Carlos Mario Peisojovich (El Peiso)
Carlos Mario Peisojovich (El Peiso)
Soñé que soñaba con mis años de Rock. Al programar mis sueños siempre lo hago con música, y como mi “Yo” en mi caso es “Super-Yo”, sin capa y sin calzas, ni con calzoncillos (slip) arriba del pantalón y, aunque a veces no lo niego, soñando dormido me voy por los rascacielos, buscando a mi Lois Lane. En aquellos “Comics”, que antes eran “Historietas” a todo color, en papel satinado, en inolvidables ediciones mexicanas, en aquel entonces, la compañera de Superman era Luisita Duncan, ellos estaban en el “El Planeta”, yo... soñaba con “El Litoral”.
Como soy un descarado egotista, y no egoísta, les sugiero y les regalo la forma que utilizo para programar sueños, a veces Rockeros, heavys y otros, erótico lúdico festivo; boludicas, a veces.
Cómplices lectores, no deben rascar mucho en mi peisonalidad, ni es necesario confesarme, es cierto, no tengo cura, aunque antes de conciliar se preconcilia y luego... postconcilia.
Instrucciones: con la mano derecha se da cuerda a la oreja izquierda... y con la extremidad superior siniestra se reemplazan las cuerdas por las locas, hasta producir el arranque indoloro e inodoro de la trompa de Eustaquio, martillando el yunque, estribo mediante, se puede llegar al pabellón auditivo y también al lóbulo (sí, con B).
El efecto es automático, epidérmico, la piel se torna de gallina, o de gallo, según las preferencias de cada uno o de cada otra, y otres. En el caso que fuera gallo, carraspee disimuladamente ya que si llega a la tos, tendríamos qué recordar que no hay tos sin estrés. Sigamos, en el caso del Gallo las imágenes oníricas se inician por la cresta, en mis sueños musicalizados de los setenta y algo, rasgando los setentas, las olas estaban en onda. “La Nueva Ola” o estar en la “cresta de la ola”. Empapados de Rock nacional y local, las tranquilas aguas de pueblerina calma de la costa de la isla Berduc, fueron corrompidas por coloridos pantalones de pata de elefante, pelos largos para ellos y ellas, minifaldas para ellas, música al taco, tacos de plataforma, también sorprendidos y curiosos costeros se dieron cita al primer festival de Rock a cielo abierto de nuestro país. Vivíamos como si estuviéramos en una película, y no era “Woodstock”. Mi amigo Ale David con su película “65/75 Comarca Beat” me hizo volver a vivir, escuchar, mirar, admirar, saltar, bailar y llevarme a esos años donde no era fácil ser de otro palo. Otro Palo revivió a la leyenda del Rock Nacional, ese Palito, que era parte de la Nueva Ola, el “Rey”, supo darse cuenta a tiempo que uno los pilares de la Música Popular, que no era sólo ruido, pelilargos, drogones o hippies afeminados, Palito no hacía Rock, pero Palito salvo al Rock. “Je suis Charly”.
En esa época los jóvenes, casi todos, estábamos en la cresta de la ola, algunos de los “culpables” de aquí éramos: el “Negro” Albornoz, el “Flaco” Doce, el “Gringo” Heredia, el “Sapo” Caputto y quién soñando les cuenta, organizábamos los exitosos festivales y recitales “Monstruos”, en donde las primeras figuras del Rock Nacional de esos años desfilaban junto a los grupos de Rock santafesinos, bien paridos y crecidos en estos humedales, en los recitales matutinos por los escenarios del cine Mayo, el Moderno, y por la tarde en “Marabunta”, el primer “boliche” bailable con música en vivo que estaba en la Avenida Aristóbulo del Valle. (¡No te lo podíamos contar, tenías que vivirlo!).
Volviendo a la cresta, soñar no cresta nada... seguir soñando, al contrario, nos puede costar bastante, o sea, nos ha costado soñar y no es lo mismo que soñar acostado, ni muchísimo menos que soñar con quién se está acostado/a al costado.
El Rock es vida, es fuerza vital, es poesía, es comunicación, es brillo, luces, música, ensoñación, amor, paz, humo, vuelo, es arte, es idea, es armonía, es creación y es sueño. Grandes obras maestras del Rock aún perduran y nos hacen renacer desde las cenizas del recuerdo. El Rock es fuego. El Rock arde. El Rock calienta sin quemarnos la cabeza.
Si con toda esta parafernalia e indicaciones y re contra indicaciones no te llevan a un placentero sueño, subí el volumen de tu radio despertador, y bailate un “Rock alrededor del reloj”. See you later alligator.