Juan Ignacio Novak
[email protected]
La obra teatral del grupo Biciclisis, dirigida por María Amelia Haye, se presenta este sábado a las 21.30 en el Centro Cultural Provincial. “Además de la inquietud por explorar la cuestión de la palabra en escena, apareció casi inmediatamente un interés por la memoria, por los trazos de una memoria, por el significado que adopta el pasado cuando lo vemos en ruinas”, contaron.
Juan Ignacio Novak
[email protected]
“Una pareja emprende la limpieza de la quinta familiar después de una inundación en Arroyo Leyes. El objetivo es acondicionara para su venta y despedirse. Ciertas perturbaciones se presentarán con la llegada de una prima; su presencia arrastrará a los personajes a un tiempo extraño, desubjetivante y silencioso”. Ésa es la apretada sinopsis de “La sordomuda”, obra teatral del grupo Biciclisis que subirá a escena este sábado a las 21.30 en la sala Foyer del Centro Cultural Provincial (Junín 2457), tras su presentación del pasado domingo. La obra cuenta con interpretaciones de Valeria Andelique, María Amelia Haye y Matías Graizaro. La dramaturgia la realizaron Andelique y Haye, con dirección de esta última y asistencia de Evelina Julia Peralta.
Aunque reconocen que es difícil precisar el momento en que surge el proyecto, las teatristas apuntan que Biciclisis inicia la mayoría de sus proyectos en el proceso de escritura. “En esta ocasión, éramos dos buenas amigas ensayando una escritura colectiva, que podríamos decir ya tenemos instalada como dinámica desde hace muchos años, aunque cada nueva oportunidad presenta un desafío”, explicaron. Y remarcaron que lo que les atrajo de esta idea era “plantear una obra en la que la palabra oral estuviera puesta en suspenso y la escritura fuera protagonista, y que por esa razón el personaje principal debía ser el disparador de todo: una sordomuda”.
—Eligieron un lugar (Arroyo Leyes) y un hecho (una inundación) muy emblemáticos de la región para dar contexto a la obra ¿Por qué? ¿De qué modo incide esta ambientación en los personajes y las acciones?
—Además de la inquietud por explorar la cuestión de la palabra en escena, apareció casi inmediatamente un interés por la memoria, por los trazos de una memoria, por el significado que adopta el pasado cuando lo vemos en ruinas. Es un tema sobre el que muchos artistas inquieren, es un tema tristemente potente. En nuestro contexto, ese paso destructivo del tiempo se une a la extrañeza que produce esta naturaleza desatada, estas aguas oscuras que tanto han herido a nuestra comunidad. No retomamos el aspecto político o histórico de la inundación, pero la sumamos como un dato contextual que permita ubicar esa sensación de extrañeza. Los personajes son netamente urbanos, pero van a Arroyo Leyes para poner en orden esa quinta familiar inundada; la idea es ponerla en venta, por lo que la acción de ir a limpiar funciona como una despedida. Nos interesa especialmente asociar el silencio con la naturaleza, esa “carga en el ambiente”, ese calor agobiante, la baja presión, la humedad, los bichos, esa cosa bien santafesina de la que no podemos dejar de hablar cada enero.
—Explican que, en la puesta, la llegada de un personaje (la prima) arrastra a los demás a un “tiempo extraño, desubjetivante y, sobre todo, silencioso” ¿A través de que recursos llevaron esto a escena?
—Sin adelantar tanto de la obra, porque queremos que la descubran y hagan sus propias lecturas, diremos que tuvimos que trabajar la noción del tiempo y ver cómo trasladarlo a un lenguaje escénico, tuvimos que “empastarlo” en los objetos, en el entorno, en el cuerpo de los personajes. Digamos que la idea organizadora fue imaginar qué pasaría si uno se quedara para siempre en un lugar querido, fascinante, pero perdido. ¿Qué pasaría con uno y con su vida ya construida? Muchas historias retoman esta cuestión, quizás porque es un fenómeno de la vida humana, esta tentación de no tener que “moverse” más, no tener que crecer, que ocuparse de lo mundano, no tener que dejar lo mágico. Tiene que ver mucho con la infancia, eso es algo que descubrimos de nuestro propio texto cuando le pusimos el cuerpo.
Funciones
Tras la presentación realizada el 1º de julio en el Centro Cultural Provincial, tendrán lugar nuevas funciones el sábado 7 de julio a las 20 en esa misma sala; en agosto (4 y 11) se trasladará al Foro Cultural de la UNL, en octubre girará por La 3068 y en noviembre en la sala Marechal del Teatro Municipal.