Enrique Cruz (h)
Cuando parecía que el techo ya lo había tenido, el domingo jugó el mejor partido de la temporada.
Enrique Cruz (h)
Esto es fútbol y todo puede pasar. Pero los que pensaban que este equipo había llegado a un techo en algunos partidos del año pasado, se equivocaron. El domingo, Unión superó todos los niveles anteriores, sobre todo en ese primer tiempo que, paradójicamente, había terminado empatado.
Esto que pasa con Unión le da la razón al Coco Basile, uno de los pocos entrenadores que en todo momento se ha encargado -y lo seguirá haciendo- de dejar en claro que no hay nada mejor que encontrar a los 11 titulares para que el equipo “se recite de memoria”.
Y esto es lo que ocurre con el Unión de Madelón, en el que se conjugaron una sucesión de aciertos que no sólo se dieron adentro de la cancha con el libreto, la estrategia, la planificación y la respuesta de los jugadores, sino que empezó con la llegada de jugadores que no fueron “incorporaciones” sino que se transformaron en verdaderos “refuerzos”.
Martínez, Gómez Andrade, Bottinelli, Zabala y Fragapane encontraron su lugar en el equipo; Aquino empezó de titular y la lesión lo marginó. ¿Quién faltó?, Balbi, que es suplente por el gran rendimiento que viene teniendo el Pittón lateral. Y todo se fue armando de manera tal que una figura como Droopy Gómez hoy no tiene cabida entre los once y deberá esmerarse para arrebatarle el puesto a alguien.
A propósito, en este esquema en el que el 4-4-2 parece inamovible por el momento, la sensación que se tiene es que el Droopy no tiene las características de un Zabala o un Fragapane para hacer el carril. Es un volante netamente ofensivo, al que Madelón puede echar mano cuando necesita alguien que invente algo distinto cuando un partido se cierra o jugando directamente al lado de algún punta.
Todavía con el beneficio de inventario de tener un jugador del que poco se puede decir porque no se lo vio en acción, como el paraguayo Núñez, el sector ofensivo parece ser el más “desprotegido”. Ninguno de los pibes (Andereggen, Méndez y Gallegos) han mostrado todavía lo suficiente y la prueba clara se dio el otro día -haciendo la aclaración de un Andereggen lesionado- cuando Madelón armó el banco de relevos sin un delantero neto.
No necesitó el equipo de la potencia y la gravitación de los delanteros, que no estuvieron finos a la hora de definir aún haciendo la salvedad del gol de penal que convirtió Soldano. Pero no jugaron mal. En todo caso fue eso, la falta de precisión y contundencia que en otros partidos tuvieron de sobra y no en éste, sobre todo Gamba. Pero aportaron lo otro, que es la movilidad y el sacrificio del que el resto del equipo también goza, porque son dos jugadores que ofrecen muchas variantes y ayudan casi en demasía para que el equipo tenga recuperación e intensidad.
La clave de todo estuvo en el mediocampo. Acevedo se “comió” la cancha, Zabala jugó una hora de estupendo nivel, Mauro Pittón volvió a tener un partido bárbaro y Fragapane no se quedó atrás. Y a eso se sumó el aporte que hicieron los dos laterales con subidas constantes y punzantes. Martínez llegó a posición de gol en el primer tiempo y Bruno Pittón fue responsable en el segundo penal. Pero además marcaron bien. Y en este aspecto, el destacado de esa línea defensiva fue un Bottinelli que realmente brilló.
Los buenos resultados respaldan siempre y justifican todo. Pero está claro que no es casualidad lo de Unión sino causalidad. El armado del plantel, la capacidad del entrenador y de su cuerpo técnico (el estado físico es impecable), la respuesta futbolística de los jugadores y se nota que el grupo está bien y que los objetivos son compartidos. Nadie se cree más que nadie y lo que impera es el grupo. Pero además, a ninguno se le escapa una declaración de más a la hora de hablar de los objetivos: “nosotros sabemos que tenemos que sumar puntos para escapar lo más lejos posible de la zona peligrosa de los promedios”, es la frase que más se escucha. O mejor dicho, la única que se escucha.
Atención
El intenso esfuerzo físico dejó sus huellas. Por ejemplo, Nelson Acevedo se retiró de la cancha lesionado y se le practican estudios para saber el grado de intensidad. Aparentemente no sería nada importante y estaría en condiciones de jugar. Además, hubo otros jugadores que terminaron golpeados y acalambrados, caso Zabala, Bruno Pittón y Bottinelli. Se estima que ninguno tendrá problemas en jugar el sábado en el Gigante de Arroyito.