Gastón Neffen | [email protected]
El municipio otorgó el permiso por las grietas que tenía la antigua construcción. Los nuevos propietarios son la familia rosarina Piatti, los dueños de Bombonería Royal.
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La respuesta al acertijo era bombones. En la vieja Casa Tons, que se construyó en 1880, va a funcionar la Bombonería Royal —que hoy tiene su local comercial en la peatonal, a solo media cuadra— en un edificio de dos plantas. La demolición del inmueble ya comenzó y va a llevar unas dos semanas más.
A fines de mayo, El Litoral había informado que la familia Huspenina había vendido la casa, pero no había trascendido el nombre del inversor. Ahora, hasta los vendedores de flores y praliné de la esquina de Rioja y San Martín saben que aquí se trasladará la bombonería, que es propiedad de la familia rosarina Piatti, que compró el inmueble.
“En la planta baja va funcionar el espacio de venta al público, en un negocio vidriado que va a estar ubicado en una esquina estratégica de la ciudad. En la planta alta, por ahora, va a estar el depósito pero se están analizando algunos proyectos”, le confirmó a el Litoral Luis Davies, gerente de las sucursales de Royal en Santa Fe y Paraná. El plazo de obra es de unos 6 meses.
La casa está dentro del catálogo de las 200 obras declaradas como patrimonio histórico de la ciudad, pero hace 7 años (en 2011), el área de Edificaciones Privadas del municipio la declaró en estado de ruinas y también se clausuraron los locales comerciales que funcionaban en la planta baja por el peligro de derrumbe.
La familia Huspenina apeló esta decisión —propuso restaurar la casona para alojar locales comerciales y un centro cultural— y se generó un largo conflicto judicial (desde el municipio aseguran que nunca ingresó en forma oficial un proyecto de restauración). El inmueble permaneció vallado para evitar el riesgo de que un trozo de mampostería caiga sobre alguna persona.
En un principio, los nuevos dueños analizaron la posibilidad de preservar la planta baja y sólo demoler el primer piso —como en un momento había fallado la justicia—, pero aseguran que la vieja casa está muy deteriorada —con grietas muy importantes, que no iban a permitir construir encima— y se decidió avanzar con la demolición total de los 976 metros cuadrados.
El municipio otorgó el permiso de demolición el 11 de julio de este año, con la intervención de la Comisión Municipal de Defensa del Patrimonio Cultural (por tratarse de un inmueble con valor patrimonial) y de la Fiscalía Municipal (porque el caso había sido judicializado).
“Los profesionales a cargo de las tareas presentaron un plan de trabajo, en el que indicaron el método a emplear para realizar la demolición y las medidas de seguridad respecto al interior del lote y hacia la vía pública”, informaron desde el municipio.
Casa patrimonial
Esta construcción figura en el catálogo de las 200 obras declaradas como patrimonio. De autor y constructor anónimo, fue conocida originalmente como “Casa Tons” y construida en 1880. Consta de planta baja y primer piso, espacios destinados, respectivamente, a uso comercial y vivienda familiar. El 16 de septiembre de 2011 se clausuraron los locales comerciales que funcionaban en la planta baja por peligro de derrumbe.