Redacción El Litoral
En la ciudad se denuncian entre 2 y 3 casos por semana. Desde la Defensoría del Pueblo brindaron recomendaciones para saber cómo prevenir engaños y cómo actuar en caso de ser víctima.
Redacción El Litoral
Lejos de terminar, las estafas por medio de las nuevas tecnologías persisten en el tiempo. En la ciudad, a la sede de la Defensoría del Pueblo llegan al menos entre 2 y 3 denuncias por semana, pero desde el mismo organismo aseguran que son más, pero que a muchos les da “vergüenza” denunciar ser víctimas de engaños.
Las modalidades cambian tan rápido como varían las herramientas tecnológicas y los estafadores no se quedan en el tiempo, sino que se actualizan. “La oferta engañosa siempre está, es muy frecuente. El estafador siempre está a la orden de las nuevas tecnologías, empezaron con los llamados, luego los mensajes de textos y ahora por Whatsapp es la modalidad que más usan”, comentó Liliana Campomanes, directora de Atención a la Ciudadanía de la Defensoría del Pueblo, en diálogo con El Litoral.
Uno de los últimos casos que recibieron en la Defensoría fue una estafa de un plan de ahorro para adquirir un auto 0 kilómetro. La víctima publicó en un grupo de compra-venta en Facebook que vendía un plan que estaba pagando y publicó su celular, a los pocos días se contactaron por mensajes y audios de Whatsapp haciéndose pasar por una concesionaria de autos de Buenos Aires diciéndole que no venda su plan sino que suscriba uno nuevo con esa empresa, y ellos se encargaban de venderle el anterior. La operación no llegó a buen puerto y hoy el estafado está endeudado con dos planes de ahorro.
Otros casos
“Por teléfono me trataron de sacar el número de la tarjeta de crédito. Me llamaron a casa y me dijeron: ‘Nosotros estamos a cargo de hacer el control de todas las tarjetas, si usted llega a perderla nos tiene que llamar a nosotros, así la bloqueamos’ y me pasaron un 0800”, relató un vecino de Santo Tomé que se acercó a El Litoral a denunciar el intento de estafa.
“La que me hablaba era una chica muy amable, parecía que llamaba desde un call center porque se escuchaban voces detrás”, comentó. Una vez que le comentaron de qué se trataba el servicio, le dijeron sus datos personales y luego le pidieron los números de su tarjeta. “En ese momento empecé a dudar y le corté. Al otro día fui al banco y me dijeron que me habían intentado engañar”, concluyó el santotomesino.
“Hoy en día los datos personales están todos en internet, lo único que no tienen son nuestras claves, por eso cuando uno hace operaciones con tarjetas existe un período en el que se puede deshacer la operación, la normativa nos protege y siempre hay tiempo de arrepentirse. Si bien es un proceso lento, la víctima debe sentirse tranquila de que la ley de defensa al consumidor lo ampara”, explicó Campomanes.
A su vez dio como ejemplo dos casos particulares. “A una señora le ofrecían un crédito de $ 5.000 para el cual tenía que pagar la primera cuota de $ 500, una vez que pagaba le mandaban a su domicilio el contrato. El tono empleado por los estafadores siempre al principio es amable, luego cuando la persona se resiste empieza a ser agresivo”, señaló. Esta mujer no cayó en la trampa y se acercó a la Defensoría y desde el organismo se comunicaron con el número desde el que la llamaron y pudieron comprobar que se trataba de un engaño.
La otra situación fue mucho más grave. A un santafesino le efectuaron, con los datos de su tarjeta de crédito, compras por $ 200.000 en celulares, esto se produjo porque le clonaron su tarjeta cuando viajó a Estados Unidos. “Ante estos casos se debe hacer la denuncia inmediata a la tarjeta de crédito y a la entidad financiera para frenar la compra.
Siempre hay que revisar el resumen de cuenta de las tarjetas porque tenemos 30 días para cuestionarlo. Primero se debe llamar a atención al cliente de la tarjeta, luego dirigirse al banco donde hay que llenar un formulario y así se inicia el proceso, y la compra no se paga hasta que se verifique que fue por un robo de datos”, destacó la directora.
Recomendaciones
La referente de Atención a la Ciudadanía sugirió que las personas antes de realizar cualquier tipo de transacción deben “estar atentos, tener dudas, no facilitar información personal, verificar con quien estoy hablando, prestar atención antes de firmar cualquier papel, y no aceptar nada sin antes asesorarse”.
Otros aspectos a tener en cuenta, es que las entidades bancarias y oficiales no solicitan información mediante mensajes de texto o Whatsapp, por lo que ante cualquier ofrecimiento de beneficios, las entidades crediticias y bancarias harán que el cliente se acerque a la sucursal. Por ello, si detecta en su cuenta bancaria una transacción irregular, debe darse aviso de inmediato al banco.
Sugerencia del Anses
La franja etaria de los que caen en el engaño es variable, pero hay muchas personas mayores a las que se intenta engañar. Desde la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) recordaron que no se realizan llamados telefónicos para solicitar datos de tarjetas de débito o claves bancarias de ningún tipo y en ningún caso. Además, los trámites y consultas referidos a las prestaciones y programas de la Seguridad Social son absolutamente gratuitos y no necesitan de gestores externos.
En tanto, únicamente en los casos que fuese necesario contar con un abogado (como, por ejemplo, para aceptar la propuesta de Reparación Histórica), los empleados de la Anses se lo harán saber al ciudadano de manera presencial en una oficina de atención al público.