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Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, a pesar de las últimas lluvias registradas, el 58 % del maíz, el 56 % de la soja y el 45 % del girasol presentan una condición entre regular y mala. Claves para una buena sanidad del cultivo.
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“El maíz está muy castigado por el calor, se han arrebatado lotes enteros, algunos de primera con buena napa dieron hasta 12.000 kilos (con toda la tecnología), pero los de segunda han sido desechados en su mayoría”, le dice a Campolitoral la fitopatóloga Margarita Sillón, quien compartió con técnicos de una empresa local una recorrida sanitaria a campo para monitorear el estado de los cultivos.
“Este será un año para la aparición de la macrophomina, que es un hongo que genera la podredumbre y termina de intensificar el problema de la sequía”, anticipa.
Según la especialista, es un año complicado para los que no tienen las napas altas, donde se están produciendo fuertes pérdidas por la sequía. “Acá tenemos la napa alta y se da la presencia de hongos y enfermedades pese a la falta de lluvias, y cada lote depende si se debe tratar o no con fungicida. Además, se están produciendo algunos errores por aplicaciones con mucho calor y estamos viendo algunos problemas de fitotoxicidad.
En soja, hay que tener mucho cuidado con las temperaturas, los hongos del suelo que están presentes, con el género fusarium con algunos síntomas, colonizaron el lote hace 30 o 40 días y se empiezan a ver los síntomas cuando la planta entra en stress por sequía. Estamos hablando de muerte súbita y mancha aceitosa en soja”, explicó.
Respecto de las enfermedades foliares, aclaró que en general necesitan de un cierto rango de humedad que hoy el cultivo no tiene (aunque ya hay rocío hasta las 9 de la mañana). Estas enfermedades, que no están teniendo el impacto del año pasado, son la mancha marrón, cercospora kikuchi, y febrero será importante para monitorear el avance de este hongo”.
Finalmente, sugirió que acá entra a jugar el tema de la ingeniería agronómica y el desarrollo particular. “No hay grandes recetas, cada lote depende de muchas variables: el hongo no conoce de números, pero tiene relación con el clima y las temperaturas, y a veces esta amplitud térmica dispara algunas enfermedades, como la Mancha de Ojo de Rana, que con noches de 24° ya se empieza a ver en el sur provincial, y hongos del suelo que muestran síntomas. Es muy importante el cuaderno y la lapicera, y registrar la historia del lote”, explicó.
En el lote. La Ing. Agr. Margarita Sillón brindó algunos consejos sanitarios a campo.
Foto: Campolitoral