El tambo también sufre la sequía

Eliana Moratiel

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“Esta muy complicado. Si no llueve esta semana, los efectos de la sequía se van a notar. Ya la soja y el maíz, por más que llueva no se van a recuperar”, es el diagnóstico que realiza Gustavo Hetze, un tambero de la zona de Ceres, que vive en carne propia las consecuencias del fenómeno climático.

La falta de precipitaciones viene afectando a región hace aproximadamente dos meses, pero el productor señaló que la última semana ha sido crítica.

A la larga lista de factores que afectan al sector lácteo como la fuerte presión impositiva, costos que crecen y precios que se estancan se suma ahora la sequía. Ante la falta de pasto verde que consuman las vacas, ya se está utilizando las reservas de alimento previstas para el invierno, lo que significa una repercusión directa sobre los costos, que los productores no pueden afrontar.

“Ya con el precio de la leche ahora, -que es el mismo que tenemos hace cinco meses-, el aumento del dólar, del combustible y del maíz, es imposible reponer lo que se está gastando para darle de comer a las vacas. Cuando se termine lo que tenemos van a empezar a cerrar los tambos”, pronosticó Hetze.

La falta de lluvias alarma a la región

Directivos de la Sociedad Rural de San Justo, se reunieron con cooperativas, acopios y productores de la zona para evaluar la grave situación climática que atraviesa la región.

En un comunicado explicaron que las precipitaciones muy por debajo de las medias históricas correspondientes a los meses de enero/febrero, acompañado de un verano muy caluroso, han producido “daños en el cultivo de soja, que ya son irreversibles y las pérdidas esperadas muy importantes. A su vez, el cultivo de maíz sigue el mismo deterioro significativo en sus rendimientos. Pasando una situación similar en los demás cultivos”.

En lo que respecta a la ganadería, “la situación afecta a todos los sistemas productivos, cría, invernada, feedlot y tambos. La disponibilidad de pastos naturales y pasturas, así como la capacidad para la producción forrajera y de reservas se encuentra seriamente comprometida. En conclusión, todo el sector productivo se encuentra gravemente afectado”, se señaló.

Por su parte, los productores de San Cristóbal Este, a través de un informe publicado por la Sociedad Rural resaltaron que debido a la evapotranspiración, para estos meses de primavera-verano, son necesarios no menos de 100 mm mensuales de precipitación.

“Si le sumamos a esto los días con temperaturas máximas superiores a los promedios históricos llegamos a una combinación terrible que ha producido una gran escasez de humedad en el perfil, un descenso importante de las napas de agua, que dificulta la obtención de agua de bebida para la hacienda, y, por consiguiente, la muerte del tapiz de pasturas naturales, que al ser consumidas por el ganado, no rebrotan, quedando sin alimento para la entrada al invierno”, detalló el informe y remarcó que de no mediar importantes precipitaciones en lo inmediato, se verán imposibilitadas las siembras de verdeos de invierno.

Finalmente, apelaron a los productores a empezar a alertar a las autoridades a fin de ir previniendo sobre los problemas que se enfrentarán a la llegada del invierno. A los cuales habrá que acudir en auxilio mediante declaraciones de emergencia, desastre, o ayudas crediticias, según corresponda.