Gabriel Rossini
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La diputada santafesina Silvina Frana fue elegida para presidir la Comisión de Prevención de Adicciones y Lucha Contra el Narcotráfico de la Cámara de Diputados de la Nación.
Gabriel Rossini
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La diputada nacional Silvina Frana expresó que la elección por parte de sus pares al frente de la comisión de Prevención de Adicciones y Lucha Contra el Narcotráfico la sorprendió gratamente porque es un tema sobre el cual viene trabajando desde hace años, dijo que la situación en el tratamiento de adictos está en una “situación grave” tanto en la Nación como en la provincia de Santa Fe y consideró que “por más fuerzas federales que vengan a la ciudad sino desarrollamos un fuerte esquema de inserción del Estado en los barrios no vamos a poder revertir la situación”.
“Trabajo desde hace tiempo en el tema fuera de la política y en los dos años que llevo como diputada nacional integré la comisión. Hemos trabajo muy intensamente, sobre todo el año pasado, cuando pedimos la declaración de emergencia nacional en adicciones, apoyando el reclamo de los curas villeros. Eso hizo que hablaran todos los sectores, que desde la comisión convocáramos a diferentes espacios que tratan la problemática. En mi bloque trabajamos mucho sobre el tema y me respaldaron en mi tarea, lo que me permitió construir los acuerdos por los cuales fui electa presidenta de la comisión”, expresó.
-¿En que situación está hoy esta problemática?
-Está en una situación grave para el país en general y para Santa Fe en particular. Lamentablemente es una problemática creciente que atraviesa a todos los sectores sociales, que lo padecen más los que menos tienen por la imposibilidad de acceder rápidamente a un tratamiento porque no hay muchas respuestas para los que no tienen cobertura social, lo que agrava aún más la situación porque en esos sectores proliferan drogas letales como el paco.
-¿Hay conciencia en la gente de esta situación?
-Es un debate necesario que lo demos porque hay que clarificar cosas. Cuando hablamos de adicciones o de consumos problemáticos el primer planteo es despenalizar o no. Y en realidad lo que hay que saber es que el mayor nivel de consumo lo tienen las drogas legales. En los jóvenes el mayor consumo es el del alcohol. Me parece que a esto hay que saberlo para tener claro de que estamos hablando, cuales son los temas prioritarios.
-¿Presupuestariamente el Estado aporta un monto razonable para hacer frente a la situación?
-No es suficiente pero reconozco que hubo un aumento importante en las partidas para el Sedronar. Pero eso después tiene que traducirse en acuerdo con las provincias y los gobiernos locales. Toda política que tenga que ver con estas cuestiones involucran personas, realidades concretas, historias de vida. Por eso hay que enfrentarlas con políticas de cercanía, que tienen que afrontar los gobiernos locales. Cuando fui concejal presenté varias iniciativas en este sentido porque entiendo que solamente se pueden revertir situaciones con políticas de traslado de la gente, con una red social de contención.
-Pero en algún momento hay que abordarlo.
Hay un trabajo muy interesante que lo desarrolló el Papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires, que era constituir lo que se llamaron “Hogares de Cristo”, con el lema “Hay que recibir la vida como viene”. A partir de allí muchos sacerdotes conocidos como curas villeros empezaron a constituir estos hogares y hoy es una política de Estado del Sedronar. Uno siempre circunscribe el tema a los jóvenes pero hay que saber que también es una situación que se da en adultos, el mundo del trabajo enfrenta hoy situaciones de muchos trabajadores con consumos problemáticos.
-Dejando de lado lo presupuestario ¿Donde cree que está el mayor déficit?
-Hay que reforzar todas las políticas que tienen que ver con la prevención. Y recorriendo barrios de la ciudad de Santa Fe advierto ausencias del Estado en los más vulnerables. ¿Que significa ausencia del Estado? Que los chicos y chicas a lo mejor van a la escuela pero no tienen un lugar donde ir. No hay espacios de contención. Hay barrios que no tienen clubes y los que los tienen están fundidos. Países con sociedades como el nuestro tienen que duplicar los esfuerzos en prevención. La lucha contra el narcotráfico es una guerra que no se sabe como termina, que puede llevar a militarizar los barrios, y tenemos que luchar contra un poder económico que nos excede claramente. Por más fuerzas federales que vengan a la ciudad sino desarrollamos un fuerte esquema de inserción del Estado en los barrios no vamos a poder revertir la situación.
-Un buen ejemplo de que militarizar los barrios no sirve de mucho es Brasil...
-No sirve para nada. En países como el nuestro está demostrado que la única política que de verdad revierte situaciones, aunque sea en el largo plazo, son las políticas de inclusión.
-Una mitad del nombre de la comisión es el de la prevención de adicciones pero la otra mitad es la de la lucha contra el narcotráfico. ¿Que opinión tienen sobre como la está abordando el Estado?
-Claramente es insuficiente porque de lo contrario no veríamos el desarrollo del narcotráfico, sobre todo en la provincia de Santa Fe. Estamos debatiendo en la comisión si seguimos con esa competencia, porque tiene más que ver con cuestiones de seguridad. Desconozco la dimensión del tema, pero si puedo decir lo que veo. Y lo que veo es que en la ciudad de Santa Fe hace cuatro o cinco años en algunos barrios ese problema no existía y hoy si.
-Es un problema que se agrava en tiempos de crisis porque es una de las pocas actividades sino la única que genera “empleos”.
-Empleos, contención en familias que no tienen otra alternativa. Volvemos a lo mismo: ausencia del Estado y de un tema sobre el que tenemos que hablar en esta y otras problemáticas: la desigual distribución de la riqueza, porque es el origen de muchos de los problemas que tenemos. Si no hablamos de eso es como que no hablamos de la infección sino de la fiebre. Muchas de las cosas que pasan tienen que ver con una sociedad e historias atravesadas por inequidades. Y estas son las consecuencias.
-Respecto a la prevención de adicciones ¿Como está la situación en Santa Fe?
-Recién en esta gestión se creó una agencia para trabajar sobre este tema, con lo cual hay una atraso. Cuando hablaba de las políticas de cercanía, que propuse cuando fui concejal, nunca recibí respuestas. Quiero ser claro en una cosa: en este tema hay que dejar de lado las identidades partidarias porque lo que se requiere es acuerdos y trabajo.
-¿Está de acuerdo con la despenalización de las drogas o de algunas, como es el caso de la marihuana en Uruguay?
-Es un tema sobre el cual hay que debatir. Hoy no tengo una posición definida en uno u otro sentido porque estudiando las experiencias de otros países concluí que ni penalizando ni despenalizando se puede visualizar un éxito total. Sí estuve de acuerdo con la aprobación del cannabis medicinal.
-¿Que significaría declarar la emergencia nacional en adicciones? ¿Que cambiaría respecto a la situación actual?
-Significaría disponer de más recursos. En el proyecto de ley propusimos que esos recursos fueran distribuidos equitativamente a las provincias, no solamente que haya un gran organismo nacional, y significaría involucrar a todos los organismos del Estado porque es un tema transversal a muchos. Cuando hablamos con gente que trabaja en la temática te dicen que la recuperación debe ir de la mano de un acompañamiento para poder insertarse en el mundo del trabajo, por ejemplo.
-El principal problema hoy es que aquel que quiera recurrir a un lugar para recuperarse no tiene donde ir.
-Son muy poquitos. Quiero reconocer que hay clínicas privadas que trabajan con obras sociales que dejan un cupo para atender a pacientes que no tengan recursos, pero no alcanza porque no hay un diseño de una política pública concreta para que desde lo público se atiendan los casos de recuperación.
El futuro político
Silvina Frana, junto a la diputada provincial Patricia Chialvo, vienen desde hace tiempo recorriendo todos los fines de semana barrios de Santa Fe. “Personalmente me propuse estar lo más cerca posible de la gente. Siempre tratamos de hacerlo pero lo hemos intensificado. Queremos saber que le pasa cara a cara, no desde detrás de un escritorio en el Congreso. ¿Eso tiene que ver con el futuro? Es probable. Tengo vocación por trabajar en política, pero antes de definir una estrategia electoral primero hay que estar cerca de la gente y escucharla”.
-¿Que dice la gente?
-Están muy preocupados por la inseguridad. Otra preocupación es la de las adicciones. Nos encontramos con algunas mamás que tenían ese problema y no saben a donde ir. La tercera es el reclamo de obras en los barrios. Y en las últimas recorridas se agregaron las facturas de la luz. He visitado pequeños negocios que sostienen a una familia que no pueden pagarla y no saben si van a tener que cerrar. Ni hablar de las familias que tampoco la pueden pagar en dos veces porque al mes siguiente se te agrega la del agua. La dirigencia se tiene que enterar que esto es lo que le pasa a la gente. El que tiene la suerte de tener un sueldo, porque hay muchos que no lo tienen, cobra lo mismo de siempre mientras tiene que afrontar todos los aumentos de los últimos meses, los gastos de mandar los chicos a la escuela. A estos habría que llamarlos para que se hagan cargo del ministerio de Economía porque la verdad es que no se como hicieron.
-¿Este tarea de empezar a caminar la ciudad va a terminar en una candidatura?
-Dependerá de un proyecto colectivo. Yo no tengo problemas en ser candidato en uno que defina un objetivo de país, de provincia, de ciudad y que coincidamos. Porque para fotos y frases hechas ya hay muchos. Tenemos que trabajar para la gente sin tanta épica y con soluciones concretas. Todos le hablan de hechos históricos pero abren la canilla y no sale agua. La gente quiere soluciones a sus problemas cotidianos, que no se inunden cuando llueve, no que modifiquen el rumbo de la historia.
La despenalización del aborto, un debate más amplio
Respecto a la iniciativa sobre la despenalización del aborto, sobre el que se manifestó en contra, Silvina Frana enfatizó que se trata “de una problemática mucho más amplia que es la de las mujeres, que muchas veces al quedar embarazadas se transforma en una verdadera tragedia. Hoy nuestro país exhibe una de las cifras más altas de embarazos adolescentes”.
“Creo que la respuesta a esa situación no puede sintetizarse en aborto si o no. Es mucho más compleja y tiene que ver con cumplir con las leyes de educación sexual y reproductiva, con tener un análisis científico serio respecto a cuando se es un ser humano. Si lo es desde la concepción, entonces tiene el primer derecho humano que es a la vida. ¿Como compatibilizamos eso con las tragedias que sufren las mujeres? Y además ¿como hacemos para que las mujeres decidan libremente cuando quedar embarazadas y cuando no? Para eso hay políticas donde las mujeres, sobre todo las más vulnerables que no tienen obra social, puedan acceder a un esquema de anticoncepción que puedan manejar. Muchas veces las pastillas anticonceptivas no son las mejores recetas para algunas mujeres que a lo mejor por falta de nutrición u otra cuestión les cuesta resolverlo. Hay alternativas como los parches, por ejemplo. Inclusive hay situaciones extremas donde en los hospitales se debería habilitar la ligadura de trompas”, destacó.
Finalmente pidió que, si el Congreso va a debatir la despenalización del aborto, “sea completo y le expliquemos bien a la gente de que se trata porque lo centralizamos en una situación concreta que existe y estamos perdiendo de vista un montón de aristas. Cuando se pone en el tapete a las mujeres pobres, que es cierto son las que menos posibilidades tienen, pido también que debatamos el tema de la pobreza porque hoy estamos debatiendo el aborto pero no la pobreza, que es lo más grave”.