Enrique Cruz (h)
En la práctica de este jueves repitió la mayoría de los cambios del miércoles, salvo el de Alan Ruiz por Vera. Ceballos, Ortiz, Escobar, Mariano González, Chancalay y Correa serían titulares.
Enrique Cruz (h)
¿Qué hará Domínguez?, es la gran pregunta sin respuesta. En las dos prácticas de fútbol, armó dos equipos con muchos cambios. Es decir, la “bomba” la hizo estallar el miércoles con los siete cambios que introdujo en la formación, tomando como punto de partida el equipo que jugó en la Bombonera. Y este jueves reforzó y redobló la apuesta al mantener a casi todos los que habían prácticado el miércoles, sólo provocando que Vera “retorne” al equipo titular, pero no así Ledesma, otro de los que podría perder su lugar entre los 11.
¿Con qué equipo entrenó Domínguez este jueves?, con Alexander Domínguez; Ceballos, Conti, Ortiz y Escobar; Bernardi, Fritzler, Mariano González y Chancalay; Vera y Correa. Sería un 4-4-2 o tranquilamente un 4-3-3 si Chancalay juega más de delantero por el sector izquierdo que de volante. Pero la idea sería que Bernardi sea un volante interno a la derecha de Fritzler y que Mariano González haga lo propio a la izquierda del “5” sabalero. Con ellos cerrados, buscaría fortalecer la recuperación en ese sector de la cancha, más allá que ni Bernardi ni González son jugadores defensivos.
La única modificación obligada que debía hacer el entrenador, teniendo en cuenta los 11 de la Bombonera, era la de Toledo (expulsado en ese partido). Siendo positivos en el análisis de los cambios, se podría agregar también el retorno de Chancalay, pues es un jugador que siempre estuvo en la consideración de Domínguez como titular y cumplió la suspensión. Pero si el equipo de este jueves se confirma para recibir a Independiente, los cambios serían seis y sin dudas que no deja de sorprender.
Se pueden sacar conclusiones:
* 1) ¿Cuál es el “tratamiento” del caso Galván?. En la pretemporada, Domínguez seguramente lo vio mejor que a Ortiz. La apreciación es discutible, porque uno de los puntos sólidos que tuvo el equipo fue ese triángulo de recuperación y defensa que se armó entre los dos centrales (Conti-Ortiz) con Fritzler. Eso funcionó casi siempre en Colón y los tres se convirtieron en indiscutidos titulares durante los doce partidos, salvo en los que alguno no pudo jugar, como ocurrió con Ortiz y con Fritzler (éste último, ausente ante Talleres). Se dijo en su momento que la inclinación por Galván era porque tenía mejor salida desde el fondo con pelota dominada. Ocurre que si el convencimiento era total de parte de Domínguez para provocar el cambio, ¿por qué un solo partido?.
* 2) ¿Cómo se arreglará el equipo para contener en el medio?. Si bien Ledesma no es un volante de marca neto, le daba una mano a Fritzler. Con él afuera, ¿estará en condiciones Mariano González de aportarle esa ayuda a su ex compañero en Huracán?. La idea de Domínguez parece ser la de aportarle cambio de ritmo y profundidad al equipo, justamente dos aspectos en los que, a su entender, se falló en la Bombonera (con lo cuál se desprende también que no se perdió el partido “sólo por detalles”). Pero no se debería descuidar la contención en el medio, mucho menos ante un equipo ofensivo, de buena tenencia y vertical como es Independiente, que precisamente basa su juego en hacerse dueño de la pelota y darle mucha dinámica al juego.
* 3) ¿Y Alan Ruiz?. Evidentemente y más allá de que parece estar bien en lo físico, o por lo menos con un buen peso, pareciera ser que todavía no tiene el ritmo adecuado como para aguantar los 90 minutos. Y en una tarde calurosa como seguramente será la de este sábado, la idea sería “tirarlo” a la cancha, si es necesario, cuando el rival esté cansado y los espacios sean mayores. No es mala la lectura, si es así, porque Alan Ruiz es de esos jugadores capaces de desequilibrar en un ratito. Y posiblemente ese ratito sea más factible de darse cuando el partido se abra y no cuando recién comienza.
La sensación es que Domínguez “patea el tablero”. El domingo escribía que había llegado la hora del DT, sobre todo apuntando a la cantidad de variantes que tiene para armar el equipo del medio hacia arriba. Mete mano en defensa (salen tres de los cuatro) y también en el acompañante de Fritzler. Es cierto que este Ledesma, el de este torneo, poco tiene que ver con el del certamen pasado. Es decir, Ledesma no ayuda con su rendimiento a esa confianza que le quiere dar el entrenador. Pero su salida no deja de ser sorpresiva, en caso de confirmarse. Y después, que Chancalay y Correa aparezcan en el equipo para hacerlo más agresivo y ofensivo, tampoco dejaba de ser una posibilidad latente, incluida la de Alan Ruiz si es que el técnico apostaba a su titularidad.
En fin, el “zarandeo” es importante y frente a un equipo que impone temores por sí mismo, más allá de que sólo sacó uno de los seis puntos oficiales que jugó este año. Esperado o no, Domínguez revuelve su plantel y se la juega con una apuesta fuerte. Como siempre pasa en el fútbol, se llevará los méritos o estará a expensas de la crítica de acuerdo a cómo le vaya a su equipo. Es la eterna dualidad a la que se entregan los entrenadores, siempre y en todo lugar.