Enrique Cruz (h)
“Que nadie piense que porque traigamos dos o tres refuerzos de jerarquía, vamos a ser el mejor equipo del mundo”, dijo el entrenador rojiblanco.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Mar del Plata)
Varias veces lo escribí, pero en este caso lo que abunda no daña: Unión es el lugar en el mundo de Madelón. Es así, sin negar lo que hizo como jugador en otros equipos (San Lorenzo y Central por mencionar dos casos) o como entrenador (Gimnasia u Olimpo). Pero Unión es otra cosa para Leo. Mucho más en este momento en el que desde aquella decisión que se tomó a fines de 2013 de provocar su retorno al club, que quizás algunos miraron de reojo y sin tanta confianza, el equipo y el club- nunca dejaron de crecer.
Conversó unas palabras con Cristian Bragarnik, quien llegó a la Feliz y fue a ver a Unión al Puerto ante Aldosivi, y luego mantuvo una larga charla en la que habló de todo y dejó en claro que va a esperar a Fabián Bordagaray contra viento y marea, y aún a sabiendas de que Defensa y Justicia no tiene muchas ganas de largarlo. Pero hay algo quizás la confianza de su representante- que lo lleva a suponer que finalmente lo tendrá y se convertirá en la segunda incorporación, detrás de Rodrigo Gómez, quien marcó un golazo de tiro libre en la segunda pelota que tocó en el amistoso ante Aldosivi.
-¿Hasta qué punto puede preocupar a un entrenador que su equipo pierda ante un equipo de una categoría inferior en un partido de pretemporada?
-El resultado no fue justo y había mucho viento. Tuvimos cinco minutos de distracción y nos hicieron los dos goles en el final del primer tiempo. En el segundo jugamos bien, más serenos y ahí nos favoreció el viento. En cuanto al otro equipo, lo bueno fue que vimos al Droopy Gómez 30 minutos y la verdad es que lo ví bien. El grupo está bien, pudimos haber ganado 2 a 0 contra San Martín pero no entraron. Pero los amistosos no son para ganar. Sirve mucho, yo evalúo y a veces el segundo partido del amistoso es más importante que el primero.
-¿Por qué?
-Porque en el primer pongo a los titulares y yo ya sé lo que ellos pueden rendirme. En cambio, en el segundo partido juegan los suplentes y ahí puedo ver qué es lo que tengo para que compitan con los titulares. Estoy contento porque el clima acompañó en estos días, mañana (por hoy) habrá descanso y nos quedarán tres días más de trabajo fuerte y de fútbol.
-Hablando de competencia, Droopy Gómez es uno de los que va a pelear una titularidad. ¿Será de arranque?
-Lo vamos a cuidar mucho y se lo dije. El será muy importante, lo necesitamos. Ya veremos si empieza jugando de titular o si lo llevamos al banco.
-Y en cuanto al juego, en estos minutos con Aldosivi jugó de media punta, delante de los volantes y detrás del compañero de ataque. ¿Lo vas a hacer jugar así?
-Sí, porque se siente cómodo en esa posición y haciendo esa función. El nos asegura tenencia, pase-gol y pelota quieta. Desde la ida de Nacho Malcorra nos costó mucho encontrar jugadores que le peguen bien en los tiros libres o los córner, así que Droopy nos ayudará en ese aspecto. En Unión sirven todos y él será importante, no tengo dudas.
-¿Cómo está lo de Bordagaray?
-Para generar competencia con los puntas titulares necesito uno más y también un volante. Defensa necesita a Bordagaray, lo sé muy bien, tiene dos torneos que disputar así que no será sencillo. Yo estoy tranquilo y no pierdo mi norte. Acá no podemos confundirnos y pensar que porque traigamos dos o tres buenos refuerzos, vamos a ser el mejor equipo del mundo.
-¿Tenés alternativas para Bordagaray?
-No. Como siempre digo, habrá que rascar la olla, el mercado está saturado, todos los técnicos buscamos los mismos jugadores, los mismos puestos. Unión está bien, tiene un colchón y por eso estamos buscando algo que nos sirva en ataque, porque ahí nos está faltando.
-¿Y si Lucas Gamba se va?
-¡Preguntáme si viene el Bayer Munich a buscarme!... Obvio que te voy a decir que sí. Yo estoy muy bien en Unión, ¡pero es el Bayer Munich!, ¿se entiende?. Yo tengo fe que se van a quedar todos, pero entiendo que los jugadores se quieran ir para mejorar su carrera. También saben que están en un grupo que está muy bien, por eso a veces “cedo” y “negocio” con los jugadores para no tirar tanto de la cuerda.
-¿Lo mismo con Matías Castro?
-Es lo mismo. Quizás cuando termine el torneo se pueda ir, pero ahora no.
-El buen arranque del torneo que tuvo tu equipo, ¿te invita a pensar en que hay que cambiar los objetivos?
-¡No!. Sería el peor error que podríamos cometer. Nosotros tenemos que pensar en Racing el 28 de enero y en sumar, nada más. Ustedes me conocen y saben que yo soy equilibrado y busco eso, que nadie se la crea. Es el peor error que podríamos cometer. Y que ni se le ocurra a algún dirigente explayarse en exceso porque no entraría en el grupo nuestro.
-Pero el hincha puede ilusionarse, vos conocés al hincha más que ningunoà
-Está bien, pero sólo es ilusión. Yo también tengo ilusión, pero la ilusión choca con la realidad, y la realidad es que el 28 enfrentamos a Racing y nosotros tenemos que ser muy cuidadosos y jugar cada partido con mucha concentración, yendo partido a partido.
-River gasta 11 millones verdes en traer a Pratto y Boca trae a Tevez, busca jugadores que están en Europa y hasta se ilusiona con Centurión. Los otros grande no le van en zaga y Unión está tercero. ¿Cómo se hace para igualar la diferencia abismal que marca el potencial de cada club?
-No lo sé. Argentina tiene grandes entrenadores y nosotros tenemos el respaldo de mucho trabajo y buena relación con el grupo. Para ganarles a esos equipos grandes hay que jugar bien todo el partido, y el problema es que ese equipo grande puede jugar mal, pero uno de esos jugadores distintos que tiene te gambetea tres rivales y define un partido, allí está la gran diferencia que marcan esos jugadores. Nosotros tenemos que trabajar mucho y ser muy tácticos.
-¿Hacés este mismo análisis del fútbol argentino?
-Sí, claro. Yo lo veo devastado de jugadores. Acá aparece un pibe, mete tres tiros en los palos y lo venden a Europa. Todavía no están hechos y ya se van, y eso se paga en fútbol. Se van cuando tienen 22 o 23 años y vuelven a los 32 o más, cuando ya les queda poca nafta. Argentina no tiene al jugador cuando está en el pico de su carrera, a los 27 o 28 años. En ese momento, está afuera. Y se siente en la selección. Estamos en un país subdesarrollado futbolísticamente.
-Y en ese contexto, ¿cómo está Unión
-Es un club que está prolijo, acomodándose y no se puede confundir.
-Empleás mucho esa palabra, confundir, ¿qué es lo que querés decir?
-Yo estoy bien, endiablado y queriendo entrar en algo que seguramente desea el hincha. Pero para eso, necesitamos hacer quince partidos muy buenos. ¡Pero muy buenos, eh!. Después, tenemos carencias.
-¿Cuáles?
-Por ejemplo, edilicias, predio, mejoras de cancha. Es mi opinión, no me corresponde tanto porque es terreno de los dirigentes, pero en lo que a mí compete, estamos bien, en sintonía con la hinchada y eso es difícil de poder encontrar en un club. Lo logramos, pero hay que mantenerlo.
-Vos promocionaste y potencializaste jugadores, ¿qué ves que se tiene que intensificar o cambiar?
-Yo lo que puedo aportarle a Unión es consumirle sus jugadores. Es decir, si hay chicos buenos que surgen de inferiores, traerlos al plantel, ponerlos y mejorarlos. Para eso, tengo que ponerlos en el momento justo, cuando el equipo esté bien, sólido y ese pibe que aparece en el equipo se puede meter sin problemas en un equipo que funciona, ¿se entiende?
-Muchos opinan que ante las dificultades económicas que muchas veces presenta el mercado de pases, hay que buscar jugadores adentro, en el mismo clubà
-Sí claro, es la realidad. Y de hecho que nosotros lo venimos haciendo desde hace cuatro años. En inferiores había quedado Diego Mosset solo y ahora vino Martín Ciccotello, que tiene muchas ganas, es laburante y con el que estamos en permanente contacto, al igual que con Eduardo Magnín, que está en la reserva. Pero lo que vemos es que hay superpoblación de jugadores en defensa, sector en el que estamos bien y han surgido valores, pero el problema está arriba y por eso tenemos que buscar refuerzos en ese lugar y ahí creo que el club va a tener que salir a captar delanteros por distintos lugares del país, pero el club está bien y no tiene que perder el rumbo.
>>> Interna yà ¿Tiros?
El partido se jugó a puertas cerradas para los hinchas de Aldosivi y Unión, pero como el predio queda a la vera de la amplia avenida que conduce a los balnearios de Punta Mogotes, hinchas de ambos clubes se apostaron a un costado y observaron el encuentro desde lejos.
En el caso de los hinchas de Aldosivi (unos 50 o 60 aproximadamente), durante buena parte de la mañana se dedicaron a insultar al encargado de seguridad del club marplatense. Al principio se pensaba que era por la decisión de impedir el ingreso, pero luego, con el correr de los minutos, El Litoral pudo saber que se debió a que adentro del predio estaba presente el “jefe” de la barra, lo cuál habla de una interna declarada en el seno de la misma.
Esos insultos, algunas corridas y un ambiente bastante desnaturalizado hizo que, de inmediato, se solicitara la presencia policial. Con el puñado de simpatizantes de Unión no ocurrió nada y dentro del predio todo se desarrolló con absoluta normalidad, por lo cuál los partidos se cumplieron sin problemas y el plantel de Unión se fue del mismo con total tranquilidad.
El enviado de El Litoral se quedó hasta el final, porque Leo Madelón fue uno de los últimos en salir del predio junto a Bragarnik y todavía quedaban algunos hinchas de Aldosivi que, desde la avenida, continuaban insultando al encargado de la seguridad. Después, se dijo que se produjeron disparos de armas de fuego. Durante los partidos, nada alteró el orden y por eso se jugaron sin problemas. De haber ocurrido algo grave, seguramente la jornada se habría suspendido o momentáneamente detenido hasta que se normalice, cosa que no aconteció.