El futsal es el motor del Club Alvear

Juan Carlos Haberkon
Javier Díaz

“El Club Alvear era un club de bochas, uno de esos clubes chiquitos, sociales, de barrio, de esos que ya casi no existen”. Con ese concepto define Gastón Olivera, su presidente desde 2015, a una institución que se encontraba detenida en el tiempo y se volvió a llenar de actividad principalmente a partir de la llegada de una nueva comisión directiva que consideró que se trataba de un lugar ideal para la práctica del futsal.

“Veíamos que estaba ese espacio pero no tenía ninguna actividad en una zona donde no había muchas alternativas para los chicos a los que les gusta el fútbol, porque lo más cercano es quizás Sportivo Guadalupe”, detalla quien es actualmente uno de los principales difusores del futsal en nuestra ciudad.

Fue lo que los decidió, a él y un grupo de amigos entre los que también se encuentran Juan Manuel Torres y Matías Pérez entre otros, a incursionar en la vida de esa institución.

Como en todas estas entidades sociales, el trabajo es a pulmón, sin demasiados recursos pero con mucho ingenio para llevar adelante el día a día. En su caso, la nueva comisión directiva consideró que el insurgente futsal infantil podría ser un motor para darle un movimiento cotidiano que había perdido.

“La idea fue de Juan Manuel, que era entrenador de arqueros cuando yo estaba en La Salle”, recuerda quien hoy también ocupa el cargo de secretario de Torneos de la Liga Santafesina de Fútbol. “Como ya presentábamos equipo en Primera División, decidimos armar una escuela de futsal y aprovechar que ya estábamos afiliados a la Liga”.

El inicio, en marzo del año pasado, se concretó con un alumno proveniente de la UNL. “Él acercó a algunos chicos más, amigos nuestros empezaron a llevar a sus hijos y así fue creciendo”.

Hoy la escuela cuenta con 30 pibes en el club y otras dos sedes: el Centro 29 y el complejo Gradas, en Pedro Zenteno y General Paz. Entre las tres sedes —que están interconectadas y por eso si un alumno no puede asistir a una práctica donde lo hace habitualmente puede ponerse de acuerdo con los profes para recuperarla en alguna otra— conforman los equipos que presentan todas las semanas en los torneos de futsal infantil liguista.

Buena alternativa

El fútbol de salón para niños llegó para satisfacer una demanda que parecía oculta en el barrio donde se emplaza el club. De hecho, Olivera, Torres y Pérez recuerdan que la mayoría de los vecinos les decían que sería difícil que su iniciativa prosperara en esa zona por tratarse de un barrio con mayoría de gente mayor y estudiantes, debido a la cercanía con la Universidad Tecnológica.

“Lo más difícil fue conseguir que la gente se sumara, por eso decidimos comenzar a tirar folletos por debajo de las puertas, a hablar con vecinos y difundir a través de las redes sociales. De todas maneras hubo gente que nos dio una mano. Costó, se hizo todo a pulmón, pero ese esfuerzo está dando sus frutos actualmente”, asegura Juan Manuel Torres.

“A los chicos los motiva mucho el futsal infantil porque tiene mucha competencia. En una escuelita convencional hay encuentros una vez por mes o cada 15 días, mientras que nosotros tenemos competencia todas las semanas”, explica a su turno Matías Pérez.

“Por supuesto que la idea principal es que los chicos aprendan disfrutando y entreteniéndose, pero la cuestión de la competencia tampoco queda de lado”, agrega.

El Club Alvear está otra vez con vida y con más ganas de crecer que nunca, tal vez al ritmo de una disciplina como el futsal, cada vez más afianzada en nuestra ciudad.

Puertas abiertas

Hoy el club Alvear cuenta con tres escuelas de fútbol por lo que los interesados en participar pueden hacerlo llamando al teléfono 342 4 486571. Por último, la institución invita a los niños de 5 a 12 años que deseen realizar este deporte a que se acerquen a las siguientes direcciones: Sede Fortia-Unipadis, Pedro de Vega 843; Sede Gradas Club, Pedro Centeno 1743, y Sede C.E.F. N° 29, Avenida Galicia 2002, todas en la ciudad de Santa Fe.