Nicolás Loyarte | [email protected] | @nicoloyarte
Los vecinos preocupados por el medioambiente se quejan de los otros vecinos que arrojan los residuos. Se ven hasta heladeras. El Municipio comenzó las tareas para transformarlo en una Reserva Natural.
Nicolás Loyarte | [email protected] | @nicoloyarte
Mientras la Municipalidad de Santa Fe inició las tareas de transformación de los reservorios del Oeste a la altura de calle Gorostiaga en una Reserva Natural, todavía hay vecinos que arrojan residuos en dicho sector, con la consecuente contaminación medioambiental.
Son vecinos de la zona de barrio Las Lomas, en el Oeste de la ciudad, quienes reclaman la limpieza del reservorio ubicado detrás del Jockey Club, contra la avenida de Circunvalación. En la actualidad, hay “hasta heladeras y otros desechos”, señalan, junto a una serie de imágenes enviadas a El Litoral.
Al recorrer la zona del denominado Reservorio 5 se puede comprobar la presencia de dichos residuos entre la vegetación natural. El espacio está destinado a acumular y tratar los excedentes pluviales —hace las veces de un humedal natural—, previo a su destino final mediante la Estación de Bombeo N° 5, en el río Salado.
Además de generarse un foco contaminante dentro del reservorio, otro problema es que estos residuos, tanto los húmedos (basura) como los sólidos (cajas de heladeras y lavarropas, entre otros), tapan las bocas del vertedero de desagüe hacia el Salado y pueden afectar el funcionamiento de la casabomba.
Se trata de una zona emblemática para la ciudad. Por allí comenzó a ingresar el río Salado durante la inundación de 2003. Luego vinieron las obras de defensa y saneamiento, se construyeron los reservorios del Oeste y se ampliaron y repotenciaron las casabombas.
Pero al parecer todo ello no fue acompañado por el cambio de hábitos de ciertos vecinos que arrojan residuos de manera desaprensiva y generan contaminación. Este pareciera ser el gran desafío. Porque para que sea viable el saneamiento debe ir de la mano de mejorar las oportunidades y el horizonte económico de las familias que están radicadas en los sectores más pobres de Barranquitas, San Pantaleón y parte de barrio Schneider. Muchas de ellas viven de reciclar la basura, quizás el principal problema ambiental que hay en los reservorios. También hay particulares y empresas que arrojan residuos y escombros en estos reservorios, con un impacto ambiental aún mayor que el que generan los recicladores de estos barrios.
Reserva Natural
En el marco del proyecto de Reserva Natural Urbana del Oeste, la Municipalidad de Santa Fe amplió la capacidad del reservorio 5, con la excavación de aproximadamente 43 mil m3. El objetivo es contener más agua de lluvia. En paralelo, se está ampliando la capacidad de bombeo de la Estación 5. Todo ello es para recibir y luego bombear el excedente pluvial que llegará a través del nuevo desagüe Espora —el que recolectará el agua de lluvia del centro-oeste de la ciudad—, que está en construcción.
Los humedales son zonas donde el agua es el principal factor que controla el ambiente, así como la vegetación y fauna asociada. La Municipalidad viene trabajando con especial atención y sensibilidad en el tema de la preservación de estos humedales. Entre los proyectos en marcha se destaca la Reserva Natural Urbana del Oeste, que cuenta con financiamiento del Fondo Francés para el Ambiente Mundial y se enmarca en una estrategia mundial de gestión del cambio climático. El proyecto consiste en transformar 140 hectáreas de reservorios del sistema de drenaje urbano en un espacio verde de uso público y atractivo paisajístico.
La propuesta fue calificada por expertos como un caso ejemplar de lucha contra las inundaciones. También se destaca su carácter innovador, porque combina aspectos ambientales, educativos, urbanísticos y socioproductivos, tratando de lograr una ciudad más integrada, inclusiva y sustentable, donde la población conviva en armonía con su entorno natural y planifique su desarrollo en un marco de resiliencia. Por ese motivo es que se torna necesario el urgente saneamiento del reservorio 5, quitando de allí los residuos que fueron arrojados.
“El cambio cultural es un proceso que llevará años”, admite Pablo Tabares, director de la Agencia de Cooperación Internacional, Inversiones y Comercio Exterior del Gobierno de la Ciudad de Santa Fe. Pero su mirada es esperanzadora. “Lo mismo ocurría con el lugar donde hace 20 años había un basural y hace dos décadas que es la Reserva Este. A nadie se le ocurre dejar un papelito allí”, ejemplifica.
La obra de la Reserva Natural Urbana del Oeste comenzó hace 10 días a cargo de la empresa Fierro Construcciones y está prevista su finalización para mayo del año próximo. Su infraestructura contempla senderos, accesos, un vivero y señalética, entre otras obras que se están ejecutando, como también la limpieza integral del reservorio. El mismo será de uso público.