Sergio Ferrer
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Se trata de un complejo habitacional situado en jurisdicción de la Vecinal General Paz y construido hace más de veinticinco años. Sus habitantes no quieren que ocurra lo mismo que el 3 de marzo de 2009, cuando se derrumbó el techo de la escalera del último piso de la torre B.
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Residentes del barrio Sargento Cabral de Santo Tomé recibieron días atrás a la concejala socialista Gabriela Solano, a quien transmitieron su preocupación y sus temores “por el mal estado” de las escaleras interiores del referido complejo habitacional, el que fuera construido en 1992 y está situado entre las calles Maciá, Alberdi y Salta. Allí, el 3 de marzo de 2009 se vino abajo el techo de la escalera del último piso de la torre B, un hecho del que por suerte no hubo que lamentar víctimas fatales (por sus características, pudo haber terminado en tragedia), pero que los habitantes del lugar aún hoy tienen muy presente, fundamentalmente porque se trató de una experiencia que no quisieran volver a repetir.
“Los vecinos se han manifestado temerosos por el estado de las escaleras, ya que desde que cedió una loza sobre una de ellas, están pidiendo que se les solucione el problema”, expresó la edil, sin dejar de remarcar que la que se cayó no era la única escalera que estaba en mal estado y que por eso tienen miedo de que vuelva a pasar lo mismo. “Como pasó el tiempo sin producirse la reparación, hace unos días presentaron una nota a la Municipalidad de Santo Tomé para que se resuelva la situación”, añadió. Con posterioridad a su encuentro con los vecinos, Solano abordó este tema con Lucas Crivelli, titular de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, área competente en este caso.
Reparación reactivada
Según lo explicado por Solano, en su reunión con Crivelli se le informó que en marzo podría haber novedades, a partir de la reactivación de los trámites de la reparación de las escaleras, iniciados ya en 2009, a partir del reconocimiento formal de los problemas estructurales del sector. “Así podrán juntarse las partes y se llegaría a una solución, en procura de que los vecinos puedan vivir en mejores condiciones”, acotó la legisladora, quien recordó que en aquella oportunidad, poco después del siniestro, la Provincia (a través de Vivienda y Urbanismo) abrió un expediente con las actuaciones sobre el episodio y elaboró un presupuesto para hacer los trabajos que hicieran falta, pero, en definitiva, nunca pudo avanzar con los mismos.
Ahora, el propio director de Vivienda y Urbanismo le aseguró a Solano que él mismo va a ocuparse de reactivar el expediente, para volver a presupuestar todas las escaleras del complejo y establecer un orden de prioridades. La obra, según lo expresado por la concejala, sería afrontada por el Estado Provincial y ejecutada por la gestión municipal.
Posteriormente, la edil señaló que otro de los temas tratados con Crivelli fue el de la conformación de consorcios en el barrio, algo importante para que puedan organizarse, porque por medio de la participación pueden mantener los aspectos edilicios del lugar y acceder a una mejor calidad de vida. Para finalizar, Solano aludió al Programa Esfuerzo Compartido, que impulsa Vivienda y Urbanismo, justamente. A través del mismo, dijo, se apela a la organización de los vecinos y a la presencia del Estado para canalizar las demandas planteadas por cada consorcio.
Con posterioridad a su encuentro con los vecinos, Solano abordó este tema con Lucas Crivelli, titular de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, quien se comprometió a reactivar el expediente para volver a presupuestar todas las escaleras del complejo y establecer un orden de prioridades.