Eliana Moratiel | [email protected]
En el marco del 26° congreso de Sustentología, Aapresid dio a conocer su tarea y la de otros privados en el continente africano en materia de producción sustentable. La idea es convertir al conocimiento y a la maquinaria argentina en atractivos “for export”.
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“Nuestro objetivo es exportar conocimiento, maquinaria y que la siembra directa sea una marca país”, resumió Edgar Ramírez, como la ambiciosa meta que persigue Aapresid a través de su nuevo Programa Internacional de Transferencia e Intercambio de Tecnología en Sistema de Siembra Directa, del cual es coordinador.
El proyecto, responde a una demanda concreta de varios países que la asociación comenzó a recibir mientras ofrecía charlas y capacitaciones alrededor del mundo.“Notamos que íbamos a un lugar, dábamos una charla y nos volvíamos. Entonces surgió la idea de diseñar un programa que le de un respaldo a todo nuestro conocimiento y no se “queme” la tecnología. Porque si se lleva una máquina y no hay quien la regule, quien enseñe a usarla y un sistema de repuestos por detrás, se usa mal y después dicen que no anda”.
Alimentar África
El continente africano -explicó Ramírez- casi no produce alimentos y su explotación de diamantes, oro, platino, petróleo y gas escasea o ya no tiene el valor de antes. Esta situación significará que en poco menos de 30 años, África no contará con los recursos económicos para importar alimento. “Van a tener que decidir si compran alimentos, medicinas o herramientas”, subrayó.
El interés por esta parte del mundo surgió a partir de una convocatoria del Banco Africano de Desarrollo que lanzó el programa “Feed Africa” y convocó a Aapresid para replicar el sistema de producción de Brasil y Argentina como modelo exitoso a seguir.
En este sentido, el objetivo es transferir la experiencia de Argentina en producción sustentable para replicarla en 400 millones de hectáreas, - equivalente a 12 Argentinas- que están sin producción, o con un mal manejo.
“En principio el Banco Africano, nos propone que trabajemos en 8 países, pero como no tenemos la gente ni la estructura para eso, optamos por Ghana. Ya se envió un equipo técnico y empresas argentinas nos están apoyando con maquinaria”, explicó el coordinador.
El primer informe de la gira de Aapresid por África arrojó resultados positivos. “En primera instancia creemos que con un sistema de siembra directa podemos hacer un cultivo digno por año. Lo que nos piden es que desarrollemos el cultivo de maíz y eventualmente introduzcamos soja, que no la conocen prácticamente”.
“Es un desafío importante, pero sabemos que si Argentina no cubre esta demanda, la va a cubrir otro actor y ahí perdemos la posibilidad de generar nuevos mercados. Es un orgullo que Aapresid encabece esta misión”, concluyó Ramírez.
Angola
Giselle Llanes, consultora agrícola industrial privada, disertó sobre su propia experiencia de trabajo en África: Angola situada en la costa atlántica entre Namibia y República del Congo.
El mayor desafío se le presentó cuando llegó por primera vez al continente junto a una empresa cordobesa que tenía como objetivo producir granos y a la vez darles un valor agregado.
“En esa primera oportunidad fracasamos”, confiesa Llanes, “de la noche a la mañana un día antes de la cosecha nos encontramos con nuestro cultivo completamente dañado. No contabilizamos la variable monos. Fue un golpe enorme para nosotros. La empresa desistió y no pudimos terminar nuestra misión que era terminar con el hambre en África”.
Una nueva oportunidad se le presentó en Angola, donde tampoco faltaron los obstáculos: barreras culturales, mano de obra no capacitada, falta de registros y maquinaria agrícola no adaptada a la siembra directa. “Se hicieron trainnings y hablamos con las empresas para adaptar las máquinas que ya estaban operando y preparamos los terrenos. Fue muy difícil tratar de cambiar su manera de ver las cosas, pero todo se logró escuchando y negociando”, señaló Llanes. Si bien el proyecto sólo tiene 5 años operando en Angola, la consultora estima que van por buen camino. “Si me preguntan si se puede implementar la siembra directa en África mi respuesta es totalmente sí.”
“Mejoramos el aprovechamiento del agua, el terreno es conveniente y pudimos frenar la erosión utilizando menor cantidad de material para todos los laboreos y mejoramos rendimientos: pasamos de maíces de 4.000 kilos a producir 6.500 por hectárea”.