El Litoral
Donald Trump, urgió a la primera ministra británica, Theresa May, a preocuparse por el "terrorismo" en el Reino Unido, agravando un impensado conflicto entre aliados luego de que la premier lo cuestionara por retuitear videos anti musulamnes de un grupo ultraderechista británico.
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Télam
Desafiante ante las críticas, el presidente estadounidense, Donald Trump, urgió a la primera ministra británica, Theresa May, a preocuparse por el "terrorismo" en el Reino Unido, agravando un impensado conflicto entre aliados luego de que la premier lo cuestionara por retuitear videos anti musulamnes de un grupo ultraderechista británico.
"No se preocupe por mí, preocúpese por el Terrorismo Islámico Radical que está teniendo lugar en el Reino Unido", tuiteó el presidente republicano en la madrugada del jueves.
El miércoles, Trump generó indignación en el Reino Unido y en Estados Unidos al replicar en su cuenta de Twitter videos de una de las líderes de Gran Bretaña Primero, un grupo de extrema derecha, que pretenden mostrar a musulmanes cometiendo actos de violencia. Un vocero de May respondió casi de inmediato que estaba "mal" que el presidente hubiera hecho eso.
En una sesión de urgencia en la Cámara de los Comunes para discutir la polémica, la ministra del Interior, Ambar Rudd, avaló este jueves a la jefa de gobierno conservadora y dijo que fue "un error" que Trump retuiteara los videos de Gran Bretaña Primero.
La líder política afirmó que su gobierno "no tolerará a ningún grupo que propague el odio" al tiempo que indicó que "los ciudadanos británicos rechazan de manera abrumadora los puntos de vista que defiende la extrema derecha", informó la agencia de noticias EFE.
Al tiempo que consideró "un error" que Trump reenviara en la red social Twitter los polémicos videos, Rudd admitió lo "valiosa" que es la relación existente entre su país con Estados Unidos.
Gran Bretaña Primero es "una organización extremista que busca dividir a las comunidades mediante el uso de una narrativa de odio que propaga mentiras y aviva tensiones", indicó Rudd.
Varios políticos de primera línea del Reino Unido criticaron a Trump por retuitear los videos, y el arzobispo de Canterbury, máximo líder de la Iglesia de Inglaterra y de los anglicanos del mundo, Justin Welly, dijo que era "particularmente perturbador" que el mandatario "eligiera amplificar la voz de extremistas de derecha".
Los tuits también reeditaron pedidos para cancelar una visita de Estado de Trump al Reino Unido, que según ambos gobierno ya está acordada pero aún no tiene fecha.
El alcalde de Londres, el laborista y musulmán Sadiq Khan, quien ya este año había llamado a suspender este "viaje imprudente", dijo hoy que Trumo no es bienvenido en el Reino Unido.
"Resulta increíble que el presidente de nuestro aliado más estrecho no vea que su apoyo a este grupo extremista socava activamente los valores de tolerancia y diversidad que hacen tan grande a Gran Bretaña", dijo el alcalde.
"Luego de este incidente, queda cada vez más claro que cualquier visita oficial del presidente Trump a Gran Bretaña no será bienvenida", agregó.
En esta misma línea se manifestó también el líder del partido Liberales Demócratas, Vince Cable, al tildar a Trump de "racista malvado" y opinar que la invitación para que visite este país debe "retirarse".
Los videos habían sido subidos a Twitter por la política Jayda Fransen, integrante de Gran Bretaña Primero, y llevaban por título "Migrante musulmán golpea a niño holandés en muletas", "Musulmán destruye estatua de la Vírgen María" y "Horda musulmana arroja a adolescente desde un tejado y lo golpea hasta matarlo".
Fransen fue condenado el año pasado por "hostigamiento religioso agravado" y obligada a pagar una multa por insultar a una mujer musulmana que caminaba por la calle con el velo islámico.
La embajada de Holanda en Washington informó ayer que el hombre al que se identifica como agresor de un holandés en uno de los videos no es un migrante, sino que "nació y se crió en Holanda" y fue condenado y cumplió su sentencia bajo la ley holandesa.
El canciller británico, Boris Johnson, dijo por Twitter que Gran Bretaña Primero "no tiene lugar" en la sociedad británica.
Diputados opositores fueron más duros en sus críticas, y el líder del partido Laborista, Jeremy Corbyn, calificó los retuits de "aborrecibles" y "peligrosos".