Trabajar en serio hasta la risa

A partir del taller de teatro de Raúl Kreig, Lisandro Ruiz y Santiago Rico, llevan a escena su versión de “Inestable”, de Andrés Caminos y Gadiel Sztryk, que tal como explican llegó a ellos como “una herramienta de entrenamiento actoral y nos fuimos dando cuenta de las posibilidades que nos daba la temática de los miedos para poder empezar a crear una propuesta”. “Estrellados (o la insoportable gravedad del ser)” es el resultado de ese proceso que llega este domingo desde las 21.30, a la Sala Marechal del Teatro Municipal. Las entradas tienen un valor de 150 pesos y están a la venta en la boletería de San Martín 2020.

La dirección actoral y supervisión general de la puesta están a cargo de Kreig; con la asistencia de dirección de Camila Creus y Lucas Ruscitti. La adaptación del texto es de Lisandro Ruiz, que también tuvo a su cargo la puesta en escena, junto a Santiago Rico. El vestuario y la escenografía son de Lucas Ruscitti. Desde el grupo “agradecen al dispositivo teatral de Raúl y de la Sala La 3068, que son el marco en el que uno puede desplegar sus inquietudes artísticas y teatrales”.

A pulmón

“Primero armamos una escena que duraba 10 minutos, en una condensación que funcionó muy bien en las muestras del taller de teatro de Raúl Kreig, pero que también nos divertíamos mucho trabajando muy seriamente sobre una perspectiva cómica”, explican los hacedores. Y agregan que “lo interesante de la puesta es encontrarse con un texto que toca temas tan duros y fuertes como son los miedos y la muerte, pero termina generando una catarata de risas y carcajadas en el público”.

“A la hora de armar el espectáculo no nos cansamos de soplar, a puro pulmón, con la insistencia del deseo en el rodeo de las dificultades. Ese es el secreto del armado de la obra y lo que nos ha trasmitido Raúl Kreig a lo largo de los años: El teatro es algo muy serio en lo que se pone mucho empeño y trabajo. En este caso es lo serio, para no parar de reír”.

Estrellados

León y César, cuya relación se desconoce, mantienen un vínculo alienante. Uno es el complemento ideal para la inestabilidad del otro. Parecen estar unidos más por el espanto que por el amor. Vivencian todo lo externo como amenazante y atemorizante. Cualquier cosa puede ser una catástrofe para estos personajes. Viven atemorizados y defendiéndose de todo. Enredados en la melancolía de sus recuerdos se vuelven incapaces de amar y de desear.

En el transcurso de la obra, los personajes se van dando cuenta de que el tiempo se les va y que por más que se defiendan, algún día la muerte les va a llegar.

El miedo, la angustia y la obsesión por situaciones absolutamente cotidianas, son ejes fundamentales dentro de la puesta de “Estrellados”, que busca la identificación del público con esta temática, llevándolo a límites impensados.