Danilo Chiapello
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Una seguidilla de hechos delictivos puso en estado de máxima alerta a vecinos y comerciantes.
Danilo Chiapello
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* Sábado a las 21.30. Tres chicas vienen caminando por la vereda de Urquiza al 1100. De repente aparecen cuatro muchachos, los que se conducen en dos motos. Los que van como acompañantes bajan y se lanzan contra las mujeres a quienes, en cuestión de segundos, les roban sus mochilas. El atraco se consuma delante de numerosos testigos que ni tiempo tienen a reaccionar. Finalmente los ladrones escapan a toda velocidad.
Lo anterior forma parte de una serie de situaciones que vienen ocurriendo en barrio Sur, y que han elevado el nivel de preocupación de sus vecinos a su punto máximo.
Sólo basta con mencionar que en las últimas 72 horas se han producido ataques a personas en plena calle, robos e intrusiones en domicilios particulares, como así también hechos de vandalismo en algunos comercios.
La zona de Urquiza y Uruguay y sus alrededores parece ser uno de los puntos críticos, aunque los males se extienden a otros puntos de la barriada.
Por los techos
Los delincuentes parecen haber puesto en la mira a un complejo de departamentos ubicado en Urquiza al 1100.
Esta madrugada un hombre que vive en el citado complejo, despertó sobresaltado en medio de la noche. Ni bien se asomó, observó a dos sujetos que escapaban a la carrera por los techos.
Idéntica escena se repitió en la madrugada de ayer, donde también otras personas advirtieron la presencia de intrusos.
Y lo peor sucedió el domingo, cuando desconocidos ingresaron a una propiedad desde donde sustrajeron un televisor.
Estos episodios fueron denunciados, lo que motivó que al lugar acudieran efectivos policiales, aunque hasta el momento no hubo detenidos.
Heladería
En la madrugada del viernes, un estallido despertó a los vecinos de la zona de Uruguay y Urquiza. ¿El motivo?: autores ignorados rompieron la vidriera de la heladería Flúo, ingresaron al local y sustrajeron el dinero que había en la caja.
Vivir encerrado
Consultada al respecto una vecina, señaló que “acá el tema de los robos está bravísimo. Hay que vivir con la puerta cerrada. Fijarse muy bien a la hora que entrás o salís. La policía pasa seguido por Urquiza, porque es el circuito obligado que tienen cuando van camino hacia su cuartel. Sin embargo a los chorros no les importa nada, actúan igual.
Cuando pasó lo de las tres chicas de las mochilas, la calle estaba llena de gente. Sin embargo las asaltaron a la vista de todo el mundo.
Yo me voy a trabajar todos los días a las 6 de la mañana y tengo que llamar a un remís, porque ir a esperar el colectivo a esa hora es morir. Sos candidata a que te revuelquen. Es arriesgar la vida. Y ni hablar si llevás una cartera o un bolso”, sentenció.