Danilo Chiapello
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La víctima tiene 16 años. Un hombre intentó subirla por la fuerza a una Trafic. La menor fue rescatada por un vecino.
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“Yo siempre estuve convencida que lo de la Trafic blanca era un mito. Era una de las personas que no creía en eso. Pero ahora pude comprobar que es cierto y me tocó sufrirlo con mi propia hija”, dice Sandra al borde las lágrimas.
En diálogo con El Litoral, la mujer se refiere a la traumática experiencia que atravesó su hija, de 16 años, el lunes al mediodía.
* “Mi hija es alumna del colegio Sara Faisal. Salió a las 12 y se tomó el colectivo en el centro. A las 12.50 se bajó en la esquina de Aristóbulo del Valle y Espora y comenzó a caminar rumbo a mi casa. Pero cuando se dispone a cruzar la calle aparece un hombre que la tomó por detrás con fuerza y no la dejaba mover”.
“El tipo la levantó con sus brazos e intentó introducirla en una Trafic de color blanco que estaba estacionada con la puerta lateral abierta. Mi hija se resistió y comenzó a forcejar. Al mismo tiempo gritaba pero el hombre le tapa la boca con la mano; entonces ella lo muerde”.
Intervención salvadora
“En medio de esa situación el tipo la agarra del cuello y la empieza a apretar como para asfixiarla. Mi nena comienza a perder el conocimiento. Y fue en esta parte cuando aparece otro hombre el que empieza a gritar que la suelte”.
“Este hombre (no sé si es un vecino o alguien que pasaba ocasionalmente por el lugar) le decía ‘¡soltála... soltála! Y acto seguido empuñó una herramienta como para atacar al que tenía a mi hija. El tipo la suelta, se sube a la Trafic y se van.
“A todo esto mi nena se cae al suelo. Entonces el hombre que fue su salvador le dice ‘quedate tranquila que ya se fueron. Mi hija cuando pudo recuperar su respiración se levantó y este hombre la acompañó el trayecto que faltaba hasta llegar a mi casa”.
La denuncia
Más adelante Sandra narró que ni bien su hija le contó lo que había ocurrido salió “volando” a su encuentro.
“De inmediato nos fuimos juntas hasta el Centro de Denuncias que está en Aristóbulo del Valle y Padre Genesio. Desde allí se comunicaron con Trata de Personas y poco después personal de esa dependencia se puso en contacto con nosotras donde completamos la denuncia penal. También el caso lo tomó el fiscal en turno.
Secuelas
El duro trance dejó consecuencias para la jovencita no sólo a nivel emocional sino también en su físico. La menor tiene hematomas y rasguños en su cuello, producto de los apretones que le hizo el malviviente. Estas lesiones fueron constatadas por el médico policial.
Transcurridas algunas horas, la pesadilla quedó atrás. Pero las secuelas siguen surtiendo efecto tanto en la menor como en su familia.
* “Yo siempre fue una convencida que lo de la Trafic era un mito urbano, una mentira. Era una de esas personas que no creía en eso. Y ahora me tocó a mí sufrirlo en carne propia, con mi hija. Es por eso que quiero advertir a los demás”, dijo Sandra.
Ahora sólo pienso en la recuperación de mi hija. Y quiero encontrar a ese hombre que intervino para agradecerle. Fue el quien le salvó la vida”, cerró.