Mañana se conocerá el veredicto por el crimen de un empresario

Redacción de El Litoral

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Télam

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5, integrado por los jueces Fátima Ruiz López, Adrián Pérez Lance y Rafael Oliden, comunicará su decisión a las 9 en el sexto piso de la sede judicial ubicada en Talcahuano 550 de la Capital Federal.Además, antes de la lectura del veredicto, se le permitirá al imputado, Santiago Corona (35), hacer uso de su derecho a pronunciar sus “últimas palabras”.

La audiencia tendrá lugar luego del cuarto intermedio dispuesto por los magistrados tras la última audiencia, realizada el 1 de diciembre, cuando la fiscalía y la defensa del acusado expusieron sus alegatos finales.
En esa oportunidad, tanto el fiscal del juicio, Juan Fernández Buzzi, como los abogados de las dos querellas, una por cada hija de la víctima, pidieron prisión perpetua para el imputado, al considerarlo coautor de ‘homicidio agravado por alevosía‘.Según los acusadores, quedó probado que tanto Corona, quien era yerno del empresario, como el carnicero de nacionalidad paraguaya prófugo Raúl Fernández Torres (51), planificaron y concretaron el crimen.

“Lo planearon, lo pensaron y lo hicieron”, dijo Buzzi al momento de dar por probada la coautoría material del asesinato en manos de Corona y del carnicero.

Ante las cámaras

Es que ambos quedaron grabados el día del crimen por cámaras del edificio de la calle Aranguren 36 cuando manipulaban en el ascensor el cadáver envuelto en sábanas y lo llevaban hasta el baúl del auto de una de las hijas de la víctima, estacionado en el garaje.

El abogado Alejandro González Nava, quien representa a Giselle Fernández, la menor de las hijas del empresario, afirmó en su exposición que quedó “claramente plasmado que esta persona que está sentada delante mío (por Corona) es un siniestro asesino”.

Antes de pedir la pena máxima, señaló que “el móvil fue claramente económico” y que “el crimen perfecto no existe, y menos aún ejecutado con tanta torpeza”.

Tras esa exposición fue el turno de los abogados Matías Morla e Ignacio de Franco, que representan a Natalia Fernández, quien además de ser la hija mayor de la víctima era la esposa de Corona al momento del hecho, con quien tiene dos hijos.

De Franco adhirió en todo a la acusación de la primera querella y a la hora de pedir la pena solicitó que, además de la alevosía, el homicidio sea agravado “por codicia”.

Luego, el defensor particular de Corona, Rubén Ruidíaz, alegó que los acusadores están “equivocados”, ya que según él “no existen pruebas que acrediten la presencia” de su asistido en el departamento donde ocurrió el crimen.

En relación a la calificación de alevosía, consideró que como “ya no había confianza” con su asistido, Fernández Montes “no podría haber bajado la guardia” ante un ataque, lo cual echa por tierra un posible estado de indefensión de la víctima, por lo que solicitó la absolución del acusado.

El crimen

Fernández Montes, nacido en España, fue visto con vida por última vez el 21 de enero último, cuando salió de su casa para ir a su trabajo y regresó al mediodía.

La clave para esclarecer el caso estuvo en las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio, en las que se observa cómo el presunto asesino ingresó al edificio a las 9.04 y esperó tres horas la llegada del empresario.

Corona fue captado por las cámaras ingresando al mismo lugar a las 12.54, y a las 13.45 se ve a dos sospechosos cargando el cadáver en el baúl del auto que usaba la víctima, un Suzuki Fun negro, con el que escaparon.

El auto apareció incendiado en Esteban Echeverría, mientras que el cadáver calcinado fue hallado al día siguiente en Cañuelas.

Debido al estado de los restos carbonizados, se efectuó en febrero una reautopsia pero en esta operación los expertos del Cuerpo Médico Forense (CMF) no pudieron determinar la mecánica del crimen.