El Litoral
Volvió a vivir. Literalmente: un preso español de 29 años se despertó en la morgue cuando le iban a realizar la autopsia después de haber sido dado por muerto.
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Clarín.com
El caso ocurrió el último domingo en la prisión de Villabona, cerca de Oviedo, norte de España, cuando los guardiacárceles encontraron a Gonzalo Montoya desvanecido en su celda tras un intento de suicidio con pastillas. Al parecer, los tres médicos que examinaron al recluso, detenido por robo de chatarra, "observaron que no tenía signos vitales".
El "cadáver" fue llevado unas dos horas después al instituto de medicina legal de Oviedo, adonde le iban a realizar la autopsia. Y entonces ocurrió lo inesperado: apenas lo sacaron de la cámara frigorífica, los operarios de la funeraria y el auxiliar de autopsias se dieron cuenta que el cadáver se movía dentro de la bolsa y además emitía ronquidos.
El "resucitado", que está casado y tiene cinco hijos, pidió un cigarrillo al despertar y fue inmediatamente trasladado al Hospital Universitario de Asturias, donde se recupera bajo custodia policial.
"El recuerda por último cuando lo estaban sacando de la bolsa para subirlo a la mesa y hacerle la autopsia. Lo metieron en la bolsa, lo trasladaron en una funeraria hasta llevarlo a la autopsia. Me lo metieron en la congeladora y luego, cuando le iban a hacer la autopsia, ya marcado, al sacarlo de la bolsa para ponerlo encima de la camilla, mi hijo dio señales de que estaba vivo, se movió y roncó. Ahora mi hijo tiene tocado un poquito el riñón, tiene neumonía y le han sacado un montón de líquido de la espalda. Está completamente desfigurado, muy hinchado", relató a los medios su padre, José Carlos Montoya, quien estudia demandar a la cárcel y al juez que decidió enviarlo a la morgue.
Algo similar dijo Catia, su mujer: "Lo primero que recuerda es que estaba dentro de una bolsa negra. Como no podía hablar, empezó como a hacer rugidos. Entonces un médico comenzó como a notar los rugidos y abrió la bolsa cuando lo tenían ya para hacerle un autopsia y el médico se asustó mucho. Mi marido se puso a chillar y a sacar los brazos fuera de la bolsa y luego comenzaron a ponerle aparatos y medicamentos para recuperarlo".
La administración penitenciaria y el gobierno regional de Asturias abrieron sendas investigaciones para analizar lo ocurrido.