El Litoral
Barcelona igualó este domingo al Real Madrid en la cima de la clasificación de la Liga española de fútbol al golear 8-2 al Huesca bajo el mando de Lionel Messiqu e convirtió dos goles.
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Después de tres jornadas disputadas, sólo blancos y azulgranas cuentan sus partidos por victorias. Como el Real Madrid, el Barcelona también se benefició de un calendario benigno y no tuvo mayores problemas en demoler al recién ascendido Huesca. Los azulgranas son líderes por mejor diferencia de goles: dos más, concretamente.
El partido
La primera parte fue muy atractiva porque el modestísimo Huesca mostró un gran atrevimiento e incluso se adelantó a los dos minutos con un gol del colombiano "Cuchu" Hernández en una clara concesión de la defensa local.
El gol enfureció a Messi, que asumió el mando del Barcelona y a los 16 minutos igualó en una brillante jugada personal. Y a los 24 minutos el conjunto azulgrana dio vuelta el marcador con una anotación en el propio arco de Pulido.
El Barcelona comenzó a disfrutar de su conocido estilo de juego y Luis Suárez anotó a los 40 minutos su primer gol de la temporada -al final haría otro-, aunque el Huesca sugirió algo de emoción dos minutos más tarde con un gol de Gallar.
Sin embargo, el conjunto entrenado por el argentino Leo Franco dimitió en la segunda parte, en la que hizo múltiples e inconcebibles concesiones. Como en el cuarto gol, obra de Ousmane Dembélé con un tiro cruzado. El francés continúa respondiendo a la confianza de su técnico, Ernesto Valverde, quien volvió a dejar en el banco de suplentes a todos los fichajes de la temporada.
Ivan Rakitic hizo el quinto gol local a los 52 minutos con un tiro lleno de talento y Messi completó su doblete a los 61 minutos en un gol insólito dentro del fútbol de elite. Marc-André Ter Stegen sacó del arco con la mano, Coutinho sirvió profundo para Messi y el argentino superó a su compatriota Axel Werner en un sencillo mano a mano. La transición más sencilla del mundo.
Luego llegó el gol de Jordi Alba con precisa asistencia de Messi. El lateral se reivindicó en una semana muy dura tras conocer su ausencia de la convocatoria con la selección española. Y el equipo de Valverde cerró la fiesta anotadora con un penal marcado por Suárez en el descuento.
Así concluyó un día más en la oficina del Barcelona, que jugó y goleó a placer ante un rival inexistente en la segunda parte.