Que en la actualidad “El planeta de los simios” sea una fructífera y entretenida franquicia cinematográfica, tiene su explicación en un hecho ocurrido hace 50 años, el 8 de febrero de 1968, cuando se estrenó la primera adaptación cinematográfica de la novela homónima de Pierre Boulle. Aquella película, hoy considerada como obra de culto y un hito en la historia del género de ciencia ficción, fue muy bien recibida por el público de su tiempo (al punto que en Estados Unidos quedó como la séptima con mayor recaudación del año) y abrió el camino para numerosas secuelas y precuelas, en especial por su pulido diseño de producción, por el novedoso maquillaje y por el apocalíptico final.
El encargado de dirigirla fue Franklin J. Schaffner (quien luego rodaría “Patton”, “Papillon” y “Los niños del Brasil”). El guión lo hicieron Michael Wilson y Rod Serling bajo la premisa impuesta por el estudio de “primitivizar” a la sociedad de los simios para así reducir los costos de producción que implicaba la mucho más avanzada imaginada por Boulle en la novela. La banda sonora estuvo a cargo de Jerry Goldsmith y el reparto lo integraron Charlton Heston, Roddy McDowall, Kim Hunter, Maurice Evans, James Whitmore, James Daly y Linda Harrison.
La historia es muy conocida: George Taylor es un astronauta que integra la tripulación de una nave espacial que se estrella en un planeta desconocido en el que, a primera vista, no hay vida inteligente. Pronto se dará cuenta de que está gobernado por una raza de simios mentalmente muy desarrollados que esclavizan a unos seres humanos que carecen de habla. Cuando su líder, el doctor Zaius, descubre que Taylor posee el don de la palabra, decide que hay que eliminarlo.
Hasta ahí la anécdota. Porque la película logra, bajo su capa de historia de aventuras, una mirada incisiva sobre la condición humana. Tal como escribió Miguel Ángel Palomo en el Diario El País: “Una alucinada inmersión en la angustia existencial y un demoledor retrato de la bestialidad humana. (...) Una aventura tan excitante como terrible, sostenida por unas imágenes secas, contundentes, abrasivas”.
El impacto en la cultura popular de “El planeta de los simios” fue vasto. A tal punto que en la séptima temporada de la serie animada de televisión Los Simpson, se incluye una parodia a la película. También, según consta en el sitio Imdb, se trata de una de las primeras películas con merchandising a gran escala: juguetes y coleccionables, figuras de acción, imágenes y libros de cuentos, juegos de cartas, libros, discos, cómics y una serie de novelas gráficas.
Otro dato de color aportado por el mismo sitio, señala que en los descansos del rodaje “los actores ataviados como diferentes especies de monos pasaron el tiempo con los de su misma especie. Los que iban como gorilas, estuvieron con otros que iban como gorilas, los orangutanes con orangutanes y los chimpancés con otros chimpancés”.
En 2001 (justo el año en que Tim Burton rodó su fallida remake protagonizada por Mark Wahlberg) la película fue considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.
En 2011 se estrenó “El origen del planeta de los simios” la primera parte de la serie de precuelas que narran los motivos que llevaron a la creación de la sociedad que recibe al astronauta Taylor. A ésta le siguieron “Dawn of the Planet of the Apes” (2014) y “War for the Planet of the Apes” (2017).