Los caminos de la reforma

Mario Cáffaro

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En el concurrido acto del último viernes de febrero en Rosario, el gobernador Miguel Lifschitz instaló la intención de lograr la reforma de la Constitución de la provincia para aspirar a un nuevo mandato y el tema agitó aguas internas en el Frente Progresista. “Está la decisión de avanzar en el debate hasta donde sea posible” admitieron dirigentes frentistas al retirarse el jueves por la noche de otro encuentro convocado por el gobernador y su equipo para seguir discutiendo el tema. Esa reunión no tuvo los roces de la noche anterior con legisladores donde hubo diferencias y duros cruces según dejaron trascender varios de los presentes. Por ahora el tema está encapsulado en el frente oficialista, frente que viene sufriendo pérdidas de dirigentes y sectores políticos desde 2016.

La reforma constitucional necesita mayorías especiales en Legislatura y el justicialismo es un actor importante porque tiene mayoría propia en el Senado. Con los 19 senadores presentes, la mayoría especial son 13 votos. Hoy el PJ tiene 11 bancas y el Frente Progresista 8. Líderes justicialistas como Omar Perotti y Agustín Rossi han dicho que este no es el año para la reforma y que podría discutirse en 2019 para hacer coincidir la elección de convencionales con la de autoridades provinciales. Planteo similar ha formulado el intendente radical de la ciudad capital, José Corral. Volviendo al justicialismo, la diputada Alejandra Rodenas de fuerte sintonía política con los senadores peronistas dice tener el compromiso de éstos de que no habría reforma este año. El titular partidario, Ricardo Olivera, ratificó que el único contacto que hubo con el gobierno con el tema fue en agosto de 2016 cuando fueron convocados por el ministro de Gobierno, Pablo Farías, para hablar sobre el tema. Quedaron en buenos términos pero nunca más se habló del proyecto. Sin proyecto no habrá convocatoria a los órganos partidarios para fijar una postura pero en la dirigencia justicialista parece primar el criterio de discutir la cuestión el año próximo. “No se pueden apurar los términos de un debate que debe fijar una Constitución para los próximos 50 años” advirtió Olivera.

En el radicalismo hay posturas encontradas. Mientras el NEO apuesta a avalar el criterio de Lifschitz, dirigentes del MAR entienden esencial definir antes un acuerdo básico de temas a reformar mientras que Corral y su sector apuestan al 2019. En el macrismo hay posturas de dar por cerrado el tema hasta el año venidero mientras otros dirigentes entienden que si opina el gobierno nacional habría que seguir esa ruta.

El otro tema es el calendario. Hasta ahora se habló de reforma pero no se ha presentado proyecto alguno como borrador. El propio gobernador no descartó hacerlo el 1 de Mayo en la apertura del período Ordinario de Sesiones. El dictado de la ley, proceso electoral y funcionamiento de la convención constituyente demandará un apretado calendario. Con la actual Carta Magna y los tiempos fijados por el sistema electoral en febrero ya estarán inscriptos los candidatos provinciales y municipales para 2019.

Por las dudas, Lifschitz empezó reuniones con dirigentes hablando de la necesidad de construir una alternativa de centro izquierda en el país. En Mar del Plata estuvo con el rector de la universidad, el también socialista Alfredo Remo Lazzeretti; en Buenos Aires con Margarita Stolbizer quien acaba de terminar su sociedad con Sergio Massa; con Ricardo Alfonsín e incluso con Martín Losteau. Plan B, pero que puede ser A el año próximo.