Enrique Cruz (h) | (Enviado Especial a San Miguel de Tucumán)
Hasta ahora, lo más convincente como estrategia, fue lo de los partidos con San Pablo. Pero está claro que no es el plan “A” para Domínguez, el de ser un equipo defensivo.
Enrique Cruz (h) | (Enviado Especial a San Miguel de Tucumán)
¿Qué es tener identidad? El significado indica que se trata del “conjunto de rasgos o características de una persona o cosa que permiten distinguirla de otras en un conjunto”. Esos rasgos o características son las que todavía busca Colón y no encuentra. O quizás sí, en los dos partidos ante San Pablo pero jugando con una línea de cinco defensores, a cerrarse bien atrás, achicando espacios cerca de su área y atacando de contragolpe. ¿Es la pretensión final de Domínguez?, está claro que no. Y cuando intentó que el equipo hiciera otra cosa, terminó sufriendo cuatro goles (los dos de Tigre y los de Atlético el viernes), además de haber cosechado sólo un punto en esos dos encuentros.
Quizás la identidad buscada se asemeje a ese gran partido ante Racing de cierre de la Superliga pasada. O a los 30 minutos iniciales del partido contra Patronato en Paraná. Quizás. Allí hubo una participación determinante de los volantes. Pero si ni Alan Ruiz, ni Heredia o Mariano González, o en menor medida Estigarribia, logran una cierta continuidad y regularidad en sus rendimientos, se hará difícil. Porque al fútbol se juega con la pelota, el protagonismo se asume con la pelota y en todo caso, sin la pelota se pueden “controlar” algunas cosas (como lo hizo Colón contra San Pablo), pero nunca se podrá ser protagonista verdadero sin ella.
Domínguez no ha variado mucho los nombres. Ahora perdió —vaya a saber uno por cuántos partidos— a Fritzler por una lesión. Tanto él, como Estigarribia, Alan Ruiz y Correa son titulares indiscutidos para Domínguez. Si a eso le sumamos los cuatro de atrás, más el arquero, estamos en nueve de once. ¿Qué cambia?, un Heredia que viene jugando mucho desde el arranque y es otro a los que el técnico le da continuidad. Y después, la elección del esquema. Si juega con dos puntas, como ante Atlético, aparece un Leguizamón. Si no, como en el cierre de la temporada pasada y la apertura de la actual, es Alan Ruiz el que se vuelca como principal compañía para Correa.
Ese “jugar a algo” que definíamos en una columna del jueves pasado, fue lo que hizo contra San Pablo. ¿Es la imagen final?, por lo visto no. Domínguez quiere otra cosa, la busca pero no le encuentra la vuelta. Ese “jugar a algo” contra San Pablo estuvo bien definido: defenderse mucho (y bien) y jugar de contragolpe. El esquema es poco ambicioso y no luce; fue efectivo para esos dos partidos ante un rival que se presumía superior y salió bien. Necesitó de mucha eficacia para hacer lo principal (defenderse) y también para aprovechar esas situaciones de gol que naturalmente escasean. Pero está claro que ese plan, el utilizado ante San Pablo, no es el plan “A” para Domínguez.
Contra Atlético Tucumán no se jugó bien. Igualmente, el partido estaba para el empate. Después del vendaval inicial (le patearon cuatro córner en apenas dos o tres minutos a Colón), se emparejó, lo igualó y en el segundo tiempo parecía que el empate estaba decretado hasta que apareció el bombazo de Aliendro para decretar el 2-1.
¿A esperar o a atacar?, ¿manejar la pelota o entregársela al rival para luego sorprenderlo?, ¿uno o dos delanteros?, ¿con o sin enganche?, ¿4-4-2, 4-4-1-1, 4-3-1-2, 5-3-1-1? No hay todavía un estilo definido, ni tampoco una estrategia que se adapte a lo que se puede y se quiere hacer. En seis partidos oficiales, hasta ahora, Colón ganó sólo uno desde que se abrió la temporada. Y fue el más difícil de todos (ante San Pablo de visitante). Después hubo empates ante Morón por Copa Argentina, Patronato y Tigre por la Superliga y derrotas ante San Pablo y Atlético Tucumán. Ocurre que lo logrado (clasificación histórica en Sudamericana ante los brasileños y el triunfo por penales en Copa Argentina), supera a los resultados de los partidos propiamente dicho. Pero se apunta al juego. Y en eso, todavía hay una búsqueda.
¿Renuncias?
Se habrían presentado dos renuncias a la comisión directiva de Colón. El Litoral no pudo confirmarlas aún, pero se trataría de Raúl Molinas y Ariel Ramello. El primero de ellos es el secretario coordinador y estuvo a cargo del control de las obras que se desarrollan en el estadio. Por su parte, Ramello ocupa el cargo de secretario de relaciones públicas y humanas. En el caso de que se confirmen estas renuncias y sean aceptadas por la comisión directiva, deberá producirse el corrimiento respectivo con lo cual esos cargos serían ocupados por vocales. Se recuerda también que luego de la salida del síndico por la minoría, actualmente ese rol está siendo llevado adelante por Francisco Costanzo (síndico titular por la mayoría), con el acompañamiento de Gabriel Méjico (por la minoría) y el doctor Eugenio Marcolín.