El Litoral
El certamen inglés, que tiene dos de los cuatro partidos más largos de la historia del tenis, tuvo una final plana, definida en tres sets, después de dos semifinales que sumaron más de 11 horas de partido. Esta situación, replanteó la definición del quinto set y se debate la incorporación del tie-break.
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El encuentro de semifinales entre el sudafricano Kevin Anderson el estadpunidense John Isner se prolongó hasta las 6 horas y 36 minutos, y se decidió en el quinto set por 26-24.
Una situación como esta no le permite al ganador enfrentar al 100% el partido del día siguiente, ya que o pierde un día porque el enfrentamiento se extiende a dos o tres días, o porque luego de tanto desgaste, no basta un día de recuperación.
Esta situación puso en la mesa el debate en Wimbledon sobre cómo definir el quinto set.
Para el 2019 la situación podría cambiar y un partido en Wimbledon podría definirse como lo hacen en el US Open, con tie-break en el caso de tener que jugarse un quinto set.
Cada año, los cuatro Grand Slams se reúnen justo antes de finalizar la temporada y en noviembre emiten un comunicado con los cambios a introducir para el siguiente año y es probable que para 2019 veamos algunas nuevas normas en las que podría incluirse la reducción de 32 a 16 cabezas de serie por cuadro.
Wimbledon y los partidos excesivamente largos
El certamen inglés, que tiene dos de los cuatro partidos más largos de la historia del tenis, tuvo una final plana, definida en tres sets, después de dos semifinales que sumaron más de 11 horas de partido.
Así, quedó la sensación de que las semifinales terminaron influyendo en el espectáculo de la final. O de que los partidos más emocionantes ocurrieron antes del encuentro por el título.
En la primera semifinal, el sudafricano Kevin Anderson y el estadounidense John Isner jugaron seis horas y 36 minutos y un quinto set de 50 juegos para firmar el tercer partido más largo en la historia del tenis.
La segunda semifinal de este año no fue tan larga, pero tampoco se quedó atrás: Djokovic y el español Rafael Nadal protagonizaron en dos días un cruce que alcanzó las cinco horas.
El debate entonces se hizo inevitable: ¿deben todos los Grand Slam implementar, como ya lo hizo el US Open, el tie-break en el quinto set y así evitar nuevos partidos maratónicos en el futuro?
El reloj de cuenta regresiva
El US Open este año mostrará un reloj de cuenta regresiva de 25 segundos entre punto y punto, una medida que no fue consultada con los jugadores.
"Debería haber un poco de, supongo, tolerancia y comprensión del juego, del ritmo del partido, de cómo va", dijo Novak Djokovic al respecto.
Rafael Nadal declaró que afectaría la tradición y la historia del deporte, además del juego.
"Si quieres ver un juego rápido sin reflexión, bien hecho", afirmó el número uno del mundo.
"No puedo apoyar esto, no, porque no siento que los partidos que quedan para la historia de nuestro deporte hubieran sido rápidos", señaló.
El debate, de cualquier modo, está abierto a poco más de un mes del US Open, el último Grand Slam de la temporada, que se jugará del 27 de agosto al 9 de septiembre.
Con información de dpa.