Juan Ignacio Novak
[email protected]
El título del nuevo trabajo es “¿Por qué? ¿Por qué?”. Incluye preguntas, trabalenguas y referencias al paisaje litoraleño. Pero también marca un giro del grupo hacia temas más complejos y polémicos, con una canción para promover la igualdad de género y otra que apunta a ayudar a los niños que son víctimas de abuso.
Juan Ignacio Novak
[email protected]
En una década de rodar juntos por cuanto escenario se les puso en el camino, los integrantes de Canticuénticos aprendieron a hablar a la perfección un nuevo idioma más difícil todavía que el japonés o el ruso: el de los chicos. Y eso se percibe en sus canciones, que en el fondo son pequeñas odas a la niñez, con sus cosas lindas y feas. De hecho, en el flamante cuarto disco del grupo -que lleva por título “¿Por qué? ¿Por qué?- sus integrantes decidieron abrirse a temáticas más difíciles y polémicas. y así incluyeron en la lista de canciones una para pensar la igualdad de derechos entre los géneros (“Juntes hay que jugar”) y otra destinada a ayudar a niños que son víctimas de abuso (“Hay secretos”). “Ojalá esta canción pueda llegar a dar la confianza necesaria para romper los pactos de esos secretos terribles”, dice Ruth Hillar, quien forma parte de Canticuénticos desde los inicios. Junto a sus compañeros Daniel Bianchi y Sebastián Cúneo, Hillar contó a El Litoral los detalles del proceso que culminó con “¿Por qué? ¿Por qué?”. “En mi experiencia, una canción se compone siempre cantándola. Cantándola muchísimas veces, lo que deja en evidencia sus fortalezas, sus debilidades y qué rumbo debe tomar el trabajo”, aseguraron. También que el trabajo incluye mucho de observación, “de mirar a nenas y nenes de diferentes edades, en diferentes situaciones, pero también de acordarnos de nuestras propias infancias y buscar empatizar con las infancias actuales”.
—¿Qué balance hacen del camino recorrido y del nuevo material?
Daniel: —Estos casi diez años de trabajo nos dejaron muchas alegrías, satisfacción, y también sentimos que nos dejaron un compromiso hacia la gente que eligió a Canticuénticos para escuchar con sus hijos. Cuando empezamos, no imaginábamos que estas canciones iban a llegar tan lejos, y que tanta gente nos iba a abrir las puertas de sus casas. Por eso creemos que debemos redoblar el esfuerzo por mejorar cada día, y así afianzar esta mirada de la niñez que planteamos con nuestra música.
—¿Cómo fue el proceso para la gestación de las canciones que integran el disco?
Ruth: —Para varias de las canciones de este nuevo disco, trabajé la composición junto con Seba, con quien ya había compuesto un par de canciones para “Algo que decirte”. El proceso de composición es siempre maravilloso, lleno de pequeños hallazgos, encrucijadas, idas y vueltas... Como con Seba compartimos la vida, la gestación de las canciones de a dos fue parte de la rutina familiar, fue nuestro tema principal de conversación durante un año entero y un juego muy divertido de jugar. Las canciones en las que trabajé sola me dieron la posibilidad de momentos de gran introspección, de conectarme con territorios donde se conectan la sensibilidad, la intuición y la lógica. Para cada canción, tanto trabajando sola como con Seba, siempre el punto de partida fue una idea generadora. Las preguntas de chicos y no tan chicos en “Por qué, por qué”, el juego de ¿dónde está?, ¡acá está! en “Acá tá”, un trabalenguas con la letra R que pinta el paisaje litoraleño en “La rana Rosita”. Una vez que la idea se define empieza el trabajo minucioso, que a veces lleva mucho tiempo hasta dar por terminada la canción: definir el género musical, la forma, elementos rítmicos y melódicos, vocabulario, estructuras de rimas y recursos literarios que aportan belleza e interés al texto. Algo muy importante al componer canciones es cantarlas durante todo el proceso. En mi experiencia, una canción se compone siempre cantándola. Cantándola muchísimas veces, lo que deja en evidencia sus fortalezas, sus debilidades y qué rumbo debe tomar el trabajo.
—¿Cuál de todos los nuevos trabajos es el que más les gusta?
Ruth: —Particularmente, me gusta mucho el chamamé “Vuelo bajito”. Además de la canción en sí, me gusta mucho el arreglo instrumental que hizo Nahuel y la intención de Daniela al cantarla. Esta canción creo que es la menos “infantil” del nuevo disco, pero en general nuestros discos tienen siempre algunas canciones que son más para adultos que para chicos. y ya que empecé con el lenguaje “inclusivo”, otra que me gusta mucho es “Juntes hay que jugar”, una canción para pensar la igualdad de derechos entre los géneros.
Mayor complejidad
—¿Cómo hacen para estar siempre actualizados respecto a los temas que les interesan e importan a los chicos?
Ruth: —Hay mucho de observación, de mirar a nenas y nenes de diferentes edades, en diferentes situaciones, pero también de acordarnos de nuestras propias infancias y buscar empatizar con las infancias actuales. Uno de los objetivos fue también abrir las canciones a temas más difíciles o polémicos. Para este disco decidí componer una canción que intentara ayudar a nenas y nenes víctimas de abuso, “Hay secretos”. Fue el desafío más grande que me propuse y afortunadamente conté con el asesoramiento profesional de la licenciada Sabrina Medina, de la Uner. Ojalá esta canción pueda llegar a dar la confianza necesaria para romper los pactos de esos secretos terribles.
—Tienen una altísima llegada al público a través de las redes sociales. ¿Esto fue algo buscado o se fue dando en forma natural?
Sebastián: —Se fue dando de forma natural. La difusión en las redes sociales comenzó como una forma de hacerle llegar nuestra música a cualquier persona interesada, independientemente de que pudiera comprar o no el disco. Desde el principio, tomamos la decisión de colocar todas nuestras canciones a disposición de la gente, para que pueda ser escuchada libremente. Luego agregamos cancioneros y partituras para descargar y comenzamos a realizar videos que acompañarán desde la imagen a las canciones. Ahora estamos comenzando a trabajar en una serie de cortos que estarán agrupados bajo el nombre de la “CantiTeca”, que tratarán temas que nos interesan particularmente, relacionados con la infancia, y que también estarán disponibles en nuestro canal de YouTube. El uso de las redes es muy importante para nosotros porque nos permite difundir lo que hacemos sin tener que depender de los medios tradicionales como la televisión, lo que nos permite, sobre todo, tener total libertad creativa.
Lo que viene
—¿Cómo sigue el itinerario de Canticuénticos en lo que resta del año?
Sebastián: —El año sigue muy intenso. Seguiremos tocando mucho, presentando el nuevo CD en casi todas las provincias de Argentina, giras por el sur, norte, Cuyo, Uruguay, Chile, haciendo temporada de vacaciones de invierno en el Teatro ND de Caba y, por supuesto, también especialmente, presentando el nuevo CD en el Teatro Municipal de Santa Fe el 8 y 9 de Julio. Al mismo tiempo, también estaremos trabajando en los videos del nuevo CD, los cortos de la “CantiTeca” y un cuarto libro de la colección “Canticuénticos en papel” sobre la canción “¿Por qué, por qué?”.
El legado
—Siempre se mantuvieron firmes en respetar al público infantil evitando simplificaciones del estilo “música para los chicos”. En este sentido, ¿cuáles son los referentes musicales del grupo?
Daniel: —Los referentes nuestros son los mismos artistas que hacemos escuchar a nuestros hijos en la cotidianidad de nuestras casas: seguramente me olvidaré de muchos, pero puedo nombrar a María Elena Walsh en primer lugar, a Mariana Baggio, a Luis Pescetti, Palavra Cantada (de Brasil). También quiero contarles que formamos parte de dos movimientos que agrupan a músicos infantiles: el Momusi en Argentina, y el Mocilyc a nivel latinoamericano. Los dos son fuentes inagotables de trabajos hermosos para niños, con artistas muy comprometidos y propuestas muy cuidadas para los chicos.
Fiestas
El grupo recorrió muchos puntos del país con su propuesta, inclusive la legendaria calle Corrientes de Buenos Aires. Al ser consultados sobre la reacción del público, sus integrantes señalaron que “los conciertos son siempre una fiesta: nos llena de alegría ver que la familia entera disfruta de nuestra música, y de esa manera creemos que estamos colaborando en la creación de nuevos espacios compartidos entre padres e hijos, en este caso a través de una propuesta artística”.