Rubén Sánchez
[email protected]
Comenzó en el 2016, y actualmente abarca a casi ocho mil chicos en toda la provincia. La capacitación en oficio que se ofrece, decanta inevitablemente en resultados de mejoras en los vínculos sociales y la lucha contra la violencia en los barrios.
Rubén Sánchez
[email protected]
Desde 2016 comenzó a funcionar el programa Nueva Oportunidad en la provincia de Santa Fe. Consiste en la capacitación en oficios destinados a jóvenes de entre 14 y 35 años que no estudien ni trabajen. La formación en empleos busca insertar a los miembros del programa en el mercado laboral, pero esto tiene un trasfondo mucho mayor: la lucha contra la violencia y la discriminación en los barrios más humildes.
“Es una respuesta del estado a una realidad concreta, que es la situación de miles de jóvenes en las grandes ciudades de la provincia que, básicamente, están excluidos del sistema”, define Mariano Granato, sub-secretario de coordinación del Plan Abre.
“Es un plan de abordaje integral para jóvenes en situación de vulnerabilidad social. El objetivo es bajar los índices de violencia sobre todo en el cordón oeste, de la zona noroeste y la zona de la costa y, por ende, también la tasa de homicidios”, amplía Nicolas Zanon, director de Orientación Social y Desarrollo Territorial del ministerio de Desarrollo Social.
Trabajo territorial
El Nueva Oportunidad comenzó con una experiencia en Rosario, la cual tuvo un buen resultado, lo que valió que se replicara a nivel provincial. En el caso particular de la ciudad de Santa Fe, comenzó con 400 jóvenes en el 2016, para actualmente contar con 2100 jóvenes distribuidos en más de 100 jóvenes.
“2017 fue un año de mucho laburo. La evolución tuvo que ver con incorporar a las organizaciones sociales a este trabajo en un vínculo de igual a igual, discutiendo estrategias y poniéndolos como un aliado estratégico del estado. Fuimos mejorando la calidad de la propuesta de capacitación y descubriendo formas de organizarnos”, consideró Granato.
Actualmente unos 7800 jóvenes de toda la provincia de Santa Fe participan del Programa Nueva Oportunidad (en la ciudad de Santa Fe son 2100 los jóvenes beneficiarios -un 27% del total-).
Hay alrededor de 100 grupos capacitándose, pertenecientes a 32 barrios de la ciudad de Santa Fe.Las ofertas de formación van desde los oficios más tradicionales, como son herrería, carpintería, construcción, gastronomía hasta otras disciplinas relacionadas con el arte y las nuevas tecnologías de la información y comunicación, como son: murga, radio y comunicación, teatro.
Los barrios en los que funciona el Nueva Oportunidad en la ciudad de Santa Fe son Alto Verde, Colastiné, Loyola Sur, Santa Rosa, La Ranita, Villa Teresa, Barranquitas, Barranquitas Sur, Las Lomas, La Guardia, San Martín, Villa del Parque, Acería, Dorrego, Las Delicias, Chalet, San Agustín , San Agustín II, Vecinal Juventud del norte, Yapeyú, Cabal, Colastiné Sur, Abasto, El Pozo, Centenario, Los Troncos, Los Hornos, Altos de Noguera, Villa Hipódromo y Loyola Norte.
Los beneficiarios perciben una beca mensual durante el período que dura la capacitación, además de acompañamiento e inclusión.
Referentes y capacitadores
El Nueva Oportunidad trabaja territorialmente, sectorizando sus acciones por barrios. Los chicos de cada barrio van dos veces por semana a una capacitación de oficio (que dura entre cuatro y cinco horas), y una tercera vez para compartir tiempo recreativo y poder trabajar sobre aspectos cotidianos, llamado “Tercer Tiempo”. Para llevar a cabo este plan, hay dos figuras fundamentales: la del referente y la del capacitador.
“Los primeros meses del 2016, cuando arrancamos con el programa, empezamos a laburar con trabajadores del estado que entendían y compartían que había que trabajar con estos jóvenes. Llegó un momento en que nos encontramos con un límite, por lo que buscamos referentes en los barrios. Fuimos a buscar a esos vecinos que viven ahí, que los pibes respetan y la respuesta fue muy buena” contó Zanon.
Dentro de esta reinvención del programa, se encuadran las reuniones entre referentes y capacitadores por territorio, con el fin de establecer rumbos y acciones en conjunto.
El referente suele ser una persona del barrio, con llegada a los jóvenes. Es quien acompaña a los chicos tanto en las jornadas de capacitación como en las de recreación.
El capacitador no sólo es quien enseña sobre un oficio, también tiene un entrenamiento y busca profundizar el vínculo con los chicos.
“El referente, para mi, es fundamentalmente quien brinda contención, mucha contención. Ellos ven que uno lucha con ellos y eso los conmueve”. De esa manera definió su propio rol Maria Angélica Aguirre, referente de los barrios Barranquitas y San Pantaleón.
“Un capacitador les enseña a trabajar en temas determinados y a su vez en las prácticas se desarrolla un trabajo comuntario. El trabajo que hicimos este año fueron cestos de basuras. Ellos tienen un trabajo hacia la comunidad, y a su vez hacen la práctica de lo que ellos están estudiando” consideró por su parte Fernando Cruz, capacitador en herrería.
Tanto María Angélica como Fernando coinciden en que si bien su rol en las capacitaciones es fundamental, el factor humano es lo que verdaderamente logra un cambio en los jóvenes en situación de vulnerabilidad social.
“Lo que más me llena es que te cuentan cosas que uno siente que no se van a abrir de esa manera con otra persona” contó María Angélica.
“Hay veces que no sabes que contestarles, pero ellos se sienten contenidos. Tienen otro modo de ser en el barrio, desde que comenzaron el Nueva Oportunidad, tratan de cuidarlo más” agregó.
“Yo antes de empezar con esto, miraba a los chicos desde otro punto de vista, como la mayoría de la sociedad lo hace” confiesa Fernando, en una actitud que de la que nadie puede considerarse excento. Lo importante es el resultado de involcurarse.
“Cuando empezás a trabajar con ellos y te involucras, empiezan a salir un montón de cosas que no había sentido antes, y eso te lleva a modificarte. Es impresionante el cariño que te devuelven. Vos tenes un buen trato con ellos, y ellos te devuelven el doble. Vos le enseñas y ellos te piden más, quieren aprender más cosas” contó emocionado.
Eran muchos casos chicos desvinculados de las instituciones, lo que no permitía que tengan ninguna trayectoria. Hoy esos jóvenes están vinculados al estado y en algunos casos con organizaciones: todos lograron algún vínculo de institucionalidad.” Mariano Granato, sub-secretario de coordinación del Plan Abre.