue con el codo o con la mano y que “con el ‘Negro’ está todo bien, nos conocemos mucho y tenemos un afecto mutuo”.
* 2) Ahora los informes son redactados por los cuatro árbitros. De hecho que quién puede dar una certeza es Mariano Duas, el asistente 2, quien levantó de inmediato la bandera para marcarle la falta de Rivero y la supuesta reacción de Brítez.
* 3) También estarán muy atentos al informe de Paolo Goltz en el partido Central-Boca. Goltz agredió sin pelota a un jugador rival y fue expulsado pero por doble amarilla, cuando en realidad correspondía roja directa. No sólo se trató de una equivocación de Loustau, el juez del partido, sino que es un antecedente que puede tomarse como válido. Teóricamente, Goltz debería ser sancionado por una fecha ya que fue doble amarilla, pero si a Brítez lo castigan con severidad, indudablemente no habrá un criterio justo y de igualdad frente a ambas situaciones.
* 4) Tampoco son malos los antecedentes inmediatos, ya que si bien a Brítez lo echaron en 11 oportunidades en más de 160 partidos que lleva jugados en Unión, durante este año no vio ninguna vez la tarjeta roja: lo expulsaron por última vez en noviembre del año pasado.
* 5) De todos modos, los directivos rojiblancos creen que más allá de todas estas cuestiones que, naturalmente, serán intensificadas en la defensa que se hará del jugador, la sensación es que Brítez no se “salvará” de dos fechas. “Es roja directa y veremos qué se pone en el informe. Si dice que le aplicó un codazo, se complica; si cuenta que fue un golpe producto de un forcejeo en la disputa del balón, puede cambiar”, comentan los dirigentes rojiblancos.
¿Habrá amistoso?
Luego del partido del viernes ante Belgrano (se jugará en el 15 de Abril a las 17), el plantel de Unión tendrá el fin de semana libre y luego iniciará el lunes 4 de diciembre una semana de entrenamiento hasta el sábado 9 y recién ese día se irán de vacaciones hasta el 3 de enero.
“Darles un mes de vacaciones es una barbaridad. Estamos viendo la posibilidad de jugar un amistoso. Pensamos en San Lorenzo, que también adelanta el partido de la fecha 12 con Atlético Tucumán como nos pasó a nosotros con River, peso se ‘bajó’. Sería bueno armar un partido para darle competencia al plantel y me gustaría mechar algunos jugadores que no tuvieron rodaje, con los que están jugando, como es el caso de Balbi, por ejemplo”, dijo Madelón después de la victoria del sábado en Paraná.
Por lo pronto, el plantel se entrenará todos los días desde el lunes hasta el sábado, se verá la posibilidad de armar un amistoso y también se hará algo de fútbol, como para que se haga más llevadera una semana que será atípica, porque ya no habrá competencia (Unión ya disputó el partido de la fecha 12, adelantando ante River).
El plantel retornará al trabajo el 3 de enero y partirá hacia Mar del Plata para iniciar el lunes 8 la parte más dura de la pretemporada, que contemplará la realización de tres amistosos, por lo menos.
Un rival al que no le hacen goles
Después de un comienzo titubeante, Belgrano parece haberse recuperado y de la mano de Lavallén lleva tres partidos sin derrotas y 16 puntos en el torneo.
De todos modos, de los 10 partidos disputados por la Superliga 2017/2018, a Belgrano no le convirtieron goles en siete. De esta manera, el arco defendido por Lucas Acosta es, junto al de Marcos Díaz, de Huracán, el que más veces consiguió mantener la valla invicta. Precisamente, en el arco está una de las grandes virtudes individuales que tiene el equipo celeste.
Desde lo estratégico, cambiaron algunas cosas y para bien. Con Gallego Méndez, el equipo tenía una obsesión por la presión alta, sobre la salida del rival. Con Lavallén, la idea es esperar un poco más atrás y dosificar el esfuerzo.
Unión se va a encontrar, el viernes, con un rival que seguramente planteará un partido duro en el medio y que tiene una defensa sólida y a la que cuesta doblegar.
El “bendito” partido con River
Madelón descargó duro contra la Superliga, tanto después del partido con Chacarita, como el sábado en Paraná. “No hablé después de River porque iba a tirar una bomba y preferí callarme”, dijo el entrenador rojiblanco.
La verdadera historia del partido con River fue que la policía se negó contundentemente a armar el operativo policial el fin de semana del 9 y 10 de diciembre en Capital Federal. Frente a esto, Superliga debió reprogramar estos tres partidos y los seis equipos involucrados (River, Unión, Vélez, Godoy Cruz, San Lorenzo y Atlético Tucumán), en mayor o menor medida pudieron verse “perjudicados”.
La dirigencia de Unión hizo ingentes esfuerzos para tratar de que el partido contra Patronato se juegue el domingo o el lunes, pero no se pudo por razones de fuerza mayor y no por capricho de algunas de las instituciones a las que también se les iba a cambiar el partido.
“Entre el miércoles a la noche que terminó el partido con River hasta el sábado a la tarde que jugamos contra Patronato, lo único que hicimos fue descansar. No hubo tiempo para entrenar”, dijo el profesor Mariano Lisanti, luego del encuentro en Paraná. El equipo, desde lo físico, rindió de una manera impecable en los tres partidos que jugó en seis días, prueba evidente de lo bien preparado que está.
“Levantaban a nuestros chicos del cuello”
El profesor de educación física Emanuel Moyano, perteneciente a la escuela de niños de Strobel que estuvieron presentes y fueron agredidos salvajemente por barras de Patronato, hizo declaraciones y contó lo ocurrido el sábado, en ocasión del partido entre Patronato y Unión, jugado en el Presbítero Grella.
“Estábamos tranquilos, disfrutando el partido. Para la mayoría de los chicos era una experiencia única, por primera vez pisar un estadio y ver un partido de Primera División. Sorpresivamente, de un momento para otro cayeron 50 tipos a la tribuna donde estábamos nosotros y empezaron a atacarnos salvajemente”, cuenta Moyano en El Diario de Paraná.
“Vivimos en carne propia cómo levantaban a nuestros chicos del cuello. Al entrar a la cancha como mínimo había 60 policías. La barra brava estaba enfrente, en la tribuna Grella. Bajaron, caminaron hasta la tribuna Ayacucho donde estábamos nosotros. No sé dónde estaban los policías, que desaparecieron hasta cuando nosotros llegamos a la entrada. Ahí empezaron a defendernos. Mientras tanto, nos cubríamos como podíamos”, relató el coordinador de la delegación a TyC Sports.
Sobre las lesiones, acotó: “Fuimos ocho personas al hospital, siete de ellas menores. Al mayor le rompieron la nariz, le dejaron la cara totalmente desfigurada. Un chico tuvo que ser cosido, mientras que a otros debieron realizarles placas y estudios en el tórax por las patadas que recibieron”.
“Los chicos cuando bajaron lloraban desconsoladamente en los brazos de los padres. Decían que no querían saber más nada con ir a una cancha de Primera División”, completó.