Juliano Salierno
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Se lo dijo al juez la mujer que la semana pasada estuvo más de una hora en compañía de un ladrón, que hasta le hizo llamar un taxi para escapar.
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“Siento que no me están cuidando y a mi hija menos” dijo Carolina, una vecina de la calle Jujuy al 3100 que el martes pasado estuvo -junto con su hija de 14 años-, casi una hora frente a frente con un muchacho de 25 años que a punta de cuchillo entró a su casa para robarle. Sus palabras estuvieron dirigidas al juez penal Héctor Candioti, que este martes estuvo a cargo de la audiencia en la que se dictó la prisión preventiva para el acusado.
“Pensé que era un trámite más” dijo la mujer al magistrado, a quien le contó que cuando llegaron a tribunales “mi hija lo vio” (al ladrón) cuando lo trasladaban por los pasillos del subsuelo. “No pensé que iba a ser así”, se quejó por la exposición a la que se vieron sometidas.
Previo a que el reo fuera trasladado a la sala de audiencias, Carolina le dijo al juez que estaba “blindando mi casa”, le explicó que vive con su hija, que “tiene 14 años” y que a pesar de lo ocurrido “tengo que seguir trabajando y la estamos pasando bastante mal” como para atravesar nuevamente por esta situación.
“Tengo mucha angustia y no quiero volver a enfrentarme con ese tipo”, pidió la víctima, que respecto al robo sufrido en su vivienda hace apenas una semana, agregó: “Le faltaba prepararse el mate y sentarse a hablar conmigo”. El ladrón estuvo más de una hora dentro de su casa, le ayudó a empacar el botín e incluso le llamó un taxi para que se fuera.
Pedido de disculpas
Previamente, la fiscal Milagros Parodi le explicó al juez Candioti que las víctimas fueron citadas “bajo apercibimiento de 15 días y hasta un mes de arresto”. “Por eso vinieron”, aseguró la representate del Ministerio Público de la Acusación. “Me manifestaron que no querían estar presentes con el imputado” en la misma sala, aunque “accedieron a expresarse ante el juez sin la presencia” del agresor.
La fiscal cuestionó que de esta manera “se está enfrentando a las víctimas con quienes cometieron los hechos”, lo cual significa una revictimización para quien viene de sufrir un hecho violento y traumático.
Con buen tino, el juez Candioti explicó que “esto es una mecánica nueva” producto de la última modificación realizada al Código Procesal Penal por los legisladores, que implica que la víctima sea parte activa del proceso (según el artículo 80 de la Ley N° 13.746). En tanto, aclaró que “de la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) no salió con esas indicaciones”, en referencia al destacado de que “debían presentarse bajo apercibimiento de ley”, por lo que dedujo, ese agregado debió haberse realizado en sede policial.
Por el equívoco pidió “disculpas a las víctimas” y luego permitió a madre e hija abandonar la sala y de ese modo evitar nuevo contacto con el joven que las asaltó la semana pasada.
Acuerdo de partes
A la hora de discutir la medida cautelar y con el imputado Claudio Maximiliano Sánchez ya sentado en la sala de audiencias, la fiscal Parodi pidió al juez Candioti que “por acuerdo con la defensa se dicte la prisión preventiva”, teniendo como base los hechos descriptos durante la audiencia imputativa celebrada días pasados.
Por su parte, el abogado particular del acusado, Héctor Tallarico, consideró que “no es conveniente discutir la prisión preventiva” en esta instancia, sino que prefirió “consentir”, especialmente teniendo en cuenta que su defendido fue reconocido en rueda de personas por la víctima y éste martes por la hija de ésta, cuando lo trasladaban por los pasillos de los tribunales.
Sánchez está acusado por el robo cometido el 27 de febrero pasado en una casa de calle Jujuy al 3100 en barrio Sur. Esa noche, el joven sorprendió a madre e hija mientras dormían. Las amenazó con un cuchillo de cocina que tomó de la vivienda y permaneció durante casi una hora en el lugar, hasta que escapó en un taxi que llamó con los teléfonos que acababa de robar.
La captura
Claudio Maximiliano Sánchez, de 25 años, fue capturado el viernes pasado en las calles del barrio Centenario, producto de las tareas investigativas que estuvieron a cargo de la Policía de Investigaciones (PDI). A raíz de los datos aportados por la empresa de remís que utilizó para darse a la fuga, “se logró determinar el itinerario del sujeto y establecer su identidad, por lo que en base a los elementos recolectados, la fiscal del caso libró la detención”, informaron desde el Ministerio de Seguridad. Finalmente fue interceptado en inmediaciones de la escuela Simón de Iriondo del Fonavi San Jerónimo; en el barrio Centenario. A propósito del acusado, las mismas fuentes consignaron que se trata de una persona “con gran cantidad y variados antecedentes”.
Un extraño en la cocina
“Me levanto y me choco con un ladrón de frente, en mi cocina, con una cuchilla que es mía”, así comienza el relato de Carolina, la víctima de este episodio delictivo ocurrido la semana pasada en el barrio Sur. En diálogo con CyD Litoral, la mujer explicó que el malviviente buscaba un dinero que ella no poseía en el domicilio por lo que le dijo que se lleve todo lo encuentre. “Le ayude a robar”, señaló.
“Nos dijo que nos tranquilicemos porque no nos iba a hacer nada, que venía a robar”, continuó la vecina. Además, agregó un dato llamativo: “Me dijo que le pidiera un taxi. Marcó un número y le dio ocupado, así que llamó a otro. Desbloqueó los teléfonos celulares y esperó al taxi. Salió con un manojo de llaves y se fue‘.
Citan a las víctimas
Preocupación de fiscales
Una nueva modalidad se implementó desde los tribunales locales, ante la reciente promulgación por Boletín Oficial de la Ley N° 13.746, que modifica una larga lista de artículos de la 12.734 que es el Código Procesal Penal vigente desde el 10 de febrero de 2014 en toda la provincia.
Entre los cambios promovidos por el legislador, se encuentra el artículo N° 80, referido a los derechos de las víctimas y su participación activa en el proceso.
A partir de su promulgación el pasado 16 de febrero, las víctimas comenzaron a ser citadas y sus datos agregados a las respectivas carpetas judiciales. Esto generó, como en el caso de Claudia (ver nota principal), algunos inconvenientes a la hora de llevar a cabo ciertas audiencias. A modo de ejemplo: que a menos de 48 horas del hecho la víctima deba volver a enfrentarse a su agresor; que sus datos identificatorios seas suministrados en audiencia oral y pública delante de familiares del imputado; que familiares del imputado y víctimas de delito deban compartir los espacios comunes de tribunales antes y después de las audiencias; que se revelen otros datos de las víctimas que vulneren sus derechos, etc.
Fuentes de la fiscalía señalaron que “desde el momento en que una persona es citada, la no comparecencia trae consigo un apercibimiento, para eso es la norma” y que citar a las víctimas bajo apercibimiento de arresto no resulta una concesión graciosa. “Diferente sería si se les informara que pueden asistir o no a las audiencias o invitarlos a que las presencien”, pero sin la carga que impone la citación judicial.
Para los fiscales “es importante que estén las víctimas, porque en definitiva los jueces siempre tienen enfrente a los imputados y no a quienes padecen robos, agresiones, violaciones”, “pero para quien acaba de sufrir el hecho es un espacio de revictimización”, sostuvieron.