Juliano Salierno
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Es el objeto más caro que le robaron de su casa del barrio privado El Paso. La joya estaría valuada en más de 70.000 dólares.
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Un hombre de unos 50 años, delgado y de tez blanca bajó de una moto y se acercó al apoderado de Carlos Delfino para entregarle un paquete. “Esta caja es de tu cliente”, le dijo el desconocido que, aprovechando el momento de confusión y sorpresa, subió nuevamente al vehículo y desapareció. El encuentro se produjo el domingo 12 de noviembre, cuando caía la tarde, en las inmediaciones de un comercio de la zona de countries de Santo Tomé. Y en el interior del paquete había un reloj de oro, cuya caja llevaba impresa la inconfundible firma de Diego Armando Maradona.
La joya desaparecida entre fines de abril y principios de mayo de la casa que tenía el basquetbolista en el Club de Campo El Paso, era el objeto más preciado, junto con la medalla de bronce de las olimpiadas de Beijing 2008, que Delfino denunció como robadas. Se trata de un ejemplar edición limitada de la casa de relojería suiza Hublot, denominado “Big Bang King Gold Maradona” y cuyo valor se estima en más de 70.000 dólares, según fuentes consultadas.
El curioso episodio quedó reflejado en un escrito que el Dr. Hugo Benuzzi, apoderado legal de Delfino, presentó el martes 14 de noviembre a las 8 de la mañana ante la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Carolina Parodi. Ese mismo día la funcionaria tomó una declaración testimonial pormenorizada al involuntario testigo, a los fines de indagar en la mecánica de la entrega; y citó al damnificado para que reconociera el artículo y luego le fuera devuelto.
Allanamiento y aparición
En cuanto al motivo de la aparición del reloj, el propio Benuzzi reconoció que una semana antes había formulado declaraciones en un programa de radio en el que reveló que se había activado un GPS de uno de los objetos robados y que estaban a punto de dar con el lugar donde lo escondían.
En tanto, para la fiscal Parodi, la aparición de la joya se produce “sugestivamente cuando estoy pidiendo allanamientos al personal de la empresa de seguridad” que custodiaba el country. “El mismo día 14 de noviembre a las 8 de la mañana (Hugo) Benuzzi comparece con Carlos Delfino a contarme que una persona se lo entregó en un almacén” de la zona de countries, completó.
El lunes 13 de noviembre la fiscal solicitó allanamientos que fueron ordenados al día siguiente -14 de noviembre- por la jueza en lo Penal, Sandra Valenti, y cuyos resultados “dieron negativo en todos los casos”, confirmó Parodi.
La versión judicial fue confirmada esta semana por el Dr. Benuzzi, que recordó la sorpresa que le causó la situación. “Estaba en una verdulería cuando se me acercó una persona que me dice algo así como ‘esto es tuyo’ o ‘esto de un cliente tuyo’”, recordó el apoderado. “Cuando me pongo a abrir el envoltorio el tipo se fue y no pude identificarlo ni me percaté si estaba solo o acompañado”, sostuvo.
Vecinos sospechosos
El representante legal de uno de los nombres rutilantes de la “Generación Dorada” del básquetbol nacional, recordó que en total fueron robados una decena de relojes, que estaban en tres braceras completas, donde sólo dejaron uno, de los menos cotizados. También aportó que allá por mayo, cuando se produjeron las primeras requisas en casas de vecinos del country -la pista principal apunta al ingreso de chicos a la propiedad-, ya había aparecido un reloj, junto con ropa deportiva, gorras y artículos de electrónica que Delfino reconoció como propios. Días más tarde, otro reloj, en este caso una réplica de un costoso ejemplar, apareció tirado y destrozado en el bulevar principal del barrio cerrado.
“Este sería el tercero en aparecer” y aún resta hallar “un reloj marca Adidas” también valuado en un monto importante y en dólares. En tal sentido, el profesional volvió no sólo a la referencia de los GPS con el que cuentan este tipo de máquinas sofisticadas, sino que además “los relojes más importantes estaban bloqueados porque tienen chips” y su robo fue denunciando ante los fabricantes.