Mario Cáffaro
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El ministro de Seguridad dijo que el desafío es seguir mejorando los indicadores y llegar a estándares de países vecinos. Destaca la desarticulación de bandas que operaban en las grandes ciudades de la provincia.
Mario Cáffaro
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El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, calificó como muy buena la reunión que mantuvo esta última semana con funcionarios de esa cartera nacional -Eugenio Burzaco y Gerardo Milman- valorizó la importancia del trabajo coordinado entre el gobierno central y las provincias en la materia ya que consideró que ha posibilitado desarticular bandas muy peligrosas en Santa Fe. “No hay que bajar los brazos” le dijo a El Litoral al momento de plantear los nuevos desafíos de la cartera.
Pullaro es radical y pertenece al sector que mantiene diferencias con Cambiemos, y es de los que ratifica la importancia del Frente Progresista, sin embargo valora la buena relación entablada con el gobierno nacional e incluso la compara con lo actuado durante el kirchnerismo que llegó a hablar de ‘narcosocialismo’ en Santa Fe.
- Esta semana estuvo en Buenos Aires justo en el segundo aniversario de la triple fuga de los Lanatta y Schillaci donde la relación fue tensa entre Nación y provincia. ¿Cómo está hoy esa relación?.
- Muy bien. El Consejo de Ministros de Seguridad de la República Argentina entendió, y entendimos, que no debía haber ningún tipo de diferencias política en la pelea contra la inseguridad. Así se armó un solo equipo. La provincia acompaña políticas nacionales y el gobierno nacional acompaña las políticas provinciales para pelear contra el delito. La reunión con Burzaco y Milman fue sumamente positiva. No solo fue de evaluación de estos dos años de trabajo conjunto -trabajamos muy bien en el comité operativo donde confluyen las fuerzas federales y provinciales- sino que empezamos a proyectar los dos próximos años en materia de seguridad pública en la provincia de Santa Fe.
- ¿El convenio sigue vigente?
- Tal vez con nuevas temáticas para abordar. Cuando firmamos el convenio, el objetivo tenía que ver con bajar y reducir la violencia en la provincia y llevarlo a términos estables, similares a los de la República Argentina. Con mucho esfuerzo y trabajo coordinado lo logramos el año que pasó. También han bajado homicidios y violencia en el país, también hay que destacarlo. Ahora tenemos nuevos objetivos y desafíos que tienen que ver con el desmembramiento final de diferentes bandas criminales que operaron en la provincia. Se logró detener a las principales cabezas, a las segundas líneas, pero vemos que las terceras líneas de estos grupos criminales intentan reorganizarse con niveles importantes de violencia. Los objetivos tal vez sean más difusos porque no son personajes conocidos pero si tuvieron roles en esas bandas y pretenden dominar territorios.
- Bajaron los indicadores de homicidios en La Capital y Rosario. ¿Es sostenible en el tiempo?
- El desafío es seguir bajando. Es más difícil porque cuando se llega a una media estable que es similar al país, entonces se empieza a mirar a otros países. Hoy estamos mirando los indicadores de Chile. Tenemos posibilidades de sostener y bajar esos indicadores porque la política es integral. Se bajó no sólo con mayor policiamiento y mejores investigaciones; se bajó porque se trabajó en forma conjunta con el ministerio Público de la Acusación en mesas de persecución penal donde se abordaron analíticamente los 20 barrios más violentos que tenía la provincia. También participó el ministerio de Infraestructura llevando infraestructura para la seguridad que se necesita en esos barrios; el ministerio de Educación con planes como el Vuelvo a Estudiar; Salud no solo con centros de salud sino yendo a cada hogar; con los interruptores de violencia que trabajamos con la fundación Cauce, una fundación de México en donde cuando hay un conflicto entre dos individuos, o dos grupos criminales o dos familias, tenemos interruptores en los barrios trabajando para mediar y que no haya violencia. Hace dos años teníamos un índice de 14 muertes cada 100.000 habitantes; hoy es de 8 cada 100.000 y pretendemos seguir bajándolos y volver a números similares a los del siglo pasado.
- ¿La tarea del decomiso de droga en las fronteras ha hecho bajar el número de bandas y de droga en la provincia?
- Lo importante es que hoy en la provincia, todas las principales cabezas que tenían asociaciones o agrupaciones criminales dedicadas al tráfico y distribución de estupefacientes, fueron detenidas por el trabajo del gobierno de Santa Fe, de la Policía de la provincia y también del gobierno nacional a través de las fuerzas federales. Si le preguntaba dos años atrás quiénes eran los que se sindicaban como traficantes en Santa Fe, usted me daba diez nombres. Hoy le pregunto y es difícil que me pueda dar un nombre. Lo mismo sucede en Rosario. Esto no significa que se terminó el mercado ilegal de distribución de estupefacientes, simplemente que se golpeó fuertemente a las organizaciones criminales y que los mercados están mucho más atomizados, tanto en provincia como en el país. Por primera vez hay una política de coordinación plena entre los gobiernos provinciales y el gobierno federal. Antes venían a la provincia los funcionarios del kirchnerismo a retarnos, o a dejarnos como estúpidos en materia de seguridad. Hasta desde el gobierno nacional se ofendía al Partido Socialista diciendo narcosocialistas. Hoy el gobierno nacional trabaja codo a codo con cada una de las provincias para luchar y pelear de frente contra este flagelo. Los resultados del trabajo conjunto y coordinado se empiezan a ver.
“Debimos haber detectado lo de Solís”
Se pudo haber evitado el quíntuple homicidio del penitenciario Facundo Solís?. ¿Hay control siquiátrico sobre el personal del ministerio?
- Hay un control permanente pero aleatorio. En el ingreso por supuesto, y posteriormente en función de las diferentes patologías que pueden tener en función del trabajo. Tenemos sicólogos y médicos dentro del Servicio Penitenciario y de la policía. Debimos haberlo detectado a lo de Solís. No teníamos nada que nos alerte en la foja de servicios que era buena en términos generales. Los mecanismos del Estado no funcionaron correctamente porque había existido una denuncia previa de violencia de género que no había sido informada al Servicio Penitenciario y tal vez allí hubiésemos podido actuar y al menos sacarle el arma. Pero, lamentablemente, la información no había llegado por el entramado burocrático que tiene el Estado y la tragedia no se lo pudo evitar desde ese lugar.
Taxi seguro
Pullaro, directivos de la Sociedad de Taximetristas de Santa Fe, y sus pares de Rosario, estuvieron reunidos en Buenos Aires con el titular de la Federación Nacional de Peones de Taxis, Omar Viviani, para avanzar en la creación de un prototipo de taxi seguro en todo el país.
- ¿Santa Fe impulsa un taxi más seguro?
- Hay 700 matrículas en Santa Fe y 4.000 en Rosario con lo que amerita una política pública focalizada hacia el sector que presta un servicio público y que fue vulnerado muchas veces por el delito. Después del asesinato del taxista en Santa Fe, empezamos a debatir diferentes medidas. Entendimos que debemos tener una medida de fondo más allá de corredores seguros, 911, botón antipánico, coordinación con fiscalía especializada. Tenemos que ir con una propuesta que sea superadora para taxistas de Santa Fe pero que pueda ser de la Argentina. Estamos desarrollando un prototipo de vehículo, de taxi seguro y pretendemos nos acompañe el gobierno nacional porque es una problemática de todo el país. En principio que una terminal lo produzca y que lo pueda vender con financiamiento, que cumpla medidas de seguridad que piden taxistas: blindaje mayor de los cristales de chofer y acompañante, mampara y el aire acondicionado para todo el vehículo. Un vehículo que tenga homologación del INTI y financiamiento del gobierno nacional y de las provincias. Esto mejoraría el servicio en su conjunto y las condiciones en que trabajan los choferes del sector.
No es solo respuesta policial la que dimos para bajar la violencia” Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad.