Alberto “Nene” Sánchez
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El equipo entrenó con vistas al partido del viernes ante Arsenal. Madelón deberá comenzar a decidir al reemplazante de Bottinelli y el de Gamba.
Alberto “Nene” Sánchez
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Horas decisivas para Leo Madelón. Es que el cotejo del viernes contra Arsenal está “ahí nomás”, y el entrenador de Unión tiene que tomar decisiones para completar un once titular que hasta antes de Rosario Central se recitaba de memoria. Son dos variantes: una en la defensa, ya que Jonathan Bottinelli deberá descansar una fecha por haber llegado a las cinco amarillas; y la otra en la ofensiva, teniendo en cuenta que Lucas Gamba no estará durante varios partidos.
Para suplir al experimentado zaguero central la opción que Leo tiene más a mano es la de Brian Blasi, sería hombre por hombre y no habría tanto para pensar, aunque el juvenil Mariano Gómez, de buena proyección futura, quizás tenga algunos minutos de prueba.
El tema pasa por la cuestión ofensiva. Lo paradójico es que para reemplazar a “Luquitas” sólo hay un candidato: Rodrigo Gómez, quien entró por el mendocino el otro día contra Central, cuando el “Canalla” Cabezas lo “pasó por arriba”. La entrada de “Droopy” Gómez está cantada. Ahora bien, hay que pensar en el hecho de que su manera de jugar no se parece en nada a la de Gamba.
Para solucionar esto, una posibilidad es que Fragapane juegue más “suelto”, cerca de Soldano, y Gómez ocupe la banda izquierda, aunque Fragapane tampoco juega como Gamba. Entonces..., ¿por qué no pensar en que la ausencia del socio de Soldano obligue a Madelón a probar una pequeña variante táctica?
¿Por qué no pensar en que del clásico 4-4-2 interpretado por un equipo que se conoce de memoria, se puede pasar a un 4-2-3-1?. ¿Cómo sería eso?: Nereo en el arco; Martínez, Yeimar, Blasi y Bruno Pittón; Acevedo y Mauro Pittón; Zabala, Fragapane y Gómez; Soldano.
Y sino, con los mismos nombres, un elástico 4-4-1-1, que se puede transformar en un 4-3-2-1 (por eso lo de “elástico”). No se puede negar que faltando Gamba, salvo poniendo a uno de los juveniles delanteros (Andereggen o Méndez por ejemplo), Soldano pierde su “socio ideal”, pero eso se puede suplir con la llegada por sorpresa y con el arco de frente de “Droopy”, Fragapane, Zabala; asimismo de los laterales.
Son todas conjeturas que se hacen desde un escritorio y sin tener un contacto diario y directo con los jugadores y con el entrenador, quien es el que tiene la mayor responsabilidad, junto a su cuerpo técnico, de armar el mejor once para tratar de superar a un rival “jodido” como el Arsenal de Rondina. Variantes tiene Leo Madelón, no tanto en cantidad de jugadores del mismo nivel como de esquemas tácticos. Es cuestión de probar, y por supuesto, como sucede siempre, cuando la pelota se mueve, los esquemas se rompen...