Juan Manuel Fernández | @jotafernan
El presidente del Centro de Corredores de Granos de Buenos Aries, Javier Buján, consideró que las fábricas harán descuentos en el precio de la soja. Pero también pesará el “desarmado” de posiciones compradas a cosecha. No descartó que esta situación modifique planes de siembra.
Juan Manuel Fernández | @jotafernan
La suspensión del cronograma de disminución de retenciones a subproductos de soja (harina y aceite) podría tener como efecto inmediato una “baja sobre dimensionada” del precio del poroto en el mercado de granos de Argentina, estimó en diálogo con Campolitoral el presidente del Centro de Corredores de Cereales de Buenos Aires, Javier Buján. En el mediano plazo, agregó, incluso sería posible que cambie las expectativas de siembra, ante una pérdida de competitividad de la oleaginosa respecto del maíz, su competidor directo.
Una de las tres medidas comunicadas desde el Ministerio de Hacienda consta de la suspensión por 6 meses en la baja del 0,5% mensual de los Derechos de Exportación para aceites y harinas. Para estos productos, explica el parte oficial, “la alícuota se redujo desde el 32% en 2015 al 23% actual y también convergerá al 18% en diciembre de 2019” con el mismo nivel impositivo que tendrá al poroto de soja, sobre el cual no se altera el proceso de disminución gradual.
Según el empresario, las fábricas -que tienen una “ponderación total” en la formación del precio al productor- podrían descontar en la pizarra aproximadamente u$s 2 por tonelada por ese medio punto de impuesto que no bajará. Sin embargo el recorte se potenciaría si se desata el “miedo” entre quienes tienen posiciones compradas para el contrato Mayo en el mercado a término, lo que estimularía una ola de ventas en el corto plazo con la consecuente presión bajista en la cotización. “La posición (comprada) en Mayo es grande”, dijo, aunque al momento de la consulta no tenía el número concreto.
Sin ánimo de hacer un pronóstico, opinó que para hoy podría esperarse una caída de entre u$s 6 y 8 en el precio de la soja. “Se van a adelantar, van a querer recupera el 3% todo junto porque saben que después el mercado se vuelve a acomodar; porque los que están comprados van a vender, sumando oferta en un momento conflictivo”, especuló. “Por eso -analizó- son días para quedarse muy quietito y esperar que el mercado se acomode ya con niveles reales del mercado internacional y el nuevo gradualismo (de baja de retenciones) en cuanto a aceite y harinas”.
“Como medida propiamente del sector -dijo-, indudablemente va a propiciar una baja; tal vez desmesurada”. Esto sería porque “confluyen dos cosas”: una demanda que tratará de compensar la rentabilidad afectada por el diferencial de retención; y “el miedo de los que están comprados, que veían un mercado firme y querrán desarmar la posición; más un productor o acopiador que crea que el mercado va a caer mucho más y se sume; con lo cual creo que vamos a tener un día negativo con pérdida de precio”. A su entender, sería una “baja sobre dimensionada de lo que es la medida”.
Buján estimó que el impacto en los precios a cosecha podría alterar los planes de siembra. “Es un tema complicado que incluso hasta podría cambiar el área de soja en Santa Fe o Córdoba”, dijo, donde aún haya tiempo para modificar planes de siembra que cambien hectáreas de soja por maíz. “Si el valor de la soja Mayo se cae bastante, algún productor puede decir ‘me voy al maíz’”, aunque aclaró que este efecto no es esperable hoy, ya que aún restan 30 días para el inicio de la siembra, un plazo en el que también puede haber novedades en el mercado mundial.
También resta conocer “la letra fina” de la implementación de estos cambios. Por ejemplo, “ver qué pasa después de febrero”, cuando confluyan las retenciones del poroto y los subproductos en un mismo valor (23%). Al respecto, la incógnita es si se mantendría el estimulo al valor agregado que implicó hasta ahora cobrarle un impuesto menor a los productos elaborados. Incluso, como otra medida dispuso modificar reintegros a la exportación, también hay expectativas sobre si se aplicaría a la harina de trigo (con un posible efecto en el precio del cereal). O si el biodiesel también se incluirá en el paquete.
De todos modos Buján consideró que una vez que pase el shock inicial el mercado tenderá a normalizarse, como ocurrió en ocasiones anteriores. “Ya hemos vivido situaciones como esta”, dijo, no en la soja -aclaró- pero sí “cuando modificamos materia extraña y proteína en trigo, al mercado lo acostaron; cuando modificamos la base de materia grasa en girasol al mercado la demanda en principio lo acostó, pero luego se ajusta por oferta y demanda”.
“Hay que esperar una semana o diez día para que el mercado se vaya acomodando a los nuevos niveles y a la gradualidad de la baja de las retenciones”, concluyó.