El Litoral / Mario Cáffaro
Los once legisladores del espacio coincidieron en informar que darán quórum para abrir la sesión pero no habilitarán el tratamiento sobre tablas el proyecto de la Casa Gris de reforma constitucional. Denuncian la ruptura del acuerdo institucional para tratar el tema en cinco comisiones.
El Litoral / Mario Cáffaro
“La reforma no se hace a las atropelladas y violando acuerdos. El fracaso es culpa de (Miguel) Lifschitz, del Partido Socialista o del Frente Progresista”, señaló Roberto Mirabella, casi sobre el final de la rueda de prensa que convocaron esta mañana los diputados justicialistas divididos en cinco bloques. El propósito central lo describió Leandro Busatto en el inicio de la rueda y cuando ya los camarógrafos y fotógrafos habían retratado a diez de los once diputados del sector reunidos en la sala histórica del bloque en la Cámara de Diputados. “Tenemos vocación reformista; vamos a ingresar el 29 para dar quórum pero vamos a rechazar el tratamiento sobre tablas del proyecto del Ejecutivo”, resumió Busatto.
La única ausente fue Silvia Simoncini debido a un problema de salud de su madre que la obligó a permanecer en Rosario. Además de Mirabella y de Busatto, dieron el presente Patricia Chialvo, Héctor Cavallero, Olga Coteluzzi, Germán Bacarella, Luis Rubeo, Claudia Giaccone, Federico Reutemann y Julio Eggimann.
El Frente Progresista pidió la sesión extraordinaria para el 29 e incluyó uno solo de los cuatro proyectos que sobre reforma constitucional analiza en estos momentos la Comisión de Educación, el del Poder Ejecutivo. Para la sesión, necesita quórum para iniciarla, dos tercios de los presentes para habilitar el tratamiento sobre tablas del mensaje que no tendrá dictamen de comisión y luego dos tercios de los diputados para aprobar la necesidad de reforma la Constitución. El paso dado por el justicialismo respaldado por el presidente partidario, Ricardo Olivera según se resaltó en la rueda de prensa- aleja dichas posibilidades. Cabe señalar que los cuatro diputados de izquierda y el interbloque Cambiemos también se opondrían a votar el proyecto. Es decir, el mensaje podría tener 25 votos en caso de votarse cuando se necesitarían 34 manos levantadas.
Voces de rechazo
Busatto consideró “alentador” a los fines parlamentarios y políticos que el peronismo tenga una expresión unívoca y centrada sobre la sesión del 29 de agosto. “Ratificamos nuestra vocación como fuerza reformista, la reforma es una herramienta indispensable para la sociedad santafesina; vamos a asistir a la sesión para dar el quórum pero hemos decidido rechazar el tratamiento sobre tablas del proyecto del Ejecutivo” señaló.
Giaccone se acordó de recordar que en la misma sala donde se hacía la conferencia de prensa habían acordado por unanimidad- entre todos los bloques un tratamiento de cinco comisiones “que se está llevando adelante. Este llamado a sesión extraordinaria es una violación de ese acuerdo. Se dejó de lado un consenso parlamentario por un tratamiento exprés y queremos seguir con el tratamiento normal en comisiones”.
A su turno, Cavallero también denunció la violación del procedimiento. “Es interrumpir un proceso institucional, normal, que es mucho más exigible cumplir para una reforma constitucional” dijo el ex intendente rosarino para alertar sobre el momento económico no adecuado para tratar este tema y cuestionó que el único tema habilitado sea el proyecto del Poder Ejecutivo. Precisamente Cavallero es autor de un proyecto que tiene estado parlamentario al igual que Rubeo. El cuarto es de Carlos Del Frade (Frente Social y Popular).
Tiempos
“La urgencia del Ejecutivo y de la bancada oficialista tiene un solo objetivo: se le acortan los tiempos en función de la potencial reforma que habilite le reelección y el hipotético caso de que el gobernador pueda plantearse su reelección y eso vulnera los procesos electores porque omite las Paso y genera confusión notable en los partidos”, señaló Rubeo. Aclaró que si se votara el proyecto del Ejecutivo se votarían convencionales en la semana previa a la Navidad. “Si no hay reforma es culpa exclusiva de Lifschtiz” remató. Eggimann acotó que el tema no es prioritario para la sociedad y que el asunto no se discutió en el interior santafesino.
“El tema más importante de una República es la Constitución y su reforma requiere otro debate y otro consenso; no se hace a las atropelladas violentando acuerdos parlamentarios. Si no hay reforma es culpa de Lifschitz, o del socialismo o del Frente Progresista” agregó el rafaelino Mirabella.
En la rueda se aclaró que el Partido Justicialista no se había expedido porque no había una convocatoria real para discutir el tema. Ayer, varios diputados estuvieron reunidos con el presidente partidario, Ricardo Olivera y según Busatto y Chialvo la posición del bloque es la postura oficial del partido aunque no opinaron sobre lo que harán los senadores partidarios.
Desafío
Busatto le pidió al gobernador y al oficialismo que acepten el desafío de la oposición y habiliten sesiones especiales para discutir temas que propone el justicialismo. Entonces enumeró la situación de tarifas “impagables” de agua y energía; recorte del Fondo Federal Solidario y en materia de seguridad la situación de Santa Fe y Rosario. “Son los temas que les preocupan a la gente” aseguró. Más adelante Mirabella insistió con el tema seguridad. “En 35 años de democracia no conocemos provincia argentina donde hayan atacado a un poder del Estado como ocurrió en la nuestra en los dos últimos con trece atentados al Poder Judicial y no encontramos respuestas ni responsables. Esto es la punta del iceberg”, afirmó.
Sin dictamen
La Comisión de Educación no emitió ayer dictamen a los cuatro proyectos de reforma constitucional que tiene a consideración pese al compromiso de hacerlo esta semana. La decisión de postergar el dictamen ante la decisión del oficialista Frente Progresista de pedir una sesión extraordinaria para el 29 del corriente fue propuesta por Sergio Más Varela (Cambiemos) y apoyada por Alejandro Boscarol (UCR), Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) y Miriam Cinalli (Pro). Antes, el socialista Julio Garibaldi había pedido cumplir el compromiso y contó con el respaldo de Verónica Benas mientras que la radical Claudia Moyano no opinó.