Unión igualó este viernes sin goles frente a Arsenal de Sarandí en un partido correspondiente a la fecha 15 de la Superliga, un encuentro muy flojo, aburrido, lejos de lo que el hincha tatengue esperaba: una remontada futbolística y un triunfo ante uno de los peores equipos del torneo.
Lo peor se vio en el primer tiempo, donde recién a los 24 minutos se produjo la primera llegada con un remate de Quintana para la visita.
A lo largo de los 45 minutos iniciales el Tate no pudo imponerse al rival, que tuvo más aproximaciones y volvió a llevar peligro al arco de Nereo pasados los 40’, cuando apareció otra vez Quintana, esta vez mano a mano, pero el arquero de Unión mandó el balón al corner.
En el complemento parecía que los de Madelón iban a encaminar el encuentro, ya que desde el comienzo la pelota empezó a pasar más por Fragapane y el Droopy Gómez, y eso se notaba porque Unión se adueñó del trámite del partido, jugaba más cerca del arco rival y llevaba algo de peligro.
A los 8’ desde un tiro libre llegó un centro y Soldano metió un cabezazo cruzando la pelota, pero el arquero alcanzó a meter un manotazo para evitar el gol. Esa fue la primera llegada concreta del Tate en todo el partido. A los 11’ el que avisó fue Zabala, que dentro del área sacó un disparo que salió cerca del primer palo. Y un minuto después un defensor de Arsenal quiso despejar un centro y terminó rematando contra su propio arco. Tres llegadas claras en un rato.
Pero cuando parecía que el gol de Unión no estaba lejos, Arsenal tuvo la mejor ocasión de gol de todo el partido cuando de contragolpe Quintana quedó nuevamente mano a mano con Nereo, pero el atacante se lo perdió de manera increíble tras una mala definición a la carrera.
Luego de ese buen comienzo del rojiblanco, el rendimiento decayó, bajaron el ritmo de juego y el partido se parecía más al del primer tiempo, algo que lógicamente favorecía a la visita, que revivió y estuvo cerca de romper el cero a los 34’ cuando llegó un centro al corazón del área y Lomónaco, solo y de “palomita”, metió un frentazo mandando el balón apenas arriba del travesaño.
En los cinco minutos finales Unión esbozó una reacción y “apretó” un poco más. Trató de volver a ser el equipo de los primeros 15 minutos del complemento y se acercó más al arco del rival. Y fue en tiempo de descuento que casi se queda con el premio mayor cuando Lebus primero, y Aquino después, se lo perdieron en la misma jugada. Tras esa acción hubo un tiro de esquina desde donde vino un centro que Martínez cabeceó y la pelota salió muy cerca. Eso fue todo. El empate se sintió casi como una derrota, por el resultado, por el rival, y porque Unión jugó mal.