Redacción de El Litoral
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De los pelos, subió a la mujer a un auto y la arrastró media cuadra en contramano, mientras la golpeaba y picaneaba. Numerosos incumplimientos de una medida de distancia fueron la antesala del intento de femicidio.
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Un hombre de 41 años se encuentra detenido a disposición de la justicia, tras haber protagonizado un feroz ataque contra su ex pareja y madre de uno de sus hijos, ocurrido este lunes a primera hora de la mañana en plena vía pública de la ciudad de Esperanza. El episodio por el cual Hernán Carlos Wernli se encuentra privado de la libertad, fue el resultado de una escalada de violencia que comenzó el mes pasado y que se prolongó a lo largo de todo el mes de abril, violando en reiteradas oportunidades dos mandatos judiciales que lo obligaban a mantener distancia de la víctima y su hija.
La fiscal de Las Colonias, María Laura Urquiza, lo imputó este miércoles en los tribunales locales y adelantó que pedirá la prisión preventiva, en una audiencia prevista para este viernes. Los delitos atribuidos a Wernli en esta ocasión fueron los de “incumplimiento de mandato judicial reiterado”; seguido por “tentativa de homicidio calificado (por ser cometido a persona con quien ha mantenido una relación de pareja y por ser cometido por un hombre a una mujer mediando violencia de género)”; “amenazas coactivas” y “daño”; todo ello en el contexto de la ley de violencia de género.
Durante la audiencia imputativa, la fiscalía atribuyó una seguidilla de hechos que tiene punto de inicio hace un mes, con reiterados incumplimientos a dos mandatos judiciales. El acto estuvo a cargo del juez Nicolás Falkenberg y el acusado contó con la asistencia de la abogada del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, María Soledad Estrada.
Picana eléctrica
Pero sin dudas el episodio clave se produjo éste lunes 23 de abril, cuando a las 7.50 de la mañana, Wernli se interpuso en el camino de su ex pareja, cuando en un auto Volkswagen Golf le dio alcance mientras ella circulaba en bicicleta por calle Jansenn, entre Avellaneda y Güemes.
Primero la forzó para hacerla subir al auto. Para lograrlo utilizó una picana eléctrica y la tomó del cuello y los pelos para doblegarla. Dos hombres intentaron detenerlo, pero éste le advirtió a uno de ellos: “¡Correte o te pego un chumbo!”
Con la mujer con medio cuerpo afuera del auto y la puerta abierta, comenzó a circular por calle Güemes en contramano, mientras la seguía picaneando y dando golpes de puño en la cabeza. Tal era el descontrol del conductor que terminó chocando con un utilitario Renault Duster y una camioneta Toyota Hillux que estaban estacionadas en el cordón de la vereda.
Le decía que “la colgaría y la mataría despacio y lentamente”, argumentó la fiscal. “Es evidente el desprecio del imputado no sólo por la vida ajena, sino por el género femenino. Para la realización de todas las maniobras violentas se aprovechó de su superioridad y fortaleza físicas”, sostuvo Urquiza.
Distancia
Hernán Carlos Wernli tenía dos medidas de distancia para con su ex pareja y la hija menor de edad que tienen en común. Una fue dictada el 22 de marzo por el Juzgado de Distrito número 19 en lo Civil, Comercial y Laboral de Esperanza; mientras que la otra fue el resultado de una audiencia en tribunales en la cual el juez Jorge Patrizi impuso alternativas a la prisión preventiva, por un violento suceso ocurrido los días previos y por el cual la víctima no quiso instar la acción penal.
Incumplimiento reiterado
El violento ataque sufrido este lunes por una mujer, a manos de su ex pareja, tiene como antesala una seguidilla de acercamientos, cuya violencia fue en aumento con el paso del tiempo.
Un mes atrás, precisamente el 26 de marzo Hernán Wernli interceptó a la mujer a las 8 de la mañana cuando ella se dirigía por calle J. J. Paso. Con un auto se puso a la par y la siguió dos cuadras, incumpliendo las medidas de distancia impuestas cuatro días antes por la justicia.
El 30 de marzo Wernli volvió a la carga, mediante llamadas telefónicas al celular de la víctima. El imputado realizó 9 llamadas desde dos números de teléfono diferentes; envió 46 mensajes de texto; y realizó reiterados mensajes a través del Whatsapp al teléfono de su hija, con la cual también mantiene una medida de distancia.
El viernes pasado -20 de abril- a las 7.45 de la mañana, cuando la mujer se dirigía a su trabajo, fue abordada en calle Rivadavia al 1400 por un auto Volkswagen Vento que arribó a toda velocidad y del que Wernli se bajó para exigirle que “quería hablar con ella”, a lo que la mujer se negó.
Dos días después, el 22 de abril a la una de la tarde, el mismo sujeto volvió a interceptarla en la calle, ésta vez iba en una moto Honda Wave con la que impactó la rueda de la bicicleta en la que circulaba la mujer, a la altura de las calles Estrada y Dr. Gálvez. Luego la siguió durante seis cuadras, la tomaba del brazo para forzarla a que se detuviera, hasta que ella entró a una despensa en busca de refugio y él escapó.