El Litoral
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El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó este miércoles a un hombre de 27 años, detenido en agosto de 2016 con una mochila con tres kilos de marihuana, tras protagonizar una persecución por las calles del barrio Santa Rosa de Lima. Se trata de Luis Daniel Pereyra, a quien los jueces Luciano Lauría -presidente-, José María Escobar Cello y María Ivón Vella impusieron la pena de 4 años y medio de prisión y multa de $ 4.500, por el delito de “transporte de estupefaciente”.
La sentencia alcanzada por unanimidad se produjo luego del debate oral, en el cual declararon cuatro policías y los testigos de actuación, quienes ratificaron la acusación oportunamente formulada por el fiscal de primera instancia Claudio Kishimoto.
Este miércoles, el fiscal general Martín Suárez Faisal solicitó la pena de 5 años de prisión de cumplimiento efectivo y multa de 10.000 pesos, y el decomiso de una motocicleta Honda CG Titán, utilizada para cometer el delito. En tanto, el defensor público oficial Julio Agnoili solicitó el cambio de calificación de “transporte” a “tenencia simple de estupefacientes”, y que en caso de ser condenado se le aplique el mínimo de la pena (1 año).
Fuga y captura
Durante el juicio se pudo establecer que la noche del 23 de agosto de 2016, Pereyra se había dado a la fuga en moto, de un puesto de control ubicado en pasaje Falucho y calle Lamadrid. El Comando Radioeléctrico irradió un pedido de colaboración a todas las unidades que estaban en la zona y aportó los datos fisonómicos del joven, que sobre sus espaldas llevaba una mochila lila y la moto en la cual se conducía.
A partir de esa información, personal de a pie del Grupo de Operaciones Especiales de la URI que realizaban un operativo de saturación en el barrio Santa Rosa de Lima, lograron divisar al motociclista en fuga, al que tras una breve persecución dieron alcance en las inmediaciones de pasaje Donet entre las calles Azopardo y Arenales.
Los uniformados le dieron la voz de “alto”, por lo que el muchacho arrojó la motocicleta y ocultó la mochila en el interior de un lavarropas, en una vivienda en la que intentó buscar refugio, para ser finalmente hallado entre unas plantas.
Desde entonces, el reo se encuentra detenido, actualmente alojado en la cárcel de Coronda, lugar donde venía sufriendo la prisión preventiva.