Juan Ignacio Novak
“Canciones para compartir”, fue editado en forma independiente. Incluye letras, música e historias originales. Además de referencias al mundo infantil y a la geografía litoraleña, incluye diversos juegos de palabras. “La gran inspiración son los niños que nos rodean”, aseguran los integrantes.
Juan Ignacio Novak
El título lo dice todo: “Canciones para compartir”. Y eso es, básicamente, el nuevo disco del grupo La Gordini, una excusa para reunirse con familiares y amigos a disfrutar la música y el juego. Con un sello distintivo, ya que hay referencias a la región litoral (“A cruzar el río”, “Los sapos”, “El viejo Tatú”) pero también juegos (“Canción para completar”, “Canción con adivinanzas”) y alusiones permanentes a la niñez con sus cosas lindas y feas (“Tobogán”, “En el patio”, “Los cosos que aparecen por las noches”). “Intentamos que la propuesta del grupo sea transversal, no ir a una edad específica sino que se pueda disfrutar en familia”, explica Pablo Ayala, quien integra el grupo junto Luisina Vanoni, Virginia Ferrero, Sergio “Checho” Rosa y José Ayala. Y añade que “la gran inspiración son todos los niños que nos rodean”.
—¿Cómo es el proceso creativo de las canciones? ¿Las hacen en forma grupal o hay alguno de ustedes que compone y luego lo pone a consideración del resto del grupo?
—En el caso de “Canciones para compartir” se trata de letras, músicas e historias originales, que escribí con la cabeza puesta en este grupo, el sonido particular que tiene y la búsqueda que venimos trayendo. Nacen desde el formato de la canción, con la guitarra cantando, generalmente escribo también los arreglos, y a partir de ese material empezamos a trabajar grupalmente la interpretación, y ver qué ideas nos surgen, o que posibilidades despierta cada tema. Por su parte, algunas temáticas y varios de los personajes fueron elegidos para volverse protagonistas de las escenas de un espectáculo que pensamos en conjunto con nuestro querido amigo y colaborador, el titiritero Gustavo “Tuti” Núñez, y algunas canciones nacieron desde ese lugar, ése es el caso de los sapos, o los “cosos que aparecen por las noches” (unos cucos que hacen cosquillas en la nariz). Este espectáculo de canciones y títeres se llama “Canción con Tuti”. La idea de ofrecer música nueva siempre nos llena de entusiasmo.
—¿En qué público piensan cuando componen las canciones?
—Desde siempre intentamos que la propuesta del grupo sea transversal, no ir a una edad específica sino que se pueda disfrutar en familia. Pasa que algunas canciones son las preferidas por los niños más pequeños mientras los más grandecitos eligen otras. Y también pasa que muchos adultos asisten a nuestras presentaciones sin niños.
Pinta tu aldea
—En la propuesta aparecen referencias a la fauna y la flora litoraleña: los sapos, el río, el tatú, ¿hay una intención de difundir la identidad santafesina o es algo que surge naturalmente?
—Ambas. Como dice aquel viejo proverbio, “pinta tu aldea y pintarás el mundo”, hablar de nuestro lugar aporta identidad, autenticidad, y puede ser fácilmente traspuesto a otras situaciones geográficas: “cruzar el río” puede ser “trepar al cerro” o “cruzar el valle”, porque en realidad es la búsqueda, el deseo de alcanzar algo, o como plantea esa canción, el hecho de perseguir los sueños. También fue intencional el hecho de nombrar algunos lugares de nuestra ciudad: la Costanera, el parque Federal, el bulevar. Siempre me llamaron la atención las canciones que cuentan algo puntual de las ciudades, e intenté hacer algo en esa línea.
—En algunas canciones apelan al juego, ¿cómo se desarrollan estas piezas musicales?
—Son búsquedas creativas, o recursos que aparecen cuando uno juega con niños: adivinanzas, contar historias quitando palabras (lo que habilita a enredos, u otras lecturas generalmente graciosas), o en casos como “El viejo tatú” o “Historia de Pato y Gato” que son cuentos musicalizados.
Incluir
—El título del disco es “Canciones para compartir” y ya está disponible en YouTube y Spotify. Ahí se observa una coherencia ¿Siempre trabajaron de esta manera?
—Gracias por esa lectura. La alegría, la solidaridad, el juego, los espacios de convivencia, los momentos compartidos son los ejes temáticos que atraviesan todo el disco. El tema del acceso a los bienes culturales es algo que nos pone a pensar mucho: el hecho de que a un disco lo pueda disfrutar solamente quien tiene la posibilidad de pagarlo excluye a quienes no lo pueden pagar y en la medida de las posibilidades preferimos evitar eso, así que ponemos el material a disposición. Vivimos en un tiempo de mucha locura, mucho malhumor, egoísmo, violencia, falta de respeto, de solidaridad y de empatía. La forma de cambiar eso es desde uno mismo, desde lo mínimo y lo cotidiano. Es así que decidimos poner estas canciones a disposición de todo aquel que quiera escucharlas, en forma libre y gratuita. También en estos días publicaremos un cancionero para que las puedan tocar y cantar si así lo desean. Nuestros dos discos anteriores también están subidos y pueden escucharse de manera gratuita.
Pescetti en los genes
—¿Cuáles son los referentes principales del grupo?
—Luis María Pescetti está en el gen del grupo, arrancamos emulando su forma de entender y encarar el trabajo para la infancia, desde el respeto, el juego, el humor. Jorge Marziali tiene un disco de música infantil que es una maravilla (“¿Y por qué?”, año 2000) y también nos sirvió de incentivo para meternos en el género. Mariana Baggio es otra de nuestras preferidas, Marta Gómez. En general los cantautores, aún los que no se dedican específicamente al público infantil. Y la gran inspiración que constituyen todos los niños que nos rodean y nos enseñan todo el tiempo.
El dato
Disponible
El nuevo disco de La Gordini es autogestionado y editado de manera independiente desde el sello Casa de los Ayala Ediciones. Se puede encontrar en YouTube y en Spotify.