El Senado reclama información sobre los aumentos de la EPE

Redacción El Litoral

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El senador Joaquín Gramajo (PJ-9 de Julio) propuso que luego de Semana Santa la presidencia de la Cámara invite a las autoridades de la Empresa Provincial de la Energía a informar sobre el aumento de las tarifas, “atento a las quejas que recibimos a diario en cada uno de los departamentos que representamos”, dijo el legislador.

Gramajo tanto se refirió a los incrementos del servicio en toda la provincia, como a una situación que lo preocupa: “Hay manifestaciones de vecinos que nos dicen que les han llegado el triple o cuádruple de los montos que antes les facturaban y hay además otra cuestión que quiero verificar, quiero tener la información de boca de las autoridades de la empresa, porque se dice que en el departamento 9 de Julio ha sido contratada una empresa privada para controlar los medidores”.

“Queremos saber si es o no cierto que la empresa Servilux está contratada para llevar a cabo esa tarea. Me parece que amerita una visita de las autoridades de la EPE. Muchas veces ocurre que empresas privadas son contratadas por municipalidades o comunas, y que suelen hacerlo por un porcentaje de lo recaudado. Si es cierto que se deja en manos de una empresa privada la lectura de los medidores, me despierta ciertas suspicacias. No quiero pensar que se haya tomado una decisión de ese tipo en la empresa provincial, por eso prefiero invitar a las autoridades de la compañía estatal”, dijo desde su banca.

En abril

El vicegobernador Carlos Fascendini tomó nota del pedido -que contó con el acuerdo de todos los bloques- y estimó que el miércoles 4 de abril, de no mediar inconvenientes, podría llevarse a cabo el encuentro en la Sala de Reuniones de la Presidencia del Senado.

Antes, el presidente de la bancada del oficialismo, Felipe Michlig (UCR-San Cristóbal), recordó que la EPE está bajo la órbita de la Secretaría de Estado de la Energía de la Provincia, a cargo de Verónica Geese, a quien recomendó sumar al encuentro, por lo que serán por partida doble las invitaciones.

Primeros ensayos para un debate sobre el aborto

En el momento de las manifestaciones, con sendos discursos, cruzaron espadas los senadores José Baucero (PJ-San Javier), Miguel González (PS-La Capital) y Hugo Rasetto (UCR- Iriondo) a propósito del debate sobre la posibilidad de que la Argentina modifique su legislación respecto del aborto, que se ha iniciado en el Congreso de la Nación.

Para el debate que se viene ya anunció que también fijará posición respecto de “qué es la vida” Joaquín Gramajo (PJ-9 de Julio) y prefirió no abundar hasta tanto madure esa polémica en la Cámara Alta.

Mientras tanto, al aprobarse la adhesión del Senado al Día del Niño por Nacer que celebran con especial énfasis los sectores que se oponen a la posibilidad de que la Argentina se consagre el derecho a la interrupción del embarazo, se produjeron los primeros chispazos.

Baucero impulsó la declaración y la acompañó con una dura queja contra el presidente por haber habilitado el debate, lo llamó “Mauricio Pilatos”. Lamentó que el jefe del Estado haya dicho que es la libertad de conciencia de cada legislador del oficialismo la que debe dictar su voto.

Consideró que es promover “un crimen” promover el debate y opinó que “la Constitución Nacional reformada en 1994 al adherir al Pacto de San José de Costa Rica” consagra la figura “del niño por nacer”. Criticó “las manifestaciones de las abortistas en todo el país” y acusó al gobierno de usar las reivindicaciones feministas como “una cortina de humo”.

Sostuvo que la suya es la convicción de un católico “y un justicialista”, al tiempo que recordó que la del PJ es una “doctrina basada en el cristianismo”.

Le respondieron, desde la medicina, las políticas públicas de salud, y la ciencia política, González y Rasetto. El ex funcionario del ministerio de Salud advirtió, palabras más palabra menos, que hoy el aborto sólo está prohibido para las mujeres pobres. Y subrayó que se busca su legalización para evitar sus muertes en abortos clandestinos, hechos sin las condiciones hospitalarias necesarias.

Ambos recordaron que el derecho de las mujeres a disponer de su cuerpo existe en buena parte del mundo desarrollado y advirtieron las sociedades maduran y ganan libertades. Destacaron que se trata de un debate que debe ser enmarcado en términos del cuidado de la salud, no de las premisas religiosas que cada persona puede sostener.

Rasetto se detuvo especialmente en invitar a Baucero a comprender que la decisión del presidente de abrir el Congreso al debate sobre una demanda social, muy fuertemente impulsada por el movimiento feminista no puede ser interpretado como una traición ni mucho menos con una connotación bíblica o religiosa.