Nancy Balza
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Un grupo de jóvenes sin inserción escolar ni ocupacional participaron del programa y hoy se entrenan en empresas y cooperativas. Sello territorial y responsabilidad social.
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Guadalupe Ferré tiene 21 años y vive en barrio Las Lomas; desde allí camina, cada mañana y muy temprano, las 25 cuadras que separan su casa de la avenida donde sube al colectivo que la llevará al Galpón N° 5 de la ex estación Belgrano. Brian Páez tiene 22 y llega al mismo lugar pero desde Colastiné. Gastón Gómez, de 26, arriba de lunes a viernes a las 8 desde barrio Barranquitas. Los tres cumplen horario todos los días hábiles de la semana en la cooperativa Jóvenes por San Cayetano. Antes, compartieron una instancia de formación en El Alero, en el marco del Programa Nueva Oportunidad, y luego pasaron al Nexo Oportunidad que les otorga un monto mensual en concepto de beca mientras desarrollan una práctica laboral a lo largo de un año (seis meses, con opción a renovar por un lapso similar).
La cooperativa es uno de los destinos de estas prácticas, además de otras empresas de Santa Fe y alrededor de 20 en la ciudad de Rosario. El objetivo de Desarrollo Social, y de Trabajo y Seguridad Social, los dos ministerios que confluyen en este circuito, es fortalecer la tarea en esta capital durante 2018 y sumar a otras localidades.
UNA REALIDAD COMPARTIDA
Oscar Bogao es el encargado de la Cooperativa San Cayetano donde se producen bloques de cemento para la construcción de viviendas, y se ofrece la colocación de pavimento articulado, fabricación e instalación de canalones de desagüe y el servicio de limpieza y puesta en valor de espacios públicos. Unos días antes de concretar esta charla, el equipo estuvo trabajando en la construcción de baños en viviendas de barrio Barranquitas, en el marco del Plan Abre.
El dirigente reconoce que tal vez la expectativa del grupo de jóvenes a su cargo -que integra también Aníbal Escobar, ausente con permiso médico el día de la entrevista- era distinta en octubre, cuando inició su actividad: “A lo mejor tenían la idea de una empresa consolidada y acá se encuentran con otra realidad. Somos una cooperativa social que atraviesa toda la problemática como lo hacen ellos”. Lo dice quien nació y vive en barrio Villa del Parque y conoce de cerca lo que es “pelearla todos los días”. Mientras tanto, “acá siempre hay cosas para hacer, desde barrer hasta agarrar la pala para cortar los yuyos”, además de la fabricación de bloques de cemento propiamente dicha.
Para las próximas semanas esperan comenzar con la construcción de viviendas sociales en Barranquitas y realizar tareas en barrio Yapeyú, en el marco del Fondo para Atención de Necesidades Inmediatas (Fani). Todo eso mientras están próximos a comprar tres matrices para hacer asfalto articulado con el objetivo de trabajar también con vecinales y comunas cercanas a esta capital.
A su lado, Fernando Vergara oficia de mentor e instructor del grupo y asegura que la cooperativa “está bien vista desde muchos ámbitos políticos y sociales”. Además del trabajo que realiza puertas afuera, se reciben donaciones como el mobiliario que llegó desde la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL y que planean reparar y llevar a nuevo. También recibieron computadoras que se están poniendo a punto para el montaje de una sala de informática en la que está haciendo sus primeras armas Ferré y el propio Vergara, con las diferencias generacionales del caso y el objetivo compartido de aprender. A futuro está previsto realizar un curso de capacitación que permita aprovechar mejor el recurso.
“La idea es que los chicos logren convivir laboralmente y se encuentren mejor preparados cuando ingresen a una empresa”. Por eso, además de las tareas específicas, se abordan cuestiones de convivencia, obligaciones y, por supuesto, derechos.
EL MARCO
Guillermo Cherner, subsecretario de Políticas de Empleo y Trabajo Decente del ministerio de Trabajo de la provincia explica que el Nueva Oportunidad y luego el Nexo Oportunidad son programas que posibilitan un vínculo de los jóvenes con el Estado desde otro lugar, no desde la seguridad que es tal vez el más conocido y habitual. Para ello se promueve una instancia de “formación y contención y, superado el plazo, viene la fase más difícil que es la de insertarse en el mundo del trabajo”. En ese sentido, “el gobernador Miguel Lifschitz pidió específicamente que se generen instancias de inclusión”, y estas se lograron a través de Nexo Empleo”.
“Se puso el acento en este grupo porque entendemos que son historias de vida que de otra manera no hubieran encontrado esa posibilidad. Muchas veces la brecha que separa la lógica del mercado laboral, el exceso de oferta, los requisitos, hacen que a los jóvenes se les dificulte ingresar a una empresa”. El programa, aclara, “no apunta tanto a la cantidad de beneficiarios, sino a las experiencias de vida particulares”.
El plazo previsto para el cumplimiento del programa es de un año “porque creemos que es el prudencial para que la persona se capacite y genere los vínculos necesarios, y se rompan algunos tabúes que puede tener el empresario”. La experiencia arrancó a mediados del año pasado, cuando se hizo la presentación oficial, y se trabajó en una primera instancia en Rosario “donde tenemos un mayor índice de personas realizando prácticas; para 2018 la idea es profundizar la participación en la ciudad de Santa Fe y comenzar a trabajar en otros lugares de la provincia”.
“Con el sector privado se trabaja en esta idea que se enuncia fácilmente y se practica menos que es la responsabilidad social empresaria”, a la vez que tiene la posibilidad de incorporar a una persona con 20 horas semanales de trabajo sin costo fiscal ni salarial. En efecto, el programa establece que la empresa se ocupa de entregar la ropa de trabajo en caso de que haga falta por el tipo de tarea, y de los seguros médicos y de salud. El resto es una beca que se abona desde el Estado y consiste en 5000 pesos en el marco de una capacitación.
Hasta ahora el balance es positivo: “La gran mayoría de los jóvenes han sostenido su experiencia y, a su vez, ninguna firma desistió de participar”. Sin embargo, el resultado se va a terminar de medir cuando finalice la práctica y se decida si los participantes logran permanecer en las empresas. Mientras tanto, “la posibilidad de presentar un curriculum con un año de experiencia efectiva en una búsqueda laboral es una fortaleza”.
SALDO POSITIVO
Mientras tanto, Ferré dice estar “contenta y agradecida” por la oportunidad que se le brinda, no solo de tener una ocupación sino de seguir aprendiendo. ¿Qué va a pasar después, cuando se termine esta instancia? No sabe, pero confía en que la experiencia le va a servir para otro trabajo.
Páez se capacitó en albañilería, carpintería y herrería. Y tiene el objetivo de volver a estudiar. “Tengo que terminar la primaria que dejé por la mitad, para hacer después la secundaria”, proyecta decidido.
Gómez participó en la construcción de baños en Barranquitas, plan que incluyó la casa de su abuela, aunque a él le tocó hacer cañería y pozo en otra vivienda. Como hizo un curso de refrigeración, encontró la forma de trabajar por su cuenta a la tarde, después de completar su jornada en la cooperativa y de cumplir dos horas a la siesta en una cadetería.
Más allá de la historia personal de cada uno, aquella que los llevó a ser seleccionados para el Nueva Oportunidad y luego para participar en este sistema de capacitación, comparten la posibilidad de acreditar un año de actividad laboral -una vez finalizado el plazo establecido por el programa- a la hora de presentar un curriculum. Y que no parezca poco.
LOS OBJETIVOS DEL PROGRAMA
Historias en el territorio
Luciano Vigoni es el director del programa Nueva Oportunidad, que terminó 2018 con unos 8000 jóvenes de toda la provincia incluidos en un trabajo que “más que con lo cuantitativo tiene que ver con la historia de vida de cada uno, su entorno, su familia y su territorio”.
El programa se organiza a partir de grupos de 15 chicos y chicas con dos acompañantes, y opera en Santa Fe y Rosario, pero también en el norte provincial donde 350 jóvenes pertenecen a Reconquista, Vera y Calchaquí, y en otras ciudades como Rafaela, Santo Tomé, Villa Gobernador Gálvez, Pérez, Carcarañá y Totoras.
Vigoni señala que los y las jóvenes que integran el programa “están fuera del sistema escolar y laboral, y, según entendemos, en riesgo social, precisamente porque no cuentan con una posibilidad de trabajo y estudio”. Por eso, desde el Estado se consideró necesario tener un enfoque en que la capacitación en oficios que brinda el programa y habilita una posible salida laboral se convierta en una faceta del trabajo, cuyo objetivo es “abordar la singularidad y el registro del otro”.
De los 300 cursos que se hicieron, en más de la mitad son las propias organizaciones sociales, políticas y religiosas las que aportaron los acompañantes: “Eso nos permite un mayor vínculo con los jóvenes porque esos acompañantes viven en el mismo territorio y participan de una política pública diseñada desde ese lugar, no como una fórmula”.
Al cabo de cuatro años de experiencia en Rosario y dos en la provincia, se planteó que la capacitación no alcanzaba por si sola y que ante una realidad de jóvenes padres y madres de familia, la posibilidad de encontrar un trabajo se volvía imperiosa. Allí se produjo el vínculo con Nexo Empleo, programa del ministerio de Trabajo que tiene su capítulo particular en Nexo Oportunidad. donde participan empresas que deciden sumar a jóvenes que tuvieron su tránsito por el programa y que reciben del Estado un aporte de 5000 pesos mensuales. Al cumplirse el año puede ocurrir “que la empresa los tome como empleados o que ingresen otros jóvenes”.
En cualquier caso, se busca poner en la agenda pública que “la realidad de los chicos no puede ser ajena a la sociedad sino que está dentro de Santa Fe. No hay posibilidad de abordar una población que vive en un riesgo -que no generó- sin el compromiso de todos los ministerios, de la sociedad civil y las organizaciones”.
"No hay posibilidad de abordar una población que vive en un riesgo -que no generó- sin el compromiso de todos los ministerios, de la sociedad civil y las organizaciones”. Luciano Vigoni. Director del Programa Nueva Oportunidad.
"Con el sector privado se trabaja en esta idea que se enuncia fácilmente y se practica menos que es la responsabilidad social empresaria”. Guillermo Cherner. Subsecretario de Políticas de Empleo y Trabajo Decente.
Cifras
►20 empresas de Rosario se sumaron hasta ahora al programa Nexo Oportunidad.
EN CONJUNTO
Más allá de la confluencia de Desarrollo Social y Trabajo para la instancia laboral de los jóvenes, en Nueva Oportunidad confluyen acciones de otros ministerios, entre ellos, Justicia y Derechos Humanos, Salud, Seguridad -a través de Seguridad Comunitaria-, Educación y Cultura.