Juan Carlos Haberkon
Javier Díaz
Para “Cachito” Roteta, el título fue “producto de un proceso que, como todos, tuvo algunas piedras en el camino, pero en el cual se pudo mantener una línea”.
Juan Carlos Haberkon
Javier Díaz
Se sufrió, se trabajó, se consiguió y se festejó. Costó demasiado, pero finalmente El Quillá tuvo su gran premio. Lo coronó como debía ser, en el último suspiro de una final agónica, que terminó desatando una alegría inusitada.
El final es historia conocida y los ecos todavía resuenan. Aunque no todos conocen que detrás hubo un trabajo persistente que comenzó hace más de diez años. Para repasarlo, Pasión Liga dialogó con Carlos Roteta, el padre de la criatura, el que ideó todo y tuvo que superar varios vaivenes para llegar a este éxito que tantas veces se le negó.
Llegó a El Quillá en 1996 para poner en marcha un deporte sin tradición en una institución en la que otras disciplinas dominaban la escena. Lo metió en la Liga Santafesina de Fútbol y lo llevó a la máxima categoría; se alejó para hacer otras experiencias y a su regreso debió enderezar el rumbo que terminó llegando a buen puerto.
“Esto es producto de un proceso que, como todo, tuvo algunas piedras en el camino pero en el cual se pudo mantener una línea fijada desde hace varios años. Mi idea siempre fue ser un club formador y este año llegamos a consagrarnos con una gran amplitud de chicos que se formaron en las divisiones inferiores”, dijo.
Fue lo primero que eligió destacar, porque refleja a las claras la composición de un plantel que se tomó casi como algo personal la necesidad de ser campeón. “Se logró conformar un equipo con un gran sentido de pertenencia y una enorme amistad entre ellos, creo que ahí estuvo la base”, agregó.
En ese mix, consideró fundamental “la presencia de algunos líderes positivos” que guiaron a los más jóvenes y los convencieron de que se podía. “Si vos tenés cuatro o cinco jugadores de experiencia que son los primeros en llegar a los entrenamientos, que son los que más se exigen, a los otros no les queda más alternativa que seguirlos”.
Confianza ciega
La pregunta lógica para el DT es si pensó que otra vez se podía escapar el título sobre el final. Es que El Quillá debió sufrir algunas frustraciones cuando parecía que tenía todo para festejar y lo mismo le ocurrió en este mismo torneo. Su respuesta también suena tan lógica como sincera. “No, tenía mucha fe en este equipo”.
“Hicimos 42 puntos al igual que Ateneo y eso siempre es meritorio. A lo largo del torneo siempre estuvimos bien, pero también es cierto que tuvimos obligaciones permanentes porque nosotros ganábamos pero también lo hacían los de abajo. Eso nos llevó a no jugar del todo bien en la última parte del año”, explicó.
Pero todo cambió en la previa de la final, cuando el plantel le dio señales que lo dejaron tranquilo: “Para el partido con Ateneo noté otro ánimo de los chicos y se vio desde el mismo lunes en que empezamos a prepararnos. Hubo un gran apoyo de todo el club y eso nos dio un plus final para entrar al partido concentrado en lo que teníamos que hacer”.
“Nosotros hacemos diagnósticos de los partidos y creo que uno de los mayores méritos que puede tener un DT es convencer a sus jugadores de lo que tienen que hacer para ganar un partido. Me parece que en este caso desde el martes ya sabíamos cuáles eran los caminos y los jugadores estaban convencidos”, añadió a la fundamentación.
Futuro en marcha
Ahora se vienen grandes cosas para El Quillá, compromisos que generan orgullo y dan prestigio, pero también provocan una responsabilidad que se debe asumir. A todo esto lo sabe Roteta y no teme en aceptarlo.
“Vamos a participar en la Copa Santa Fe y en el Torneo Federal C, pero la idea es seguir haciéndolo con toda la seriedad que requiere el caso porque queremos seguir peleando arriba la Liga local”.
Su trabajo será fundamental, mantener competitivo y comprometido al plantel también; pero habrá que sumarle una pata más. “Veremos con qué apoyo dirigencial nos encontramos y también con qué aportes económicos, porque lógicamente los gastos no son los mismos. Lo que se viene nos obliga a contar con un apoyo mayor de la institución, creemos que va a pasar así pero será cuestión de tener distintas reuniones y ponernos de acuerdo”, reconoció el entrenador.
“Necesitamos apoyo de la gente del club y que entienda que si bien nosotros somos un equipo amateur lo que se viene tiene que ser tomado con la mayor seriedad. Esto no es una imposición, pero es que nosotros y los jugadores sabemos que si las cosas se hacen bien, tenemos todo para hacer un buen torneo”, completó.
“Lo que se viene puede servir para las próximas generaciones, porque hay jugadores grandes que están en el final de su carrera, con un gran sentido de pertenencia, que se quieren ir del fútbol dejando algo grande para el club”. Carlos Roteta. Entrenador de El Quillá.
La base está
Consultado por el armado del plantel para un 2018 con triple competencia, “Cachito” Roteta indicó que no exigirá la llegada de refuerzos, aunque buscará alternativas para ampliar la base con la que cuenta. Hay algo que tiene en claro: “Incorporar porque sí es algo que no vamos a hacer, porque tampoco queremos tapar a los chicos que vienen trabajando en las inferiores”.
Más que un hincha
Aunque se dice un hincha más, está claro que no lo es. Germán “El Padrino” Poch conforma un reducido grupo de personas que trabajan denodadamente por el desarrollo del fútbol en El Quillá y realizaron un aporte grande para lograr el campeonato. Desde ese rol, se acercó junto a “Cachito” a la redacción de El Litoral para dialogar de lo pasado y lo que se viene.
Estos fueron los conceptos que dejó:
— “Uno siempre estuvo acompañando el desarrollo del fútbol, en algún momento como presidente de la subcomisión y ahora desde afuera, como hincha. Siempre acompañando al entrenador de turno y junto a un grupo de grandes personas como ‘Pachi’, ‘Dolfo’, el ‘Turco Chemes’, el ‘Tano’ Piccinino, Felizia, por nombrar a algunos”.
— “Creo que el club acertó en todo el trabajo que se hizo en la semana previa a la final, porque sirvió para que los jugadores y el cuerpo técnico llegaran muy tranquilos. Para los que lo vivimos como hinchas no fue así, estuvimos toda la semana nerviosos y con mucho sufrimiento”.
— “La final fue increíble porque si bien estábamos preparados para una gran fiesta no pensábamos que iba a ir la cantidad de gente que terminó yendo. Hubo un comportamiento correcto de las hinchadas”.
— “La idea es comenzar a convocar a más gente para trabajar y juntar fondos para solventar todo lo que se viene”.