Dineros en el sur

Raúl Emilio Acosta

En una de sus habituales columnas el colega Mauricio Maronna, en el diario rosarigasino La Capital, dice con sus palabras: “Carrió le ofrece a la coalición oficialista una pátina de pretendida superioridad moral a la hora de poner en fila a los opositores”... Adhiero.

“Pretendida superioridad”... allí está el nudo de muchas cuestiones. Esta administración nacional tiene tantos líos por chapuceros unos, indiferentes con la ética republicana (la de la “Res Pública”) otros o, también, directamente culpables de maniobras ilegales para el juicio del común, como se veía en los tiempos de “la princesita” CFK. Necesitan tener un mínimo de impunidad a la hora de juzgar los actos públicos. La Carrió -en muchos casos la CSJ-, de los actos de Mauricio (“yo le creo” ha sabido decir y con eso zanjaba las desconfianzas, los yerros y los problemas), lo que oferta es su credibilidad, sus rezos y sus advertencias mediáticas.

No sería completa esta reflexión si no agregase que cuando insultó a Eduardo Duhalde sin pruebas tuvo que retractarse en la justicia y no lo mencionó más en sus incendiarias diatribas. Lo mismo debió hacer con Aníbal Fernández. Cuando insulta a Moyano como cuando insulta o acusa a algún político santafesino lo que uno debe esperar es la acción en la justicia. La Carrió es guapa hasta la puerta del juzgado. Claro que no todos se animan a llegar hasta la puerta del mismo sitio: la justicia ordinaria.

Parecidos y diferentes

La diferencia entre un ministro que tiene 100 millones de pesos fuera y no los trae, es grande si se la compara con quien no tenía nada y en tiempos de la princesa acumuló 100 millones. Uno se desentiende del país y le desconfía. El otro le robó al país y no le importa.

El “caso Carrió” cambiando pasajes que no usó por dinero que si gastó, y que no va a sus cuentas con rendimiento detallado, es delito. Es un caso de delincuencia y la íntima convicción que poseo de este caso no se achica, sino que se agranda porque muchos de los diputados lo hacían, lo hacen y lo harán. El espíritu de cuerpo no achica el delito, lo agranda.

Una verdadera “Ley de financiamiento de los partidos políticos” duerme en Diputados. Limpiaría a la Carrió, pero pondría a todos en la vidriera. La Fundación Friedrich Ebert como la Konrad Adenauer, ambas alemanas, son un ejemplo de cómo se usan los dineros en la política. Porque es necesario aclararlo: la política cuesta, las ideas deben defenderse y multiplicarse, solo que con costos por encima de la mesa. Así de simple. Ambas fundaciones visitan Argentina y consolidan vínculos e ideas. Socialistas y radicales de una parte y demócratas cristianos (peronistas aquí) saben de qué hablo.

Independencia municipal

Los dineros son el eje de lo que verdaderamente pasa. Sin bromas. Una libertad municipal (Independencia, Autonomía por Reforma Constitucional) pondría a Rosario en condición de cobrar sus propios impuestos y manejar su caja. La caja de Gestión Municipal en Rosario es deficitaria y si no llega el dinero provincial en auxilio, el efectivo no pasa setiembre y, en algunos rubros, no pasaría el mes de julio. Dinero tan solo para la mitad de un año presupuestario. Es difícil de entender cuando los concejales denuncian que en determinados rubros hay sub ejecución (se gasta menos de lo que hay en la chequera para ése rubro). Bueno, eso sucede.

Una de las discusiones es en Salud. La mitad de los empleados municipales están en esa Secretaría y la calidad, que es muy buena, es el argumento para sostener que no se entrega para que la administre la provincia. Sin la ayuda provincial los dineros no alcanzan, cada vez más es necesario que la provincia colabore. Ni bien ni mal. Sucede.

Hoy vienen todos (Mauricio y Lifschitz) a traer dineros a Rosario, al sur (lo dicho, mas del 50% de los votos santafesinos) donde durante mucho tiempo no se hicieron obras de infraestructura (la princesa castigó al sur santafesino, sojero e independentista) y los socialistas se quejan hoy como nunca antes.

Dineros para rutas, puentes, tuberías, urbanizaciones, parecería que el sur comienza a existir. Lo que existen son encuestas que indican el predominio de la cara de Mauricio y la palabra clave: “Cambiemos”. Sólo sobrevive la cara de Lifschitz y el buen nombre de Perotti, con escaso grado de conocimiento, al igual que Corral, al igual que Laspina. En ese orden.

La Carrió, que es legisladora y no tiene obligación de gestionar los dineros del ejecutivo, se llevó demasiado de la provincia (legisladora propia) y no trae nada. Se lleva hasta expedientes confidenciales que sus pocos conmilitones (conmilitonas) le acercaron. En ellos la posible información delictual que aún aflige a algunos y hace sonreír a otros.

Cambiemos puede perder

Hay una información que deberían sumar, seguramente lo harán. Ella, Masón, Alvarito González y Marcos Peña, también Frigerio. Con la ingeniería de Vernet / Reviglio puede perder el Mauri la provincia y ganar legisladores nacionales. Nombro a quienes lo hicieron dentro de la ley. Los dos ex gobernadores fueron parte del asunto.

Si se abandona el proyecto Asamblea Constituyente y se leen claramente las atribuciones electorales del Poder Ejecutivo Provincial Santa Fe, la provincia, puede realizar elecciones municipales (todas, hasta con el sonriente Jatón incluido) desdobladas de las de Gobernador, Diputados y Senadores.

Un “Rosarigasinos por Rosario”, es decir, un nuevo frente progresista pelearía sin lastres contra Roy López Molina, hoy por hoy futuro intendente sin problemas. Todas las comunas perucas, más algunas radicales bailando en una pata. Cada quien con su boleto. El “pejotismo” dice que sí y firma con las dos manos. El socialismo debe pensar si labura para el Mauri o no.

Después las elecciones provinciales. Demasiado desgaste para el Mauri viajar tantas veces. Nada atractivo para la impoluta fiscala de la República, la Carrió. Un modo para perdurar del “pejotismo” y del resto del oficialismo provincial.

Cuando se preguntan la razón de tantos asados, como la de tantos dineros de la provincia en el sur y la movilidad permanente del señor gobernador, no habría que descartar este “Plan C”. No contiene re elección, posee supervivencia del sur, de Rosario que ya se ha dicho: hoy la tiene perdida el socialismo. Las obras de infraestructura, postergadas durante el reinado de la princesa, están llegando al sur. Las de Mauricio porque hacían falta... y aseguran votos. Los dineros de Miguel también. Y con absoluta franqueza. No vienen mal.

Una de las discusiones es en Salud. La mitad de los empleados municipales están en esa Secretaría y la calidad, que es muy buena, es el argumento para sostener que no se entrega para que la administre la provincia. Sin la ayuda provincial los dineros no alcanzan, cada vez más es necesario que la provincia colabore. Ni bien ni mal. Sucede.

Los dineros son el eje de lo que verdaderamente pasa. Sin bromas. Una libertad municipal (Independencia, Autonomía por Reforma Constitucional) pondría a Rosario en condición de cobrar sus propios impuestos y manejar su caja. La caja de Gestión Municipal en Rosario es deficitaria y si no llega el dinero provincial en auxilio, el efectivo no pasa setiembre.